Por estas tierras nuestras meridionales, queda mal vista la ostentación. Se considera de mal gusto andar por ahí mostrando la riqueza personal. Cuando algunos lo hacen de manera indiscreta e inmediatamente, recae sobre ellos un arsenal de juicios ambivalentes: unos consideran que tal ostentación es una muestra de incultura y otros admiran al afortunado y, hasta cierto punto, lo envidian.
Parece ser que este fenómeno es debido a nuestro carácter formado a lo largo de los siglos bajo una moral católica, en la que el rico es visto como un usurpador, un insolidario e incluso algunos, llegan a pensar que si el afortunado tiene lo que tiene es porque lo ha robado -¡Malditos juicios!-, en consecuencia, enseguida aparece alguien que dice que si lo ha robado, tendremos todo el derecho a quitárselo.
Esta moral católica meridional contrasta con el puritanismo calvinista. Estos protestantes consideran que el individuo que ha atesorado grandes fortunas es porque Dios ha premiado su esfuerzo, su inteligencia o su tesón, en consecuencia, aquel afortunado es digno de admiración, tanto por su fortuna como por haber logrado la gracia de Dios.
En tanto que el catolicismo obliga a sus fieles a la contención y a sublimar el afán de riqueza para así ganarse una parcela en el cielo, el pensamiento calvinista interpreta el éxito terrenal como una forma de religiosidad. El éxito de los negocios pasa a ser una prueba divina. Aun siendo así, al pensamiento puritano le repugna la ostentación, la disipación y la exhibición exagerada de lujo.
Considera el calvinista que el dinero hay que ganarlo para asegurarse la bendición de Dios y el católico considera que el dinero hay que repartirlo entre los necesitados para asegurarse la bendición de Dios.
El calvinista dice que el dinero no debe malgastarse sino que debe invertirse para hacer crecer el capital... Son dos formas de pensar y de obrar, sobre ellas no puedo añadir nada más a lo que tanto han escrito grandes pensadores y sociólogos que van desde Karl Marx, Auguste Comte, Émile Durkheim o Max Weber.
Este último, en su obra "La ética protestante y el espíritu del capitalismo" de 1905, nos ilustraba sobre las bondades del pensamiento calvinista. Weber veía en ellas una moral bien fundamentada del capitalismo.
Max Weber (1864-1920) tenía una gran capacidad intelectual, era muy trabajador, pero que muchas veces tenía que dejar de trabajar debido a su disposición maniaco-depresiva, acuciado por angustias sexuales y ataques neurasténicos.
La evidencia, cada vez más acentuada de los dos modelos de moral -el católico y el calvinista- se hizo evidente a principios del siglo XX e hizo que algunos se preguntaran si el mundo estaba cambiando. Los artistas dijeron que no, que las desigualdades venían de antiguo y que la lucha entre ricos y pobres era un fenómeno secular.
La vanguardia artística europea no quiso entrar en argumentos religiosos, pero sin embargo, consideró la dimensión de la brecha existente entre ricos y pobres y se escoró del lado de la solidaridad, apostando por una crítica formal contra el capitalismo, dicho de otra manera: del lado de la izquierda.
Creo que tal es así, que he llegado a imaginar que se constituyeron unos cenáculos de artistas e intelectuales de diversas calañas que en la oscuridad se adjudicaron el privilegio de determinar qué cosa era moderna, a quien debían dar el carné de progresista y dónde poner el marchamo de vanguardista.
Inmediatamente unos artistas quedaron proscritos y otros se encumbraron cada uno al borde de la brecha abierta entre ricos y pobres, entre el capitalismo y el proletariado.
En la foto de Max Weber de joven, veo que lleva un palo en la mano, para qué querrá usarlo. Este individuo parece que tenía malas intenciones.
ResponderEliminarMe ha gustado su blog.
Un saludo.
