Retrato mutilado. Francis Bacon
El
peligro de las mariposas en movimiento se cierne sobre nosotros.
Todos
estamos conectados. Unidos por el hilo que teje la tarántula.
Los
acontecimientos nos demuestran que hasta los matices están relacionados entre sí. Constatamos cómo unos vendavales de aquí son provocados por el simple
aleteo de una mariposa de allí. Los efectos se amplían y multiplican.
Una
minúscula partícula submicroscópica formada por ácidos nucleicos rodeados de
proteínas es capaz de trastabillar uno, dos, tres continentes y el mundo
entero.
Hoy
más que nunca, el determinismo es claro.
Nuestra
fragilidad es evidente, se observa en las calles vacías.
Estábamos tardando. La sociedad actual es un gigante con pies de barro. Frágil, como bien dices, es la palabra.
ResponderEliminarUn saludo, Francesc.
Amigo Cayetano, toda una civilización que se apoya en unos estratos quebradizos, sin capacidad de resistencia.
Eliminar"Nuestra fragilidad es evidente, se observa en las calles vacías"
ResponderEliminarCausa estremecimiento el cierre que le has dado, Francesc
Sí, es que causa estremecimiento ver una ciudad desierta. Poco a poco se va configurando un paisaje ciber-punk.
EliminarLos jabalíes ya pasean por algunas calles de la parte alta de la ciudad, en otras calles, donde veímaos terrazas de bares, vemos pasear gaviotas en busca de basura, la poca gente que va a comprar lo indispensables, camina con temor, se alejan de los que se acercan por su misma acera, el miedo está presente, la gente viste peor...
Un paisaje que sobrecoge.
Saludos
Ciertamente...
ResponderEliminarSalut
Miquel, las noticias y el paisaje urbano dan miedo.
EliminarCreo que nos esperan unos tiempos difíciles.
Salud
Es nuestra debilidad, también nuestra fortaleza.
ResponderEliminarAmigo Pedro, nuestra fortaleza es la capacidad de adaptación.
EliminarSalud
No estábamos acostumbrados a estar a las duras y a las maduras. El hilo de la cultura nos ha aportado mucho bien, mucho conocimiento y seguirá haciéndolo. Pero no hay haz sin envés. Y ese hilo tiene las dos caras.
ResponderEliminarMucha calma, mucho temple.
Amigo Fackel, no estabamos acostumbrados al sacrificio, pero no nos quedará otro remedio que estar a las duras y a las maduras.
EliminarConfío en la cultura, no en quienes la gestionan.
Abrazos
Por cierto, en mi ciudad los pavos reales y los patos han tomado aledaños del parque -y lo que les dejen- al que habitualmente los sometemos a CUARENTENA perpetua.
ResponderEliminarParece que los animales van sustituyendo la animalidad de las calles.
EliminarUna vez demostrado que una pequeña variación provoca grandes cambios, catastróficos como el actual, podemos concluir que la especie humana no tiene pajolera idea de su entorno físico y de la fragilidad de la vida.
ResponderEliminarAbrazos
Una vez más constatamos cuan grande es el desconocimiento que tenemos de la naturaleza y de la biología.
EliminarAbrazos
Frágiles somos, y soberbios.
ResponderEliminarDeberíamos aprender lo que tu profesor A. Puig decía de los griegos.
Abrazos
Sí Myriam, también Arnau Puig nos hablaba de la fragilidad.
EliminarY de la soberbia también cuando se refería a ciertos autores simbolistas.
Abrazos