EMILIO
VEDOVA. DALLA PARTE DEL NAUFRAGIO (2019)
Para
sustentar una de las paredes de carga de las plantas superiores, el arquitecto
había proyectado una viga continua. Sobre ella gravitaba la carga del 85 % de
la estructura del edificio.
Cuando
se terminó la construcción del edificio y ya comenzaba a ocuparse por sus
propietarios, aquella viga continua cedió, se colapsó y el edificio se vino
abajo. En el accidente murió una mujer y un joven de 17 años resultó herido,
quedando tetrapléjico.
Se
depuraron responsabilidades, hubo juicio. En la instrucción el juez concluyó
que la viga continua estaba mal calculada, que por su diseño y dimensionado,
aquella viga no tenía la capacidad de carga suficiente para soportar el peso de
la estructura. En consecuencia, el juez instructor acusó al arquitecto de
imprudencia temeraria con resultado de muerte y lesiones graves.
Cuando
se celebró la vista oral, la defensa solicitó la absolución del arquitecto
alegando que, cuando se explicaba el cálculo de estructuras horizontales y en
concreto el cálculo de vigas continuas, el arquitecto, entonces alumno de
cuarto curso de la carrera de arquitectura, no asistió a clase ya que estaba de
huelga general y participaba en las manifestaciones de estudiantes que
protestaban por la independencia de su territorio. El letrado reforzó su
argumentación alegando que aquel curso, el claustro de profesores decidió dar
un aprobado general patriótico, con lo que se certificaban los conocimientos,
aunque no se hubiera asistido a clase.
Oídas
las partes, el juez consideró pertinentes las alegaciones de la defensa y
absolvió al joven arquitecto, concluyendo que la existencia de víctimas carece
de importancia ante el porvenir de la ilusión de un joven estudiante que pedía
la independencia de un territorio y que, a pesar de que no se consiguiera la
segregación de aquellas tierras, bien valía que se hiciera todo lo posible para
mantener la ilusión de todo un pueblo y, por lo tanto, estaban plenamente
justificados los tumultos y los “paros de país”.
El
arquitecto quedó en libertad y pudo continuar proyectando
estructuras con vigas continuas.
Con tu permiso lo he colgado en Tot Barcelona.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, Miquel, tienes mi permiso, faltaría más
EliminarAbrazos
El problema añadido, Francesc, era también que la viga era compartida por la estructura del edificio inmediato, mucho más amplio, con el que estaba vinculado, de tal modo que el fallo en el edificio primero arrastró con desigual fortuna al otro hacia el derrumbe, sin que acaben de ponerse de acuerdo ni técnicos ni jueces ni organismos pertinentes, puesto que todo se había venido abajo. No era cuestión de edificios principales o secundarios o únicos sino de toda una estructura sobre la que no se sabe todavía si había fallas parciales de origen, producidas por errores de cálculo o de peso o de diseño o de mala preparación del personal.
ResponderEliminarAmigo Fackel, por esta razón he puesto una viga continua. Los esfuerzos y las tensiones recorren todo el material, alcanzan desde la indigencia profesional hasta la irresponsabilidad de técnicos y jueces. Se colapsan los elementos y el sistema cae irremediablemente.
EliminarSalud
Precisamente esta mañana pensaba yo en si habría estadísticas que hicieran referencia al éxito profesional de aquellas promociones que vivieron durante sus años de estudio años "convulsos" con cursos que no sabría decir si perdidos o aprovechados de modo diferente.
ResponderEliminarpodi-.
Amigo Carlos Portillo, no sé si hay estadísticas de este tipo. Estoy convencido que vaciar las aulas para cortar las calles es una alternativa nefasta.
EliminarSaludos
la justicia nunca es justa...
ResponderEliminarel gran problema son los abogados me parece...
Amigo JLO, me libraré de juzgar a la justicia. Creo que el gran problema es la mala educación y la incultura.
EliminarSalud
Qué más da que se caiga la casa, lo importante es la patria. En una guerra mueren más que en un derrumbe. A ver si hay suertecilla y al juez le da un patatús tras venir de urgencias y ser asistido por un médico que tampoco fue a clase el día que explicaron esa dolencia. Y aquí paz y después gloria.
ResponderEliminarSaludos, Francesc.
Amigo Cayetano, creo que algunos están interesados en que se derrumbe lo que convenga con tal de tener su dinero a buen recaudo y caiga quien caiga.