Ciertamente, Max Weber tiene cara de pocos amigos, en casi todas las fotos o imágenes que he visto de el, siempre parece que esté enfadado o dispuesto a la pelea.
EliminarA. Bernat, celebro su visita y celebro que le haya gustado mi blog. Creo que nos conocemos, recuerdo un A. Bernat del Guinardó, cerca de Sanllehy.
Saludos
Muy buena entrada, muy buena. La he impreso y la guardo en uno de los libros de Cirlot, en el de Arte abstracto, dado que explica en pocas palabras el porqué de aquellos pensamientos y sus divergencias.
ResponderEliminarAcotar que en el mundo religioso, los protestantes, en caso de estar en peligro de muerte, sólo tienen que arrepentirse si han arreciado con mucho dinero en sus negocios, y ya tienen el cielo ganado; en los católicos, la cosa difiere, tienes que esperar al Juicio Final y estás en manos de Dios.
Un abrazo
salut
Amic Miquel, protestantes y católicos tienen formas muy distintas de entender el enriquecimiento, todos se empeñan en relacionar sus riquezas con los designios de Dios. Los protestantes como una expresión de los favores divinos recibidos y los católicos como un atesoramiento para repartir los caudales y conseguir la gracia divina.
EliminarLo curioso del asunto es el paso de estas concepciones a las formas de expresión artística, lo que está claro es que el arte de los pueblos calvinistas es completamente distinto del de los pueblos de tradición católica.
Salud.
Señor Cornadó, yo creo que no nos conocemos, yo soy Anselmo Bernat y no he vivido en el barrio del Guinardó, siempre he vivido en Tres Torres cerca de la plaza Joaquim Pena y tenía un negocio de componentes electrónicos en el Eixample. Me interesa el arte moderno y veo que usted ha escrito sobre este asunto, buscaré sus libros, supongo que los puedo encontrar en las librerías.
ResponderEliminarSaludos
Anselmo Bernat, sí parece que no nos conocemos, lo había confundido a usted con otro señor Bernat que tenía un establecimiento de venta de aparatos fotográficos.
EliminarAdemás de poesía, he escrito bastante sobre arte, algunos de estos escritos se han publicado en unos ensayos breves sobre esta materia, se pueden encontrar en las librerías y si no los tienen en stock, ellos los piden a la editorial. Los ensayos sobre arte que he publicado son "Del modern al postmodern", "Arte deteriorado", "El silencio de Euterpe", este último es sobre música contemporánea del siglo XX y XXI, estos libros están editados por S·D Edicions.
Estaré encantado que los lea.
Un saludo.
La cosa es que Cristo,nació pobre,vivió pobre y murió pobre.No le faltó los que le halagaron, el que le tentó en el desierto,siempre defendió al pobre,al necesitado,al enfermo.Algo normal, el rico, el poderoso no le hacía falta,aunque no tuviera ,algo tan importante como es el amor.
ResponderEliminarPrefiero ser católico,cubiertas mis necesidades,claro.
Saludos
Car res, no he tenido formación religiosa ni en la escuela ni en casa, así que no puedo opinar demasiado sobre la figura de Cristo.
EliminarSalud
En las ideas del catolicismo sobre el dinero, la riqueza, etc. hay mucha hipocresía. Ya dice un refrán castellano: una cosa es predicar y otra dar trigo. Yo me asombro de la riqueza que el catilicismo ha tenido siempre en España, por ejemplo, que es lo que conozco más de cerca.
