miércoles, 6 de septiembre de 2023

Aislamiento y misantropía

José Guerrero – “Creciente amarillo” 


 

Como otras veces, he pasado unos días alejado, he desconectado más de un mes. Desconecto a menudo, aun sabiendo que corro el peligro de un aislamiento. Mi vínculo con la realidad se reduce a constatar, una vez más mi estricta dependencia de la materia, la que me otorgan mis sentidos, lejos de la información tendenciosa que nos proporcionan los medios.

La falta de rigor, la manipulación y el cúmulo de errores que observo en los medios de comunicación, provocan en mi ánimo una profunda desconfianza que no hace más que agudizar mi misantropía.

Procuro, con esfuerzo, desprenderme de prejuicios y evito los tópicos y lugares comunes que nos invaden. Me enerva la incultura y la sensiblería ñoña que recorre las redes sociales, las aulas, los platós de televisión y las memeces que se repiten y se repiten.

Sé que este distanciamiento y mis reflexiones pueden agriar mi carácter, hacerme insensible a las acciones y rodeos de quienes continúan cautivos de la imprecisión. Sin embargo, pienso que esta circunstancia les proporciona una insensibilidad que les hace inmunes, quiero decir, que les hacen menos propensos al padecimiento.

Quizá el origen de mi misantropía sea que siempre he sido más volteriano que rousseauniano y he creído que el mal estructural reside en el meollo íntimo de la condición humana.

No creo en el bon sauvage –es un mito, un tópico del pensamiento europeo– ni creo en el “logos” de las Indias Galantes, allí, aunque Jean-Philippe Rameau no se lo crea, también hay un mal estructural primigenio, allí también hay motivos para el aislamiento, la misantropía y el desdén.

El propio Jean-Jacques Rousseau se aisló en el Hermitage de La Chevrette de Madame D’Épinay y allí, el filósofo sufría de incontinencia urinaria y de arrebatos y rechazo de sus congéneres.

18 comentarios:

  1. Me alegro de volver a leerte.
    Una de las pocas cosas que acaparan mi atención es la lectura de blocs que creo tienen algo especial. Evidentemente estás ahí.
    No siempre nos ajustamos al mismo criterio, pero la idea principal, la base, la raíz, creo que la compartimos. Por eso te encuentro a faltar.
    Un abrazo cósmico.

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    1. Amic Miquel, ya ves, otra vez aquí, disfrutando de la compañía de todos los amigos.
      Continuaremos.
      Abrazos

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  2. La misantropia m'és molt familiar, encara que entenc a Rosseau i els seus motius per retirar-se. Envellir hauria de ser retirar-se, que ningú pugues observar la pròpia decadència física i mental. Dit això, ben retornar després de les vacances.

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    1. Amic Puigcarbó, Rousseau s'ho va passar molt malament, volia estar sempre al mig de tots els saraus i no ho aconseguia, el superaven D'Alembert, Diderot, Grimm, Blondel, Holbach i això no ho podia suportar. Va estar mitja vida envellint i avargonyint-se de la seva incontinència urinaria.
      Ara, Puigcarbó, content de tornar al contacte amb els amics.
      Salut i força

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  3. Celebro su vuelta. No tengo el atrevimiento suficiente para sugerir o aconsejar. Además, ya somos mayorcitos. Pero si puedo explicarle que a la misantropía le aplico una cataplasma. Consiste en un saco de sonrisas que intento compartir. Sí, porque a pesar de todo, aún encuentro alguna buena noticia y me agarro a la misma. Ni nada ni nadie debería tener el poder suficiente como para lograr agriar este vino añejo que somos, después de más de siete décadas en la bota, si no más. ¡Cordial saludo!

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    1. Amigo Noxeus, yo también celebro el contacto de nuevo con los amigos del blog.
      La misantropía, no significa, al menos en mi caso, ni un pesimismo ni un mal humor, celebro las explicaciones que nos ofrece la ciencia, los avances tecnológicos y el confort que nos proporciona, el contacto con los amigos, la contemplación de la realidad, del arte y muy especialmente de la música.
      La misantropía es una cuestión que forma parte de mis huesecitos, pero no afecta a mi buen humor.
      Saludos.

