Mientras escuchamos
la voz apagada de Orfeo que llega desde el Hades, nosotros seguiremos buscando en
la belleza, el mundo insondable que nos llega del fondo del océano y que, como
la cara de la Medusa, se refleja en el envés de nuestro escudo.
La contemplación
es la ley de la belleza.
La contemplación
es riesgo.
la contemplación es un riesgo, que siempre debemos tomar
ResponderEliminarsalut amic
Sí Omar, intentar, aunque sea de refilón, observar el rostro de la belleza.
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Sí, amigo Francesc, y necesitamos esa mirada contemplativa, porque es fuente de sabiduría y de vida. La necesitamos con la misma determinación que Orfeo emplea en bajar al infierno.
ResponderEliminarSalud
Manuel Marcos
Curioso, amigo Manuel, muchas veces nos encotramos que belleza, peligro, bajada a los infiernos, la mirada de la Medusa, la muerte de amor de Isolda... andan juntos.
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Si...riesgo..es verdad...
ResponderEliminarSí Miquel, por un instante de belleza, vale la pena arriesgarse.
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medusa es mi debilidad de entre todas.
ResponderEliminarla contemplación es riesgo. sí. y la belleza corrió en su día el riesgo que se nos exige a la hora de echarle la vista... y aguantarla mientras devuelve la mirada.
quizás más claro en aquella que llamamos clásica, pero cierto para toda forma de belleza en cualquier caso. riesgo amigo francesc; riesgo.
salud.
Sí, amigo Kynikos, a pesar de correr el riesgo de petrificación, nos arriesgaremos.
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Y tanto que lo es, ¿pero cómo no asumirlo?
ResponderEliminarUn abrazo.
Ay amigo, asumiremos lo que convenga en pos de la belleza, pero cuidado, si el camino se tuerce por la inquina y la mala voluntad, resultará otro ideal fracasado, como han fracasado otros ideales humanos.
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