viernes, 26 de octubre de 2012

Melancolía en el Mediterráneo



Damas de azul
1500 a.C. Creta



Ya sabemos que casi siempre los tópicos no expresan la realidad tal como es. Suelen ser caricaturas o simplificaciones burdas que no tienen en cuenta los matices y acaban convirtiéndose en afirmaciones que expresan precisamente lo contrario de lo que es verdadero.

Frente al tópico comúnmente aceptado de que el arte nacido en las riberas del Mediterráneo es ligero, vital y risueño, cabe decir que es precisamente aquí, en las costas de este mar clásico, donde nos encontramos con las obras más mesuradas, contenidas y apolíneas que la mente humana ha producido.

A la luminosidad meridional, los artistas mediterráneos han añadido la proporción clásica y la componente trágica, expresando de esta manera lo que su espíritu humano ha percibido cuando ha contemplado el rostro terrible de la Medusa reflejado en el escudo de Perseo.

Hay en el arte mediterráneo tanto patetismo como el que podemos encontrar en un movimiento de la sinfonía número 6 de Tchaikovsky, tanto abatimiento como en una pintura de Cranach y más melancolía y más tristeza que en los versos de Hördenlin.
No en vano el temperamento melancólico nace con la recuperación de los textos clásicos. En el Renacimiento italiano resurge la idea que Aristóteles planteaba en su Problema XXX: los hombres de genio, los grandes creadores —se pregunta—, ¿no se encuentran precisamente entre los depresivos y los melancólicos?

El hombre renacentista otorga a la melancolía un valor creativo, de forma que llega a considerarse que un espíritu melancólico bien templado es el representante más acreditado del genio artístico.

Bajo la amenaza de los dioses inclementes del Olimpo, ninguna expresión artística se regocija en la frivolidad. El arte mediterráneo es grave y riguroso y su sistema de armonía y proporciones es calculado y circunspecto. En la expresión de los artistas de estas costas del mar antiguo encontramos grandes dosis de ironía y humor pero jamás risitas inútiles o ligerezas inconvenientes.

12 comentarios:

  1. Ya decía uno que no podían estar desconectados el romanticismo y el clasicismo. El renacimiento es un contrapeso maravilloso. Da gusto, Francesc, leer textos tan claros y cabalmente escritos.

    Salud
    Manuel Marcos

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    1. Manuel. El clasicismo tiene una dosis de melancolía como ya anunciaron los pensadores de la antigüedad, luego lo corroboraron los florentinos del quattrocento, esta melancolía surge de la soledad del artista ante la belleza o más bien ante la incapacidad humana de la contemplación del rostro de la Medusa. Hay también una componente de generosidad o egoismo que tarde o temprano algún teórico tendrá que aclarar. Los románticos creo que dan a todo esto un sentido más sentimental y menos estético.
      Salud

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  2. "Damas de azul": fresco de la pintura Cretense tiene sensación de movimiento.

    El rostro de la Medusa:sus cabellos son serpientes .Símbolismo fálico: los momentos animales de la vida humana.

    Perseo y Atenea: la Mitología: un poco excesiva para estos momentos en que vivimos carentes de pasiones y romanticismos su historia explica bastante bien lo que es capaz de hacer una persona por amor...

    Feliz fin de semana Francesc.

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    1. Gracias Bertha. Creo que tienes razón, que ahora la mitología es un exceso.

      Que tengas buen fin de semana, yo voy a celebrar mi cumpleaños.

      Salud

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  3. Apoyo total a lo que dices...no en vano de la mediterránea nacieron las mesuras,(la medusa) las medidas y lo que ello comporta, inventando, a la vez, y no de forma aleatória, el concepto dionisíaco y el apolíneo,lo contrapuesto y necesario, mientras, entre sesión y sesión, contemporizaban bajo una parra sesteando, alejándose en prespectiva, melancólicamente. Una forma humana eterna, de ceder a la fascinación ante la belleza, ¿cuál? aquella...
    La estética, para bien o mal, nos pierde y en ella subyace el sentimentalismo, los románticos se desmayaban ante una obra estética, bella(?).

    Èvohe! amic. Quin goig quina alegría compartir aquestes divagacions.

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    1. Natàlia, aquesta és una reflexió més sobre la bellesa, és una dèria meva, en trobarás moltes més en aquest blog, són les reflexions d'un militant antirromantic que s'ha atrevit a escriure que "L'amor és falç" sí, així, amb c trencada. Ja se sap:
      "l'amor és falç esmolada que talla
      el fil de tota cosa humana"
      Salut

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  4. A veces no me fijo en pequeños detalles...tu me los haces observar...gracias ¡

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    1. No, Miquel, tú tienes una mirada aguda y nos lo estás demostrando continuamente con tu observación detallada en el Tot Barcelona. Tú miras el sol a través del gnomon que proyecta la sombra sobre las fachadas.
      salud

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  5. Francesc, cada año pasa y cuando al transcurrir los días parece que marcha, vuelve. ¡Felicidades!
    Dicha mi dedicatoria para tu día especial, se me hace incomprensible que la tristeza se haga presente tanto en las gentes como en las obras de una zona carente de sombras y brumas.
    Un abrazo y feliz semana.

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    1. Muchas gracias Loli.
      Me refería a la melancolía, esta que puede darse delante de este mar antiguo y clásico a sabiendas de nuestra pequeñez ante la belleza.
      Las gentes de estas tierras somos alegres y a la vez trágicas.
      Ejemplos tenemos en el flamenco, la poesía lírica griega y la tragedia clásica.
      Salud


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