Pere Pruna (1904-1977)
El paseante, al que ahora
algunos le llaman el flâneur, pasea y
mira.
Pasear y mirar es un
ejercicio es muy productivo y lo digo ahora con visión de arquitecto: no hay
nada más aleccionador que la forma.
El buen flâneur es un lector de las formas: mira y deduce, mira y calcula,
mira y reflexiona sobre la historia, y todo esto lo hace de una manera amable
sin complicarse demasiado con especulaciones y deja que sean las
formas las que se expliquen.
He paseado y mirado mi ciudad,
esta Barcelona que tanto miro y tanto amo.
Es una ciudad de gran
vitalidad que tiene tantas fachadas como caras, tantas graciosas como horrorosas,
tanta virtud formal como pecado de vanagloria. Tiene tantos puntos de interés
como otras ciudades cosmopolitas, Barcelona no es más virtuosa ni más
pecadora que las demás; es una ciudad que se ha mirado demasiadas veces el
ombligo. Un ombligo de cuadrícula como el Eixample o un ombligo de un falso
gótico que espanta.
La suciedad de los grafitis, el deterioro de la convivencia, la agresión del paisaje urbano, son más o menos parecidos a lo que vemos en otras urbes.
He conocido la Barcelona industrial. En mi infancia y adolescencia viví en un barrio donde todo eran fábricas, desde fundiciones de acero, a fábricas textiles (decenas y decenas), fábricas de lejía, de máquinas de escribir y de galletas... De manera que conocí aquel esplendor barcelonés de gran producción y mucha explotación, con un aire contaminado, con unas chimeneas que no cesaban de vomitar humo.
Unos decíamos, este humo nos matará y otros decían, este humo nos da vida.
Esas eran las
contradicciones de aquella Barcelona fabril y productiva y eran también la
desgracia de algunos que se creían más que los demás.
Ahora hay otras contradicciones, Barcelona no es nada del
otro mundo. Ya me conformo con que sólo sea de este mundo y me gustaría que
estuviera más limpia.
Nota: he puesto una imagen de una pintura de Pere Pruna, un pintor que conocí en aquellos tiempos de humos de fábrica. Un gran artista muy admirado por mi amigo Miquel Cartisano.
Badar és el que heu fet per Barcelona, una Barcelona rica i plena (de turistes) 'Bada', una paraula juntament amb 'solitud' que tan li agraden a Miquel Cartisano.
ResponderEliminarSalut.
Amic Puigcarbó, a Barcelona hem badat tant o menys com al Vilosell, a Sabadell o a Taradell. Som uns badocs com a la Plana, al Estany, a les Garrigues o al Vallés on:
Eliminar"tres turons fan una serra,
quatre pins un bosc espès,
cinc quarteres massa terra.
Com el Vallès no hi ha res."
i cofois se senten de tanta vegetació
plena d’urbanitzacions.
Bada el sabadellenc, el manresà, el tortosí i tothom que al van parir.
A Barcelona ens agradem més el turistes que els tractoristes, Barcelona és plena de pixapins que no distingim una gallina d'un gall però sabem com funcionen els metros; potser no tenim consciència de la diversitat animal, però sí que la tenim de la diversitat humana.
A Barcelona acumulem els pecats d'una Catalunya pobra, trista i dissortada. El que hem fet a Barcelona és suportar els insults de la incultura rural. Barcelona ha badat i s'ha emmirallat en el cosmopolitisme.
Abraçades.
Algú ha caigut en el fet qui si una ciutat està bruta, és potser perquè els qui l'embruten són els seus ciutadans indígenes i els forans.
EliminarPer cert, Catalunya no és pobra, ni és trista ni dissortada. Va fent via com la resta i bastant bé últimament, si parlem, d'inversions en tecnologia, atur i exportacions.
EliminarAmic, Puigcarbó, tothom contribueix a embrutar la ciutat.