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    1. Francesc Cornadó Estradé6 de septiembre de 2023, 18:24

      Gràcies Orlando, celebro tornar als comentaris amb els amics.

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  5. No soy misántropo,es que no puedo,mis hijos y mis nietos me atrapan y me dejo.Hasta una de ellas,me viene cada tarde para que le acompañe en bici por Barcelona,antes lo hacía solo.Mi mujer me dice que tengo suerte,que una jovencita quiera mi compañía.
    Echaba de menos,tus escritos y las obras de arte.Formidable los amarillos.
    Saludos.

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    1. Amigo Car res, los hijos y los nietos quedan excluidos de la aversión que siente el misántropo. Queda excluido también el círculo de los buenos amigos blogueros, hacia ellos mi afecto.
      Realmente eres un afortunado de tener tan buena compañía en tus paseos en bicicleta.
      La misantropía, en mi caso, se refiere al género humano en general, a los especímenes que tenemos que soportar en la calle, en la burocracia, en los comercios, al fastidio que producen los charlatanes de los medios de comunicación, etc.
      Un abrazo

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  6. Sí, Francesc, la naturaleza humana es depredadora. Sin normas y sanciones, priva la ley del más fuerte. Y aún, con todo el aparato legal, no hay ninguna garantía de que no se cuelen perversos grupos que auspician en nombre de la paz y democracia, la violencia y el interés propio sin importarles el resto de la gente. Bienvenido a casa.

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    1. Amiga Marga, sin leyes o incumpliéndolas siempre gana el más sinvergüenza.
      Hay demasiado engaño y demasiado bobo que se lo cree. Con este panorama de incompetencia podemos esperar cualquier barrabasada.
      Bien hallada Marga.

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  7. Creo que yo tengo una doble personalidad, me gusta el trato con la gente (me gano la vida con ello) pero también me satura. Hay un fin de semana al mes que me gusta cerrarme en casa y estar solo, leer, ver películas y aislarme. Sin embargo, tambien disfruto de la gente. Lo que no me gusta es hablar con idiotas, (si me permite la expresión) y cuando digo idiotas no hablo de gente que con escasa inteligencia, hablo de los que quieren racionalizar lo irracional y cuando no "entras al trapo" te acusan de todo.
    Cada dia hablo peor y me canso más de todo.
    Un saludo.

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    1. Francesc Cornadó Estradé7 de septiembre de 2023, 8:50

      Amigo Daniel, por mi profesión, he tenido un trato directo con muchas personas, muchas ellas (técnicos, constructores, industriales, clientes) tenían un gran sentido común, eran personas inteligentes y, casi siempre, de buen trato. De ellos he aprendido mucho. He comprobado que cuando hablamos de cosas concretas y conocidas, todo fluye muy bien. Huyo, como gato escaldado, de las cuestiones ideológicas y sobre todo la mezquindad de la política cotidiana, estas conversaciones casi siempre llevan a expresiones intolerantes y a la idiotez.
      Casi todos los clientes que he tenido han sido empresas, o entidades públicas, he evitado tanto como he podido el cliente particular, siempre he tenido reparo en conocer sus intimidades, no me interesa lo más mínimo lo que me cuentan, que por otra parte debería conocer para llegar a un diseño funcional que atendiera sus memeces. Es cuestión de ir trampeando.
      Salud.

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  8. Me alegra tu vuelta, Francesc. Te he echado mucho en falta al abrir el ordenador. Leerte es algo que siempre me agrada y me da que pensar. Es muy saludable emprender de cuando en cuando el tipo de evasión que practicas. Yo me voy mañana, pero no sé si tendré mucha oportunidad de evadirme.

    Perdón, me inmiscuyo en un comentario que hizo "car res" y en tu respuesta. Me gusta mucho la pintura de José Guerrero. Buen detalle el tuyo de insertar una obra suya. Me reconozco misántropo en todos estos aspectos que indicas, muy especialmente en lo que se refiere a los medios de comunicación, que empiezo a detestar de manera radical. Como a ti, «me enerva la incultura y la sensiblería ñoña que recorre las redes sociales, las aulas, los platós de televisión y las memeces que se repiten y se repiten».

