miércoles, 1 de febrero de 2023

Ave Fénix

 

La ingenuidad no escarmienta, se resiste. Va con el lirio en la mano y se encuentra con el fuego de la realidad y se quema y sigue.


Las llamas de la hoguera son el fracaso y el desengaño. El fuego es implacable.


El lirio se ha quemado y la ingenuidad sigue y en los sucesivos achicharramientos el candor se va requemando. Con la piel churruscada la ingenuidad, por fin, acaba sucumbiendo.


Aun queriendo emular al Ave Fénix, la ingenuidad no renace de sus cenizas, fenece.


 


El Ave Fénix no vuela con un lirio candoroso en el pico. 


Cómo es la hoguera donde acude el Ave Fénix para renacer una y otra vez.


El Fénix no escarmienta, se regenera. Da esperanzas al ingenuo y unos ánimos que entusiasman al más candoroso.


Las llamas que queman al Ave Fénix son el infortunio y la experiencia. El Fénix agita las alas y no se resigna a perder la inocencia. El escarmiento endurece las plumas que, a costa de sucesivos achicharramientos, se convierten en sutiles láminas de amianto.


El Ave Fénix tiene alas de amianto. 

12 comentarios:

  1. Si perdemos la ingenuidad, perdemos la inocencia, y que sentido le queda entonces a la vida.

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    1. Amic Puigcarbó, la ingenuidad tiene algunas cualidades positivas, hace que veamos el mundo algo más bonito de lo que es y esto ayuda a la juventud a tomárselo todo con mucha ilusión, sin embargo, andar por ahí de cándido bobalicón te predispone para recibir tortas a diestro y siniestro.
      Sin la ingenuidad, nos queda el pensamiento racional, el placer de ver las cosas de forma más aproximada a la realidad, la capacidad de relativizar, el escepticismo creativo, el sentido de la ironía...
      Nos quedan muchas cosas para disfrutar.
      Salud.

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    1. Amic Miquel, a mí me interesa el amianto y a los bomberos también. Esto de disponer de una capa que te proteja del fuego es una maravilla.
      Salud.

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  3. jaja me parece que has sido víctima de tu propia contradicción, mi querido FRANCESC, porque a pesar de churruscar una y otra vez a la ingenuidad y la inocencia , (que mira que tienen que soportar cosas las pobres) su ave fénix renace aun sucumbiendo con alas de amianto, así es que sigue viva ; )

    Es verdad que ir por la vida de ingenuos bobalicones no es muy recomendable, pero perder absolutamente esa capacidad de asombro y curiosidad, sazonada de la confianza y la esperanza de que "a lo mejor" no todo es tan malo como parece, no me digas tú que no es de lo más reconfortante ; )
    Si nos matan al niño que todos llevamos dentro, perdemos lo mejor de nuestra esencia así que ya le estás poniendo ración doble de amianto a este pobre ave fénix que tiene que resistir... por lo menos, por lo menos hasta que se descubra otro material aun menos inflamable ; )

    Me ha encantado! estás de lo más inspirado últimamente...ese pequeñajo está más vivo de lo que a ti te gustaría reconocer jajaja

    Muchos besos!
    PD No te preocupes, asumo que no me vas a dar la razón, pero ya sabes que yo seguiré R q R ; )

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    1. Pues no, querida María, no te doy la razón. No quiero pensar que ando por ahí transportando un niño dentro.
      Ocurre que hay muchos avispados que enseguida detectan al ingenuo que lleva el lirio en la mano, lo detectan y se aprovechan de él. Entonces el portador de lirios se convierte en carne de cañón, en carne de hipotecas. Y sí, sí, que es muy bonito lo de la inocencia y lo de mirarlo todo con cara de asombro. A mí ya me gusta la vivacidad y el carácter esperanzado, y resulta que la realidad es tan rica e infinita que uno puede asombrarse con esta realidad y disfrutarla sin caer en la ingenuidad, porque la ingenuidad es cosa insignificante comparada con la diversidad que nos ofrece la realidad.
      A mí me ha ocurrido desde siempre que para disfrutar de un bacalao al pil-pil he tenido que soltar el lirio que llevaba en la mano y la cara de asombro me cambiaba con cada bocadito de bacalao.
      Abrazos.

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  4. El abandono de la ingenuidad, no es un proceso automático. Por regla general precisa de algunas tortas a diestro y siniestro. Que levante la mano aquel al cual la vida no le ha dado algún que otro bofetón por ingenuo.

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    1. Amigo Noxeus, la ingenuidad se pierde a base de tortas. Todos estamos expuestos al trancazo. Ocurre que aquellos que han vivido entre algodones y siempre les han dicho eran muy guapos tanto en casa como en las aulas, pues resulta que al recibir la primera torta quedan lisiados para toda la vida.
      Salud

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  5. En la primera foto aprecio ,parking para bicis en la playa.Llegas en pantalón corto,enganchas tu bici,sobre la plataforma de madera.Te das un baño y luego te montas en la bici,a casa.Hay que ser muy ingenuo para pensar,que te encontraras la bici ,por muy grande que sea el candado puesto.Pero caes una vez y otra,en el engaño,en la atracción irremediable.
    Saludos

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    1. Sí, Car res es un aparcadero de bicicletas, siempre los he visto vacíos, no creo que sirvan demasiado.
      Salud

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  6. IN GE NUI DAD
    Actitud de las personas que confían demasiado en la bondad de los demás, lo que las hace víctimas de fraudes y engaños. Tenía rostro de ingenua siempre lo tuvo se revolcaba en el barro donde vivía ,su ingenuidad los volvía locos .ella lo sabía.

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    1. Mira, ahí está una que utilizaba su ingenuidad para sorber el seso de los otros. Ah, y lo hacía con premeditación.

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