ResponderEliminarLa diferencia respecto al calvinismo puede encontrarse en que mientras este entiende la riqueza como inversión y generación de nuevas inversiones el catolicismo ha barrido siempre principalmente para su propia casa. Recuerda aquello de propiedas de manos muertas. Sabes cuánto me paseo por mi ciudad y con ayuda además de google earth veo el paisaje aéreamente. Aún me asombro de las manzanas que tienen las órdenes religiosas que quedan, el arzobispado, de las fincas semirurales se habla menos pero igualmente las poseen. Y lo que hay hoy no es sino una mínima parte de sus posesiones celestiales en el pasado, pues muchísimos monasterios y conventos han desapaecido. Si a ello le sumas que con avidez la Iglesia se ha apropiado las últimas décadas de bienes religiosos erigidos por la gente de los pueblos con su mejor intención, y que ha puesto la titularidad de los mismos a nombre de los arzobispados sin ser de estos entes (lo que se denomina inmatriculación) verás que el afán de acaparamiento no les falta. Y no entremos en los bienes vinculados a la enseñanza llamada concertada, donde el Estado paga una parte.
Amigo Fackel, te comento lo mismo que le he dicho a Tot Barcelona. Calvinistas y católicos tienen formas distintas de entender el enriquecimiento, unos y otros elevan la cuestión a consideraciones trascendentales, yo soy partidario de la discreción, cualquier forma de ostentación me repugna.
EliminarComo también me repugna la hipocresía, aquello de decir "Haz lo que yo te digas, pero no hagas lo que yo hago". Me repugna la apropiación indebida, la acumulación de riquezas y la acumulación de miserias.
Salud.
No quiero ni
ResponderEliminara unos , ni a
otros, solo
el arte que
aparece aquí.
Amigo Orlando, coincido completamente con lo que dices.
EliminarSaludos
Me sorprende, porque serás de mi quinta, en el bachillerato se daba y a muy alto nivel, religión los siete años,en mi caso no era un centro religioso y había que aprobarla
ResponderEliminarSaludos
Amigo Car res, fui a un colegio muy distinto de lo que había entonces. Me examinaba como alumno libre, aprobaba y a otra cosa. Nunca he tenido enseñanza religiosa, alguna.
EliminarSaludos.
En el siglo XIV, ya se emitieron en algunas Lonjas de comercio títulos de copropiedad, lo más parecido a las actuales acciones de empresa. En España(católica),fue en el 1800 cuando ya se abrieron Bolsas, actuales. Aún había apaches en USA. Más o menos se abrieron por igual en los paises católicos, que los de origen protestante. Te recuerdo que la Bolsa es el mejor exponente, de la riqueza aplicada a crear riqueza.
ResponderEliminarDisculpa mis intervenciones ,pero no estoy de acuerdo con tu idea, que son lanzadas precisamente por paises anglófonos
Los datos los he sacado de IA Géminis
Saludos
Amigo Car res, yo no he soltado ninguna opinión, sólo he expuesto dos maneras de entender el enriquecimiento, sin ponerme a favor de ninguna de ellas.
EliminarEn lo referente al arte, digo que he imaginado unos cenáculos, una pura metáfora. Creo que no puedes decir que no estás de acuerdo con mi opinión, pues yo no he dado ninguna opinión personal.
Saludos.
Uf, con esto del dinero hay de todo, como en la viña del señor, aquí, allá y acullá, en el norte de Europa y en el meridión, seas protestante o católico.
ResponderEliminarHay quien tiene dinero porque lo ha heredado; quien lo gana honestamente con su trabajo; quien lo tiene especulando; quien escamotea impuestos; quien lo roba directamente; y están los influencers, que viven del cuento y de las redes, a esos les daremos de comer aparte otro día. En fin, toda una gama.
Y entre los que ganan dinero, toda una gama también. Cito algunos especímenes. Los hay que desean aparentarlo ostentosamente, porque si no... no les vale la pena tenerlo (y lo muestran ostentosamente en las cosas que más se ven, coches que parecen tanques, casoplones, etc.); hay quien lo utiliza para vivir cómodamente, sin ostentaciones ni privaciones, con ánimo de que le quede a sus herederos; hay quien lo oculta celosamente, gana el dinero por el placer de ganarlo, aunque no lo necesite, y de estalviarlo, y lo oculta celosamenete, quizá para evitar sablazos (en Ibiza, lugar que conozco bastante, hay muchos de esos. Llevan los coches más cochambrosos, llenos de costurones y de óxido, de esos que difícilmente pasarían la ITV, visten con remiendos, viven en pisos manifiestamente mejorables para su nivel económico y guardan el dinero bajo una baldosa). Habrá muchos más matices, seguro.
