26/11/2012 por Albert Tugues
(Foto:Carme Esteve i Pla) |
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El pasado 21 de noviembre se celebró en la ACEC el acto de homenaje al pintor, escultor y escritor Antonio Beneyto ("antihomenaje", prefiere él), coincidiendo con el 33 aniversario de la revista Barcarola, cuyo último número también fue presentado durante el acto, un monográfico dedicado por completo a la obra de Beneyto, "hacedor poliédrico", como indica Jaime D. Parra, coordinador del número.
Después de unas palabras de bienvenida del presidente de la ACEC, Miquel de Palol, la secretaria general de la Asociación, Pura Salceda, introdujo el acto presentando a Adriana Hoyos, directora de la película, “Beneyto desdoblándose”, documental de ficción entre surrealista, biográfico y crítico a la vez, que se proyectó en la "Sala Oriol Bohigas” del Ateneu Barcelonès. Adriana Hoyos comentó el hecho, no previsto, de la sorprendente presencia de poetas que protagonizan el documental: Pere Gimferrer, José Corredor Matheos, Francesc Cornadó, Jaime D. Parra, además de Beneyto y de la propia directora, también poetas (añadimos).
Pura Salceda leyó la ponencia de Pilar Gómez Bedate, que no pudo asistir al acto, y en la cual se destacaba el elemento suprarreal, postista, en su pintura y escritura: “Entre las distintas y fluidas maneras que Antonio Beneyto tiene de verse a sí mismo está la de un bárbaro y la de un postista: dos definiciones tras las que se esconde en su libro Un bárbaro en Barcelona (título que es un guiño al de su admirado Henri Michaux, Un bárbaro en Asia), cuya segunda parte se titula Un postista en el barrio gótico, que es, como sabemos, donde él vive”.
A continuación, Glòria Bosch, historiadora, investigadora y crítico de arte, directora artística de la Fundació Vila Casas, destacó la “promiscuidad de géneros”, la mezcla estética que se da en la obra de Beneyto, donde se interrelacionan y funden unos géneros con otros, en un afán de totalidad y voracidad artística. Analizó la simbología de su obra, una poética de lo surreal entre erótica y siempre misteriosa, expresada tanto en su obra plástica y escultórica como en su obra literaria, y citó sus famosos abanicos pintados y sus zapatos reinventados artísticamente. Asimismo, destacó su honda amistad con Alejandra Pizarnik, con la que mantuvo una extensa relación epistolar y complicidad literaria.
Por su parte, Manuel Guerrero, ensayista, antólogo y traductor, responsable del Àmbit d'Arts del Centre Arts Santa Mònica, analizó la obra literaria de Beneyto, en la que escritura y arte se fusionan de tal modo que se puede hablar de una rara y manifiesta correspondencia estética entre arte, escritura y vida en la obra total de Beneyto. Comentó su protagonismo en los años 70, en Barcelona, entre “libertino, libertario y librepensador”, y sus trabajos como activista poético-artístico y editor. Citó algunos títulos de su obra narrativa, Un bárbaro en Barcelona, Còdols en New York, así como sus ensayos y artículos recopilados en Escritos Caóticos, sobre autores como Lautréamont, Henri Michaux, Alejandra Pizarnik, Camilo José Cela, Juan Eduardo Cirlot, Carlos Edmundo de Ory, Cristóbal Serra, Joan Brossa, Fernando Arrabal, entre otros.
A continuación, dijo unas palabras Juan Bravo Castillo, uno de los dos directores de Barcarola (José Manuel Martínez Cano, el otro director, no pudo asistir), que presentó el último número de la revista, un monográfico dedicado enteramente a Beneyto. Señaló asimismo la celebración del 33 aniversario de Barcarola y la constante y fundamental colaboración de Beneyto con la revista desde el año 1981. También nos anunció la publicación extraordinaria de inéditos de Leopoldo Alas, "Clarín", para el próximo número de Barcarola.
Finalizó el acto con una performance de Beneyto que, desdoblándose una vez más, desapareció por el fondo del escenario, entre bastidores, en busca del otro, de Antonio Beneyto. Al cabo de unos instantes volvió al escenario, con su doble detrás, “pegado al cogote”, nos advirtió, y entonces desplegó un enorme “bando” postista, un pliego descomunal escrito a mano en grandes letras, para contarnos las vivencias y conflictos entre los dos personajes, entre Beneyto, el artista, y su doble, Antonio Beneyto, vecino del barrio Gótico de Barcelona.
Al final de la lectura, ambos, Beneyto y su doble, fueron despedidos entre aplausos por el numeroso público asistente, donde coincidían otra vez, como había señalado Adriana Hoyos al presentar el documental, muchos nombres de poetas (además de los ya citados y de Miquel de Palol y Pura Salceda, vimos a los poetas Carmen Borja, Osias Stutman, Maria Cinta Montagut, Roser Amills, Valentí Gómez i Oliver, Goya Gutiérrez, David Castillo, Nicole d'Amonville, Antoni Clapés, Rodolfo Häsler, Ricard Ripoll, José Florencio Martínez, Maria Prado (pintora y poeta), Aldo Alcorta (pintor y poeta), Silvia Rins...), a narradores y críticos de arte como Josep M. Cadena, Arnau Puig, Tesi Rivera, Enrique Granell, Josep Vallès Rovira, sin olvidar entre el público al resto de admiradores y fans de Beneyto, “hacedor poliédrico”.
Albert Tugues
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Que bueno ...coño ¡¡¡¡que bueno...salut
ResponderEliminarSí, Miquel, la presentación de la revista acabó con un final "postista"
EliminarSalud
Por lo que refleja este artículo el acto fué de los más concurrido.Enhorabuena por estas vanguardias.
ResponderEliminarSaludos Francesc.
Sí Bertha, mucha concurrencia y muchos amigos. La revista Barcarola cumple 33 años, esto para una revista literaria es mucho, representa el esfuerzo de unas personas entusiasta que apuestan por la difusión de la literatura presentando textos de autores inéditos y textos inéditos de autores muy prestigiosos. Tengo una buena relación con Barcarola donde he publicado varios escritos. En este caso me cupo el honor de colaborar en el número especial dedicado a Baneyto con un artículo titulado "Amphitrite dans Rull. Collage dans la Bibliothèque d’Antonio Beneyto".
ResponderEliminarSalud