La luna saliendo a la orilla del mar (1822)
Caspar David Friedrich
Los personajes que pintó
Caspar David Friedrich miraban el mar embravecido o lanzaban su mirada hacia un horizonte lejano. Desde lo
alto de un acantilado aspiraban las brumas del norte y daban la espalda al
espectador.
El caminante romántico
-der Wanderer- vagaba hacia un lugar recóndito donde el amor o la belleza acogían y redimían. Tales eran los ideales
del Romanticismo que, con los pies sobre un suelo helado, se helaron.
Nuestro caminante de hoy,
más apresurado, no se detiene al borde del acantilado, no vaga hacia ningún
lugar porque cree haber llegado. La voz de Hölderlin se pierde en la
lontananza.
Acantilados blancos en Rügen (1818)
Caspar David Friedrich
Mitad de mi vida
Con peras amarillas pende
y llena de silvestres
rosas
la tierra sobre el lago;
vosotros adorables cisnes
y ebrios de besos
hundís vuestras cabezas
en la sagrada sobriedad
del agua.
Ay de mí, en el invierno,
¿dónde coger las flores,
dónde
el resplandor del sol
y las sombras de la
tierra?
Los muros se yerguen
mudos y fríos, en el
viento
restallan las banderas.
te entiendo, pero no te comprendo, y se, me pierdo algo bueno...
ResponderEliminarNo Miquel, seguro que no te pierdes nada, los románticos quedaron entre las nieblas.
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Ese caminante sobre un mar de nubes... Siempre me recuerda a Lord Byron.
ResponderEliminarSalmandrágora. Perfectamente lógico pues Byron era otro romántico empedernido.
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el romanticismo solo es posible en un mundo imaginario, hoy paga más hablar de mercado, de dietas para adelgazar o de fútbol
ResponderEliminar.
salut amic
Mi admirado poeta Omar, aquel romanticismo se embelesó con el amor y la belleza. Ahora la cosa es muy distinta, ni siquiera interesa el rigor del soneto.
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Un pintor que, precisamente ahora, debería estar redivivo para echar unos cuantos jirones de niebla a un paisaje afeado por la estupidez.
ResponderEliminarInspiradas pinturas, quizás por ese tono onírico y la sutil atmósfera de las escenas, un poco fuera de este mundo.
Abrazo
Querida Amaltea, la atmósfera de Friedrich, aun siendo espesa, inspiraba más confianza que el aire irrespirable que nos toca respirar.
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El hombre frente a la grandiosidad de la naturaleza.
ResponderEliminarMe gusta mucho este artista, en mi época de estudiante (BB.AA.) teníamos un profesor magnifico en historia del arte, y cuando llegamos a la época del neoclasicismo y romanticismo, solapó el tema en uno y lo presentó como las posibles soluciones en una misma época, fue impresionante.
Friedrich, presenta al hombre como algo frágil y débil frente a esa naturaleza grandiosa. Esta sensación también me la trasmite Giacometti, sin ser romántico.
Que idea mas equivocada que se tiene del romanticismo.
Sí amigo, Friedrich es un gran artista, supo expresar el sentido de toda una época. En cuanto al término "romanticismo" nos encontramos con una confusión del sentido de la palabra que evidencia la incultura general.
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