Por otra parte, desconozco la obra de Max Weber, confieso que no he leído nada de él. Sí conozco, cómo no, a Klimt y a Schiele (quizá los pintores austríacos más famosos, junto a Kokoschka). Me gustan, pero me deprimen un poco ambos, la verdad, aunque envidio las posturas de las figuras de Schiele, tal vez porque ya no estoy en edad de practicarlas. En cuanto a Malévich, prefiero su obra claramente abstracta (un poco tipo la de Moholy-Nagy, que me encanta) a esa especie de "cubofuturismo" —creo que la palabra la inventó él— de El leñador y El afilador.
En fin, buena entrada, que me da que pensar. Le daré vueltas a lo que escribes sobre calvinismo versus catolicismo. Un abrazo.
Amigo Gran Uribe. en esta cuestión del dinero, tanto en la forma de ganarlo, mantenerlo o gastarlo, hay más variedad que en el arte de las vanguardias del siglo XX, una diversidad de ismos.
EliminarEs cierto que en el mundo de tradición calvinista las cosas del enriquecimiento se ven distintas que por estas tierras nuestras de tradición católica y esto, como es natural, también tiene su incidencia en las formas de expresión.
No hago un juicio de valor, allá cada cual con su bolsa y sus caudales. Aborrezco, eso sí, la estafa y los que estafan.
Cuando leí Max Weber me molestó bastante, después sólo he acudido a su "La ética protestante y el espíritu del capitalismo" para alguna consulta.
Klimt, Schiele, añado Nolde, igual que casi todos los expresionistas alemanes deprimen un poco, eran artistas de unos años de incertidumbre y amargura social. Junto a algunos avances científicos fenomenales crecía el espiritismo y otras formas de esoterismo, crecía la carrera armamentística que daba miedo, el fervor por la eugenesia iba en aumento y con ello se daba pie al nacionalismo exacerbado. Si ves la lista de algunos personajes que apoyaron la eugenesia te quedas impresionado y te caes de culo: Churchill, Virginia Wolf, Graham Bell, Krupp, Vallejo Nájera, Keynes, Bernard Shaw, Humboldt y toda una caterva de supremacistas que se creían que eran superiores a los demás.
Fueron unos años tremendos que dieron un arte tremendo, parecía que el racionalismo de la Bauhaus iba a poner equilibrio a todo aquel panorama desequilibrado, pero la sinrazón iba creciendo en medio de un berenjenal de nacionalismos crueles que al final, tomaron las riendas y mostraron su base criminal (el nacionalismo tiene una base criminal).
Salud.
Cornadó:
ResponderEliminarsólo he leído algún que otro artículo sobre el tema que tratas, así que no tengo ni repajolera idea, pero hago la siguiente pregunta: en Alemania, por ejemplo, donde hay estados de mayoría protestante y otros de mayoría católica ¿hay diferencias en la forma de ver la riqueza, el trabajo, el esfuerzo, etc?
Pongo este ejemplo porque es el mismo país, la misma lengua, la "misma" cultura.
Salu2.
Amigo Dyhego, conozco a muchos alemanes y he estado en aquel país numerosas veces, sin embargo tampoco puedo decir que tenga un conocimiento general de lo que ocurre en Alemania, un país ciertamente diverso. Por lo que he visto y por los amigos que tengo (los hay protestantes y también católicos) observo que hay una manera de entender las formas de enriquecimiento más cercana a nuestra manera de pensar. No los veo tan calvinistas como en el mundo anglosajón. Todo esto, repito, es una percepción personal. Creo que la respuesta precisa la podría dar algún buen sociólogo alemán.
EliminarSalud.