domingo, 4 de noviembre de 2012

Edificios a cuatro vientos



Uno de los más elementales principios de la arquitectura es que el edificio debe adaptarse a su entorno. El edificio, el rascacielos, la choza o la casita, son el cobijo del hombre. Sus paredes y su techo deben protegernos de las inclemencias del tiempo.

El arquitecto deberá disponer la forma y los materiales adecuados para cumplir estos principios. El sentido común indica que una fachada orientada al norte no podrá ser igual a la que mira al sur. La primera no recibirá los rayos del sol y la segunda tendrá un asoleo que producirá dilataciones considerables. Siempre será más frío el paramento orientado a tramontana, que el que dé a mediodía; la luz que entrará por una fachada orientada a poniente será más rasante que la que entre por la fachada de levante y en este sentido se dispondrán los sistemas de tamizado de la luz adecuados para cada orientación.
 
Demasiado a menudo vemos edificios a cuatro vientos donde todas sus fachadas son iguales, cuando esto sucede podemos pensar que el arquitecto que lo proyectó, o no tuvo en cuenta aquellos principios tan elementales, o se preocupó por otras cosas. Esto ocurre frecuentemente en los rascacielos o en esta arquitectura ostentosa que entusiasma a los idiotas del poder, esos que tanto se complacen con la presunción y la pompa.

Si cada fachada tiene una orientación distinta, si cada cara del edificio recibe una solicitación térmica diferente ¿por qué todas las fachadas son iguales? ¿Por qué han proyectado los mismos materiales para la fachada del norte que para la del sur? ¿Que intereses tenía el proyectista que lo ha diseñado tan mal? ¿Memez o majadería?
Está claro que el arquitecto o quien fuera se ha interesado más por la forma y el oropel que por el confort y la sostenibilidad.

Unos edificios proyectados así son una aberración energética, son inconfortables, caros, ostentosos, difíciles de mantener y se estropean pronto.

13 comentarios:

  1. y son la causa de muerte de muchos pájaros cada año.

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  2. Ni quito ni pongo totalmente de acuerdo.Ademas es que son desagradables para la observación.

    -Una pregunta Francesc:es verdad que contra más alto es el edificio esta más expuesto a los gases nocivos de la contaminación?

    Un saludo y feliz día.

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    1. Querida Bertha, el efecto de la contaminación sobre los edificios depende, naturalmente, de la extensión de la superficie expuesta, pero depende muy especialmente de los materiales empleados. En el caso de edificios en altura nos encontramos con una mayor afectación debida a los gases más volátiles, pero no es precisamente su altura el factor más decisivo. Soy de la opinión que son los materiales que componen las fachadas tienen más influencia en el deterioro, que la altura propiamente dicha. En lo referido a los rascacielos, podemos decir que el vidrio es poco proclive al deterioro, pero los anclajes, las juntas, y sobre todo la silicona estructural, sufren los efectos de la contaminación química de manera muy notoria. Todavía no tenemos estadísticas fiables sobre los efectos de los gases o de la lluvia ácida sobre las siliconas que sujetan los grandes paneles de vidrio, pero sí que algunas voces ya alertan del peligro que puede suponer el desprendimiento de estos paños de cristal caído de grandes alturas.
      Salud

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  3. Ostras...que buena observación ¡¡¡¡ no sabía el porqué, pero no me agradaban ni a la vista , ni al gusto , ni al entorno...gracias ¡¡¡

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    1. Miquel, en Barcelona tenemos muchos ejemplos de esta clase de edificios.
      Salud

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  4. Una interesante observación en la que evidencias el empeño, una vez más, de esta sociedad por todo cuanto tenga que ver con la imagen, lo estético. Aunque ello vaya en perjuicio de aspectos más importantes como "el confort y la sostenibilidad".