EliminarSalud
Muy bueno tu ejemplo, Francesc. La has clavado. El joven arquitecto, pobre muchacho, no tiene la culpa de que le aprobaran la asignatura de Estructuras sin haber ido a clase ni abierto un libro, porque estaba acampado en la Gran Vía de Barcelona reclamando "LLIBERTAT I DEMOCRÀCIA" y clamando contra el Estado opresor y fascista.
ResponderEliminarUna viga continua hiperestática está en equilibrio, pero las ecuaciones de la estática no bastan para determinar todas las fuerzas internas o las reacciones. Pues a lo mejor va a ser ese el motivo por el que se le haya caído el edificio al pobre muchacho. Por suerte para él, los jueces sabrán entenderlo.
Un abrazo
Amigo y colega Granuribe, aquel arquitecto no tuvo la culpa de que lo aprobaran patrióticamente, pero resulta que él no fue a clase de estructuras, no aprendió la ecuación de Clapeyron que permite calcular la pendiente de una línea de equilibrio, se utiliza en termodinámica pero también para el cálculo del diagrama de tensiones de las vigas continuas y no sabía cómo calcularlas y por esto se cayó la estructura.
EliminarEstuvo reclamando "Llibertat i democrácia" y después de los años, ambas, Libertad y Democracia continuan como siempre, pero la viga se cae si está mal calculada y mal dimensionada y esto no lo salva ningún juez.
Abrazos
De terror lo que cuentas. Espero que no sea verdad. De serlo, suscribo al comentario de Cayetano.
ResponderEliminarUn abrazo
Imagínate, querida Myriam, que nos tiene que atender un médico que no sabe de anatomía, o que los puentes acaban siendo diseñados por ingenieros que en vez de asistir a clase, están cortando las calles. No quiero ni pensarlo.
EliminarAbrazos
Con su permiso voy a enlazarlo en una entrada que he hecho en mi blog. Mi blog lo escribo yo, y como es normal, no esta bien redactado. Pero este texto me viene muy bien en le contexto para lo que yo lo queria... Me gusta este texto rebelde, porque es de rebeldia, de la de verdad, de la que se habla aqui...
ResponderEliminarUn saludo
Amigo Temujin, puecde enlazar lo que usted quiera de mi blog, se lo agradezco y lo considero un honor. Sepa que por mi parte no tengo ningún inconveniente ni siento nigún sentimiento de propiedad de mis textos, todo lo que escribimos es una copia de lo que hicieron los clásicos. Muy pocos pueden atribuirse cualidades de originalidad.
EliminarSaludos
"todo lo que escribimos es una copia de lo que hicieron los clásicos".
EliminarEso es una gran verdad, creo yo, desde mi ignorancia.
Un saludo y gracias.
Se empeñan en buscar la originalidad sin saber que todo ya se ha dicho o se ha escrito, "nihil novum sub sole".
EliminarQue sepa más de uno que la originalidad no es sustancia estética, en el mejor de los casos es una cuestión comercial.
Saludos
No me sorprende nada el éxito de tu entrada. Retrata de forma ingeniosa, no exenta de sano sarcasmo, lo que está pasando en esta "patria ensoñada"
ResponderEliminarSaludos
Amigo Luis Antonio, esto es lo que está pasando en esta "patria ensoñada": pavimentos destrozados por las hogueras de las barricadas, papeleras estropeadas, paradas de autobús rotas, pintadas en las fachadas y en el suelo, baldosas arrancadas, gente acampada en la calzada impidiendo el tránsito, empresas que se marcha, jóvenes descontentos, universitarios que no asisten a las clases...
EliminarPienso en las vigas continuas, en su equilibrio y en su estática y no veo siquiera un atisbo de estética en esta ensoñación desgraciada que lo invade todo.
Salud
Y ... Caeremos con ello.
ResponderEliminarSalud,
Anna
Querida Anna, cuando se pierde el equilibrio se cae todo y un buen ejemplo de ello son las vigas continuas.
EliminarSaludos
Continuas es una palabra bien interesante
ResponderEliminarSalut
Amiga Andri, en este caso me refiero a un tipo de viga, que se llama continua porque tiene varios apoyos intermedios de tal manera que la longitud de su luz queda dividida en otros tantos tramos o vanos.
EliminarSaludos