EliminarPer a veure la pobresa de la Catalunya triomfant només cal recórrer les perifèries i donar un cop d'ull als comptes corrents dels particulars, per veure la tristesa cal fixar-se amb la quantitat de suïcidis i la gent que van cap cots per els pobles i ciutats, per a veure si és dissortada només cal comptar el nombre de descontents que caminen sota uns draps simbòlics que a poc a poc es descoloreixen. Però, amic Puigcarbó, relativitzem-ho tot i no siguem tan babaus de creure'ns tot el que ens diuen, i acabem aquí, amic meu, que cada terra té la seva guerra i a tot arreu hi ha impresentables i malvats preparats per a fer-nos creure qualsevol èpica.
Salut
La decadencia de Barcelona en concepto de limpieza es evidente, en concepto de limpieza, de ruidos y de dejadez. Permitir que los grafittis invadiera todo aquello que estuviera limpio y blanqueado fue un sinsentido. Dejar que cualquier medio móvil pudiera corretear por la acera es otro, y no multar los orines y las cagadas de los perros han hecho el resto.
ResponderEliminarPor otro lado, has puesto uno de mís pintores preferidos, con su azul celeste predominante y sus esbeltas figuras casi ingrávidas. A Pruna se le ha postergado siempre en estas tierras, cometió el mismo pecado que Zuloaga en la suya, tener ideas diferentes a los que ganaron, como si el arte tuviera ideas y fuera belleza lo que gobierna.
Gracias por traerlo a colación, es uno de mis favoritos.
Un abrazo
Miquel, sabía que la imagen de Pere Pruna te gustaría.
EliminarAbrazos.
La Barcelona, que paseo ahora(nada que ver con la febril y sucia de los sesenta),ayer estaba con niveles altos de contaminación del aire(no acaba de llover, aire estancado y sobrecalentado).La veo pasar a unos 10-15 Km/h, en la bici y le paso revista cada día. De lo que más me reconforta es que a pesar del aire contaminado, la Diagonal desde la Rosaleda hasta Francesc Macià, en su carril bici y acera, pasean, corren y hacen deporte jóvenes y menos jóvenes, incluso inválidos en cochecitos con artilugio manual que los desplazan como si fuera bicicletas. Todo para una vida más sana.
ResponderEliminarUna pena que este espíritu, no se consolide en las calles del Ensanche, por dudas en el Consistorio, de qué se quiere hacer o una Barcelona para coches o para personas. Las exageraciones también son malas.
Saludos.
Amigo Car res, a pesar de todos los pesares, de la contaminación, de la pérdida de calidad del paisaje urbano, continúo pensando que la vitalidad de Barcelona bien vale un paseo.
EliminarSalud
Comparto tus amores y desamores por la ciudad de Barcelona. Saludos cordiales con mis mejores deseos.
ResponderEliminarAmigo Luis Antonio, amo Barcelona, su vitalidad, su diversidad, su cosmopolitismo, su suciedad, toda ella, cabe en mi corazón frío.
EliminarSaludos
Creo que por lo general el humo ha matado y ha dado vida, ha matado y ha dado vida, ha matado y ha dado vida...es decir un bucle, interprétense ambos términos -muerte y vida- en su sentido amplio y sobre todo en sus casuísticas. Y cuando no había humo la muerte acechaba tanto o más y las aldeas ardían físicamente.
ResponderEliminarAmigo Fackel, bajo aquellas nubes de humo, te aseguro que la vida era durísima, llena de bucles y de todo lo que quieras y allí estaban nuestros mayores intentando prosperar.
EliminarSalud
https://www.rtve.es/play/videos/superestructuras-antiguas/angkor-wat/6760419/
ResponderEliminarMe ha parecido digno de conocerse. El asombro es un ejercicio humano. Los dioses fueron la excusa de los hombres.
Es un edificio impresionante. Lo desconocía.
EliminarGracias