Los
males se esparcieron hasta los confines del mundo y la esperanza quedó en el
fondo del ánfora de Pandora.
Allí
quedó la esperanza, que es lo último que se pierde.
Como
otras veces, recurro a Dante. Sobre la puerta, en el dintel, encuentro grabada la
terrible inscripción:
“Abandonad toda esperanza, vosotros los que entráis”.
Terrible
advertencia al cruzar la puerta del Infierno que no hace más que aumentar la
angustia.
Como
Orfeo regresamos del Hades, y aquí, en las calles desiertas, huérfanos de
esperanza, no nos queda más que soportar a esta pandilla.
Después
de echar a los agoreros y a los supersticiosos, aguardaremos a que llegue el
antídoto contra la desesperanza.
Llegará
el remedio y otros males continuaran esparcidos hasta los confines del mundo.
Estoy de acuerdo en todo, en todo. Dante dejó una obra para la posteridad.
ResponderEliminarSu viaje dura un día y una noche, sólo eso, pero vale para generaciones, porque resulta que las generaciones cambian de envase, pero no de contenido.
De los cuatro libros, el Infierno; del Infierno, el canto IX, Dante de la mano de Virgilio.
Un abrazo
Miquel, no me canso de leer la Comedia.
EliminarSu obra también llega hasta los confines del mundo.
Abrazos
habrá que ponerle mas onda que de costumbre entonces... saludos confinados
ResponderEliminarHabrá que esperar a que el arte ataque. Mientras, no nos queda otro remedio que recluirnos en primavera a resguardo del polen.
EliminarSalud
“Abandonad toda esperanza, vosotros los que entráis”.
ResponderEliminarEste cartel era el que tenían que haber puesto los nazis en sus campos de exterminio y no el de "El trabajo os hará libres". Pero claro, no habían leído a Dante.
Un abrazo, Francesc.
Amigo Cayetano, la frase tiene mucha enjundia, sobre todo si la ves grabada en un dintel de piedra berroqueña.
EliminarAbrazos
Sí, hombre, sí. Todo pasará, no obstante la tragedia. Porque la frase de Dante en principio hay que aplicarla a todas las víctimas del coronavirus. Lowon, el del blog, dice que cuando se haga un desglose de caídos por profesiones la que se llevará la palma será la de Mayor. Y así está siendo, ya tengo ex compañeros de trabajo en esa circunstancia de caídos y no precisamente ni por Dios ni por España. Sino por Mala Suerte. La mala suerte de ser mayores.
ResponderEliminarLuego tendremos que hacer frente al virus de la debilidad económica, pero ese es otro plano, que acaso produce otra clase de enfermedades, males y violencias diferentes, pero que también es parte de la condición humana.
Pandora y su tinaja nos acompaña siempre. Aunque parte de su contenido es imprevisible yo creo que otra parte lo llenamos nosotros con nuestra inconsciencia. O con la conciencia de nuestras ambiciones insatisfechas.
Está claro que pasará como pasan todas las pestes y epidemias, unos cascarán y otros quedarán aguardando a que llegue otra epidemia y mientras esperan, acontecen los odios, las venganzas, los abusos de poder, la intolerancia, las agresiones machistas, el terrorismo, los programas de alienación masiva, los adoctrinamientos, el sectarismo y otras muchas lindezas que nos hacen la espera más estretenida.
EliminarSiempre hay que abrir todas las cajas. Que nos pille prevenidos.
ResponderEliminarSí, Pedro, hay que detapar y orear, que lo que queda dentro acaba pudriéndose.
EliminarComo tú dices, "que nos pille prevenidos"
En la mitología griega, Pandora fue la primera mujer, hecha por orden de Zeus para introducir males en la vida de los hombres, después de que Prometeo, yendo en contra de su voluntad, les otorgara el don del fuego...
ResponderEliminarNo creo en un dios en ocasiones benévolo y en otras, implacable...
Amigo Luis Antonio, los dioses de la mitología griega representan las diferentes peculiaridades de la condición humana: el odio, el amor, el afán creativo, la fuerza de la voluntad, el rencor... a mi entender, son como prototipos mentales para explicarlo todo.
EliminarEn general son impíos como corresponde a todo dios que se precie y no entienden de pactos ni sagradas alianzas con los mortales, ellos no se rebajan a contemporizar con los humanos.