    Pero lo mío es mucho más grave: rehúyo sistemáticamente las conversaciones no formularias con las personas que sé que están en mis antípodas en cuanto a manera de pensar, sobre todo en temas de actualidad, cuando intuyo que esa gente está abducida por lo que oye o lee en los medios. El caso es me da cada vez más pereza explicar mi opinión y escuchar la del otro. Me pasa también con familiares próximos. En eso soy muy poco dialogante, lo reconozco, y sé que me pierdo cosas, pero a mis años...
    Saludos.

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    1. Amigo GranUribe, la vuelta al blog, después de unas semanitas de retiro, siempre es una alegría, vuelven los comentarios de los amigos y fluye la comunicación. Si, como dices, te vas mañana, te deseo que tengas muchos ratos de relajación y oportunidades para evadirte. Es higiénico.
      En cuanto a esa cosa de la misantropía, no nos queda otro remedio que ir trampeando. Hay personas con las que te sientes bien y el trato con ellas es civilizado, fuera de este círculo, parece que todo esté inundado por una memez supina que nos hace la vida desagradable. No tenemos ganas de hablar con tanta gente que ni escucha, ni atiende ni entiende nada. Hay una falta de comprensión hablante que ríete tú de la falta de comprensión lectora.
      Creo que debemos aprovechar los resquicios de buena educación que aún quedan.
      Saludos.

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  9. La separación oportuna y ocasional nunca corre el riesgo de aislamiento. Uno puede aislarse de un día para otro sin alejarse de espacios físicos y en ocasiones lo hacemos. Sobre lo que observas en los medios de comunicación te diría lo mismo que opino sobre los políticos: son refeljo de la sociedad amplia. Ya no los separo. Me enervan los límites mediáticos y políticos, engeneral institucionales, pero me enerva todavía más el pueblo llano que se decía antes. Esta sociedad de pan y circo, con sus múltiples formas de ocio para compensar y rellenar no los tiempos vacíos sino para vaciar los tiempos útiles y necesarios con lo subsidiario e innecesario. Nada que ver con la utilidad de lo inútil sino que se ha consagrado una inutilidad hueca, cuando no malsana, quejica, de que otros me saquen las castañas del fuego. No hay buen salvaje, no hay ni hubo edén, no habrá jamás cielos, y si consideráramos la materia con una visión ética y no solo física acaso tendríamos más confianza en el sentido de la vida. Que reside en que no hay sentido. Pero que puesto que vivimos debemos hacerlo lo mejor posible pero no solo con huidas hacia adelante o sálvense quienes puedan, sino tendiendo las manos, es decir, las intenciones, la visión con perspectiva, el puñetazo en la mesa cuando las derivas presagien tiempos peores. Es pedir demasiado, pero poco optimismo puedo aportarte. Yo, sin haberme ido a parte alguna, me fugo como puedo cada día poirque hay un territorio interior que me compensa.

    Me alegra tu vuelta, un abrazo.

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    1. Amigo Fackel, hay diversas maneras de tomarse un tiempo de aislamiento, tanto espacial como temporalmente.
      Los medios de comunicación expresan la realidad social, ocurre, sin embargo, que su expresión suele estar determinada por cuestiones ideológicas y publicitarias, entonces se cae en la mentira y la manipulación, ellos mismos, también están inmersos en la actual maraña de incultura y falta de rigor.
      Con este panorama de incultura y dejación de responsabilidades, cada vez resulta más difícil encontrar a alguien que saque las castañas del fuego, cada vez son más los irresponsables y los gandules.
      Nunca he creído en el buen salvaje, soy volteriano y veo en las criaturas una maldad congénita, sólo remediable con la educación y la cultura. Aunque no quiero, aquí podríamos poner ejemplos masónicos.
      Contemplamos el mal estructural y la indigencia cívica y procuramos adaptarnos, intentando evitar cualquier puñalada.
      Sí, a mí también me alegra el contacto extraordinario que nos ofrece el blog.
      Salud

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