Es cuestión de esperar, si hoy no podemos medir la angustia o la amargura, puede llegar un día en que mediante un procedimiento científico consigamos hacerlo. Así fue con la medición de la fiebre o cómo llegamos a saber la cantidad de polen que provoca alergia o picor de ojos.
La ciencia no es solo una acumulación de datos, es también un método -el método científico-, ahí está la deducción, la inducción completa, la lógica, la estadística, etc.
El método científico, en su desarrollo, va planteando un sinnúmero de preguntas que vamos resolviendo gracias a la experimentación, el error, la corrección y la reformulación. Somos tozudos y reflexionamos en cada respuesta.
También la filosofía es tozuda y se ocupa de formular preguntas. No tiene sentido colocar en un cajoncito la filosofía y en otro la ciencia.
Tanto en una como en la otra, la estética forma parte de la especulación intelectual. La componente estética de una teoría científica es un factor que los científicos no solo aplauden, sino que la consideran indispensable para certificar la eficacia de su verdad. El pensamiento teórico (ciencia y filosofía) debe ser elegante.
La confrontación de ideas es fructífera y la estética de sus planteamientos nos conducirá a resultados positivos.
Es un juego de paralelismos reflexivos y estéticos que suele llegar demasiado tarde. Lo digo porque muy frecuentemente asistimos a especulaciones donde prima más el espectáculo que la elegancia, por ejemplo, el bosón de Higgs, las teorías sobre los exoplanetas o gran parte de las investigaciones sobre la inteligencia artificial,
Falta mucha elegancia. Creo que, en este aspecto, el arte y la razón se resienten.
Me ha sorprendido,el principio de la elegancia, de la estética, en la Ciencia. No lo llegó a entender, debe ser algo nuevo, las cosas ocurren en la naturaleza, buscando la elegancia, más bien parece una idea del genial Dali.
ResponderEliminarSaludos
Amigo Car res, en la especulación teórica, el principio de elegancia está relacionado con la economía y proporcionalidad de elementos que intervienen en una determinada teoría. El mejor ejemplo es la belleza de la de la ecuación de la Teoría de la Relatividad E=mc2, encontramos otros ejemplos extraordinarios en las leyes de la termodinámica o en la fórmula de la constante reducida de Planck. En todos ellos vemos cómo con un reducido número de elementos se alcanza una dimensión universal, esta es la elegancia, podríamos decir aquello de “lo menos es más”
EliminarUn abrazo.
Sabes que temo el neo-positivismo lógico, o empirismo lógico, que es el nombre con el que se intentan hacer conocer.
ResponderEliminarNo creo que se pueda medir el grado de angustia del uno al diez, ni del amor, porque se quiere o no se quiere; ni del desasosiego, como si fuera el grado de acidez, sin embargo podemos diagnosticar un mal de vientre y la temperatura basal.
También creo que hay un punto intermedio, la estética, que en este caso sería subjetiva (siempre es al albedrío de uno la belleza de las cosas), podría ser este punto intermedio.
No se si te he captado. Me alegraría que así fuera.
Un abrazo muy fuerte.
Salut
Miquel, no sé adónde llegará la ciencia, no sé si, en el futuro, llegaremos a medir el grado de angustia o cualquier otra cosa o sentimiento, el caso es que hoy vemos cómo la ciencia ha llegado a alcanzar cosas que eran inimaginables hace un siglo.
EliminarEn cuanto a la cuestión la estética del pensamiento teórico (filosofía y ciencia) creo que no es una cuestión subjetiva. Hablamos de proporciones, de la inercia relativa de unas variables respecto a otras y respecto al todo, hablamos de equilibrio, de economía de elementos, sí, y todo esto de acuerdo con el método científico.
Abrazos
Amigo Car res, en la especulación teórica, el principio de elegancia está relacionado con la economía y proporcionalidad de elementos que intervienen en una determinada teoría. El mejor ejemplo es la belleza de la de la ecuación de la Teoría de la Relatividad E=mc2, encontramos otros ejemplos extraordinarios en las leyes de la termodinámica o en la fórmula de la constante reducida de Planck. En todos ellos vemos cómo con un reducido número de elementos se alcanza una dimensión universal, esta es la elegancia, podríamos decir aquello de “lo menos es más”
ResponderEliminarUn abrazo.
La elegancia de transmitir lo complejo con sencillez, como cura para la epidemia de banalidad y simpleza.
ResponderEliminarAmigo Julio, cuanto más sencilla es una teoría mejor aspecto presenta.
ResponderEliminarSaludos