viernes, 4 de octubre de 2019

La trasgresión y otras sustancias


Gunter Bruss
Selfpaint self mutilation 1965 


La trasgresión siempre fue el motor del arte y de la literatura, pero con del dadaísmo, la transgresión dejó de ser un motor y pasó a formar parte de la naturaleza artística, acompañando a los otros componentes tradicionales: la búsqueda de la belleza y la comunicación formal de la emoción del artista.

Más tarde se fueron sumando otras sustancias más o menos molestas. Se añadieron la provocación, lo soez, la displicencia, el desafío, la interrogación nihilista, los rituales del suplicio, la crueldad, lo freak, la posverdad y otras lindezas. Todo aquello era un conjunto en expansión, como el universo y la estupidez humana.

El arte se nutre de la moralidad y la perversidad, pero su percepción no es otra cosa que una aprehensión formal, donde no vale la dialéctica entre la virtud y el pecado, donde ética y estética constituyen un todo.

El arte es un artificio magnífico y los criterios de valoración los establecen los seres humanos que se siente impresionados ante la tensión producida por la lucha entre Apolo y Dionisos, ambos, por cierto, también son creaciones humanas.

12 comentarios:

  1. ¡ que complejo se me hace definirlo ¡.
    Un abrazo
    Miquel

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    1. Miquel, es difícil, no sé si buscar la impresión estética en la obra o en la mirada. Por mi formación y mis gustos me decanto más por la concepción clásica.
      Salud

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  2. Lo malo es que ya la trasgresión no trasgrede. Ni siquiera la más alejada de la moralidad común. ¿Por dónde camina el arte?

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    1. Amigo Pedro, la trasgresión se ha convertido en un activo publicitario.
      ¿Por dónde camina el arte? Esta pregunta es difícil de responder, de momento me inclino por la idea hegeliana, el filósofo pronosticaba la muerte del arte.
      Salud

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  3. es que no hay arte sin transgresión, la transgresión es la esencia del arte, lo que le da sentido.

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    1. Amic Puigcarbó, ya dije que la trasgresión es el motor del arte, pero no estoy de acuerdo en que la trasgresión sea su esencia ni su sentido.
      Salud

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  4. En esto, como en todo, hay sus gustos; aunque difícilmente, lo soez y las chorradas pueden convertirse fácilmente en material artístico.
    Un saludo, Francesc.

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    1. Amigo Cayetano, se nos presentan como obras artísticas muchas performaces que son auténticas expresiones de cochambre e incultura.
      Salud

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  5. El mito, la religión y el arte son los grandes artificios de la Historia. Por supuesto, no juegan el mismo papel aunque converjan en alguno. ¿Y el pensamiento, dirás? Pues tiene mucho de artificio -si bien de minorías, a las que denominamos escuelas filosóficas- pero dependiendo de qué clase de pensamiento, método y dirección se trate tendríamos que hablar más de construcciones y derribos que de artificio.

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    1. Amigo Fackel, precisamente los artificios son las construcciones que nos han dado la singularidad racional que caracteriza al género humano. El pensamiento abstracto y lo que montamos sobre ello es la máxima expresión de la razón, ahí están la música, las matemáticas, la lógica formal y la formación de tipologías. Precisamente por esto en mi escrito hablo del magnífico artificio del arte.
      Salud

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  6. Cuando pensamos en la transgresión en la pintura parece que llevamos la mente al surrealismo, su precursor el dadaísmo, o sus derivaciones. Pero quizá sólo ha quedado de la transgresión la verdaderamente fundamentada, la del artista con las facultdes y el talento de asombrar, deconstruir, subvertir para, en su oposición, enriquecer la conciencia coleciva.
    El hecho de que la transgresión sea motor del arte, u otras ideas, no quiere decir que toda tenga la dignidad suficiente. Como bien dice el amigo Francesc, no todo vale.
    Por cierto, retomo el comienzo para decir que una de las obras más transgresoras de la historia de la pintura me parece "Madame X", de Singer y el follón que se montó en su día con una pintura que ahora nos parece incluso refinada. Es una historia alucinante.

    Abrazo.

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    1. No Pitt, no pensaba en el surrealismo, que de esto en casa andamos bien servidos, sino de trasgresiones más cercanas que sustituyen las construcciones oníricas por provocaciones adocenadas y teatreras cuyo único fin es pasar un rato chuleando, alborotando y hostigando gratuitamente.
      La trasgresión tiene la enorme dignidad que le confiere ser, precisamente, un motor de la creatividad artística.
      El escándalo que provocó la pintura de "Madame X" nacía del puritanismo calvinista y corto de miras de una sociedad que aún hoy apenas entiende la trasgresión.
      Salud

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