¿Cuál es el misterio de las barricadas?, ¿el contrapunto? Sí, el contrapunto que se esconde en las sombras geométricas de los tejos recortados.
La ciudad y el tumulto son un misterio lejano, aunque desde la ventana intuimos barricadas, aquel contrapunto de calles sólo está en la imaginación de unos compases elegantes.
François Couperin: Les Barricades Mystérieuses
!Ostras¡, no me hubiera imaginado nunca una entrada con el tema de las barricadas. ¡Que bueno!
ResponderEliminarDesconocía el intérprete. Me gusta como suena el instrumento.
Gracias.
Salut
Miquel, a mí me gusta mucho la obra de François Couperin, su obra está recogida en cuatro libros que él llamó "Libros de órdenes", escritos para clavecín. Los títulos de cada pieza son sorprendentes. Actualmente se interpretan con distintos instrumentos, a mí, particularmente me gustan las versiones para piano. Ahora he puesto una versión para tiorba interpretada por el aragonés Francisco López, un buen intérprete especialista en música del barroco.
EliminarDe Couperin te recomiendo "Soeur Monique" si puede ser con la interpretación al piano del italiano Alberto Chines,
Salud.
Tengo el Spotify, así que no lo dudes, lo buscaré.
EliminarMil gracias
Seguro que te gustará.
EliminarYa no quiero barricadas, me da igual lo del uno y lo del otro, en lugar de buscar la armonía en el contrapunto, sólo oigo desagradables notas de odio.
ResponderEliminarSaludos.
De acuerdo Car res, yo tampoco quiero barricadas, aborrezco los tumultos, no hay nada que me preocupe más que las algaradas y las revueltas.
EliminarPara Couperin, estas barricadas eran "misteriosas", quizá pesaba en los "magnum mysterium" de Tomás Luis de Victoria o de Palestrina. Imaginaba unas barricadas a lo lejos y no sabía demasiado bien en qué consistían. Él estaba con la belleza de sus contrapuntos. Era un hombre introvertido y su música es, en mí opinión, de la más elegantes del barroco.
Fue "ordinario de la música de cámara del rey", título muy considerado.
Saludos.
Aunque estoy en Ibiza bastante desconectado, aprovechando hoy que la wifi va bien ahora, he leído tu entrada de las barricadas. Me ha recordado mucho a otra que hiciste en la que adjuntabas una especie de "prontuario" de las actividades que realizabas según el tipo de música que estuvieras estuchando.
ResponderEliminarMe gustó mucho aquello y te contesté en la entrada que adjunto:
https://granuribe50.blogspot.com/2023/01/antes-de-la-cena-en-compania-de-couperin.html
Un abrazo
Sí, GranUribe, recuerdo tu comentario y tu entrada. Ahora he querido aprovechar para poner estas "Barricadas Misteriosas" con una versión para tiorba.
EliminarSaludos
Las barricadas no me gustan, obstruyen el paso; me gustan los puentes que comunican y unen a personas, pueblos, ciudades, países. Un fuerte abrazo, Francesc.
ResponderEliminarQuerida Myriam estas "barricadas" de Couperin no tienen nada que ver con las barricadas que obstruyen y cortan el paso. Lo de Couperin es una obra de arte que tiende puentes de belleza. Magníficos puentes.
EliminarAbrazos mil
PD: Muy bueno François Couperin. ¡Gracias! NO conozco la versión en piano, por lo tanto, no puedo comparar. La buscaré no bien tenga tiempo.
ResponderEliminarMyriam, estoy casi seguro que la versión para piano te gustará, existen algunas grabaciones que las puedes encontrar en youtube.
EliminarAbrazos
Me gusta en general la música barroca, cómo no Couperin por lo tanto. Pero si las palabras, los términos, los titulares de una composición nos van a desviar, por desconocimiento del significado que tenemos, de escuchar y percibir la belleza aviados estamos. Tal vez el término tenga más que ver con lo dionisíaco (los barriles de vino) que con colocar los adoquines en vertical. Y ni siquiera eso está claro. En fin. Bonnes baricades!
ResponderEliminarAmigo Fackel, los títulos de las piezas de Couperin son raros, sorprenden y casi nunca sabemos de dónde salían.
EliminarDetlef Neumann, opinaba que Les Barricades Mystérieuses debían su título a aquello que Couperin intuía como un tumulto. Yo lo dudo, me parece que Couperin no vio nunca una de estas barricadas que conocemos nosotros y que tanto se prodigaron en el siglo XX. Él era un músico de corte.
Hay quien afirma que se refiere a los muros levantados que impiden la comunicación, incluso alguna mente británica sugiere que se trata de una metáfora sobre la sexualidad femenina, hay quien dice que se trata de una broma técnica. En todo caso, mi opinión es que se trata de una broma presentada en forma rondeau, utilizando un tiempo cuádruple en vez del tiempo habitual que es un tiempo triple.
No pienso demasiado en el título y me dejo seducir por la elegancia de esta pieza de Couperin.
Un abrazo.