La realidad es ondulante, caprichosa y “manicomial”. Se compone de algunas cosas que vemos, como el sólido tangible y de otras que se nos ocultan a la mirada como los gases pestilentes o el amor.
Podemos hacer abstracción de las dimensiones del sólido tangible y elaborar hipótesis sobre otras dimensiones, de hecho, la matemática utiliza dimensiones “n” e incluso dimensiones imaginarias y números ligeramente ondulantes; y con todo esto, podemos concluir que el descubrimiento de universos paralelos es cuestión de tiempo, aunque sea un tiempo imaginado.
El tiempo imaginado ¿tiene también horas, minutos y segundos? O es imaginado a la alzada de "El Bosco", porque si es así, ya me está gustando.
ResponderEliminarLo que no me gusta es lo ondulante, es un primer movimiento angular simple, pero me marea.
Salut
Sí, Miquel, el exceso de ondulación produce mareos.
EliminarSalud.
Vaya faena con los universos pararelos, con lo que me cuesta a mi comprender este. Pero bueno si hay más seguro que acabamos destruyéndolos también.
ResponderEliminarAmigo Xan, personalmente te diré que desconfío de los mundos paralelos, de hecho, creo que no existen. Me interesa más la imaginación, sabiendo, sin embargo, que esta es una máquina de crear tipos ideales que luego, ante la realidad, acaban decepcionándonos.
EliminarSalud
Es verdad, tan ondulante que a veces uno no sabe si estás arriba o abajo, si es cierto lo que lo parece o de cierto que se muestra, es totalmente incierto. A pesar de ello o justo por eso, yo me guío mucho por mi intuición, que puede llevarme a engaños y errores, a veces es así, pero como siempre lo he hecho y no me ido mal, me sigo fiando de ella, ya sabes, en tanto no se demuestre lo contrario se impone la presunción de inocencia ; ) Lo de la existencia de mundos paralelos, qué se yo, todo es posible. La misma incredulidad que para los terraplanistas supuso en su día reconocer que la Tierra es una esfera abombada por los polos, puede que nos ocurra a nosotros dentro de unos años, cuando la evidencia demuestre que efectivamente existen esos mundos. Creo que hay que ser flexibles y estar abiertos a los cambios. La realidad es tan cambiante, como ondulante ; )
ResponderEliminarMuchos besos FRANCESC
María, nos deslizamos por las ondulaciones de la vida, ahora un valle, ahora una cima… creo que lo más inteligente es contemplar el paisaje que nos ofrece la ondulación, aprovechar la experiencia: errores, broncas, alegrías y el placer del trabajo bien hecho.
ResponderEliminarCon tanta ondulación he aprendido a alejarme de lo esotérico y la superstición, procuro relativizarlo todo o casi todo y aspiro a alcanzar la espiritualidad de un zapato.
Besos
La ondulación es un arco que puede dar robustez a la estructura que soporta, también puede ser donde se esconda la vileza.
ResponderEliminarCreo que el hombre es solo consciente de una ínfima parte de la realidad, si es que algun dia llega a ser consciente de ella, que esa es otra.
Un saludo.
Amigo Daniel, aquí el secreto está en saber cómo ha de ser la clave del arco que lo sustenta toda la estructura.
EliminarCoincido contigo. La realidad es tan grande que no cabe en nuestra cabeza.
Saludos