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  5. Como bien dices, Francesc, los diseños de las fachadas deberían dar respuestas formales a todas las condicionantes que afecten a un edificio (clima, situación, entorno natural y cultural…usos, etc, etc).
    Desgraciadamente, en los últimos años han proliferado esos edificios ostentosos que parecen vivir "en un mundo aparte" y que parecen no responder a nada que no sea el lucimiento personal de un proyectista que se viste con luces de neón, o de un millonario que quiere dejar una marca en la ciudad, o un político irresponsable y sin escrúpulos que se suma para sacar tajada ... jejeje (Ya veremos lo que nos depara el proyecto de "Las Vegas Madrid", donde se juntará todo esto).
    Creo que ese tipo de edificio refleja a los sistemas que desprecian los sentimientos del "hombre común"; a la historia e idiosincracia de los pueblos; y son el fiel reflejo de la época del despilfarro y de la irresponsabilidad con el medio natural, en que vivimos.

    Un abrazo amigo Francesc.

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    1. Amigo Kuto, esta perversión de la arquitectura, la ostentación y la vanidad de los arquitectos de campanilla es el tema que más me preocupa de la práctica profesional de unos arquitectos que han targiversado el verdadero sentido de este noble arte, he dejado escrito estas preocupaciones en este blog y en alguna otra publicación. Aquí te dejo algun texto:

      "Cuando la arquitectura cambia de idioma"

      http://francesccornado.blogspot.com.es/2010/10/cuando-la-arquitectura-cambia-de-idioma.html


      "Arquitectura de las instituciones"

      http://francesccornado.blogspot.com.es/2012/05/la-arquitectura-de-las-instituciones.html

      "Arquitectura a sentimiento"

      http://francesccornado.blogspot.com.es/2011/10/arquitectura-sentimiento.html

      "Memez y notoriedad"

      http://francesccornado.blogspot.com.es/2011/10/memez-y-notoriedad.html

      "Edificios con apellido"

      http://francesccornado.blogspot.com.es/2011/09/edificios-con-apellido.html

      "Proyectos bajo la luz de las bombillas halógenas"

      http://francesccornado.blogspot.com.es/2011/06/proyectos-bajo-la-luz-de-las-bombillas.html

      Salud

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  6. Llegué a este blog olfateando esos escritos y la mayoría -creo- que ya los he revisado y devorado (te confieso que alguno hasta con un corta y pega para no olvidarlo).

    Estupendos escritos. Te felicito con un abrazo no ostentoso.

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    1. Muchas gracias Kuto, ya has visto, pues, cuales son mis preocupaciones.
      Salud

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  7. Bueno, mi sentido común me dice que casi todos los edificios son a cuatro vientos pero que al aumentar la altura esta característica pierde valor enfrente de otras, no es lo mismo una tramontana acanalada en un edificio bajo que un viento del norte en un edificio donde la dimensión vertical sea preponderante y donde todas las direcciones del viento van cobrando importancia, y esto también es un símbolo, cuando estás a ras de suelo, por cierto creo que la palabra ras hermana de la francesa raz significa corriente acanalada, la dirección es importante y cuando subes ya no importa tanto pues al aumentar la intensidad la dirección ya es más controlable. Algo de eso se ve si navegas, saludos.

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    1. Lamarée, cuando decimos "edificios a cuatro vientos" nos referimos a aquellas contrucciones que tienen fachadas a cuatro orientaciones. Hay muchos ejemplos de edificios a cuatro vientos (catedrales, castillos medievales, rascacielos, sedes corporativas de multinacionales, casas unifamiliares, edificios de congresos de diputados, edificios de senados, cárceles, lazaretos, sedes de bancos centrales, tanatorios, hospitales de infecciosos, etc.) pero no casi todos los edificios son a cuatro vientos, ahora mismo veo frente a mí, edificios de viviendas en manzanas urbanas, recuerdo los millares de casas adosadas, edificios en hilera, las calles de las ciudades con sus edificios entre medianeras, los edificios en esquina o chaflán, las casas de pueblo, una al lado de otra, siguiendo el trazado de la antigua carretera, etc.
      En cualquier caso, amigo Lamarée, lo que digo es que las fachadas han de responder a las solicitaciones climáticas, ya sean térmicas, de protección frente a los vientos dominantes, asoleo y ruidos. Así pues, en los edificios a cuatro vientos deberemos proyectar sus fachadas atendiendo a esta demanda, que no es la misma igual en cada cara del edificio, así, pues, las fachadas no deberán ser iguales para cada cara.
      Salud

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