lunes, 7 de abril de 2014

Síndrome de la frivolidad


Espejismo 2008
Halil Altindere.  Mardin (Turquía)  -1971

No se trata de una dolencia pasajera, es una enfermedad en toda regla y muy extendida, es una epidemia que recorre desde las instituciones hasta los medios de comunicación y está afectando gravemente a la ciudadanía.

Estoy refiriéndome a la frivolidad cultural, muy especialmente a la que se fomenta desde las instituciones catalanas y, por lo que veo, también en otras administraciones.

Los gestores culturales con carnet, se empeñan en “indagar en nuevos formatos que expliquen la cultura de forma innovadora

¿Debe explicarse la cultura? o simplemente lo que hay que hacer es educar en la escuela. ¿Debe explicarse la cultura de forma innovadora? o simplemente hay que transmitirla, tal como se ha venido haciendo desde el Renacimiento o mucho antes.

No hace demasiados meses, un responsable cultural afirmaba que la transmisión de la cultura que hemos venido haciendo desde la Ilustración ya no sirve.

Parece ser que ahora debe transmitirse la cultura de forma innovadora y para ello cuentan con unos individuos modernos, muy modernos, que disponen del carnet y del master adecuados y así, gracias a estos modernos nos facilitan el camino hacia la cultura frívola.

Ya no se necesitan ni los artistas ni los escritores, ya no hacen falta historiadores ni pensadores, sólo personajes mediáticos modernos, muy modernos, capaces de soltar una memez frívola para provocar la risotada. Son personajillos que medran por las redacciones de las televisiones y de los periódicos y ofrecen su preparación risueña, su faz divertida y su gracieta. Son personajes propensos a la juerga y al ji-ji, ja-ja.

Ahora pretenden explicarnos la cultura con chistes e imitaciones y, para que todo resulte más comprensible y para socializar la frivolidad, la presentan con la rapidez de las frases cortas y del zapping, evitando toda reflexión estética o de contenidos.

Los nuevos gestores culturales que tienen como cometido ‘explicarnos la cultura de forma innovadora’ parten del supuesto de que el receptor es un ser privado de conocimiento al que le cuesta asimilar su modernez y están convencidos que mediante la broma y el chiste fácil nos meterán la cultura en las venas; su cultura, la cultura frívola de la tontería supina.

No digo que la ligereza o la risa no formen parte de la cultura, pero hacer de la frivolidad una forma de transmisión de la cultura es una majadería reaccionaria.

Cuanto mayor sea el nivel de educación de la ciudadanía mejor se transmitirá la cultura y mejor se disfrutará. La educación de la sensibilidad en las aulas, desde el parvulario hasta la universidad es indispensable para que la cultura sea apreciada y dignifique al ciudadano libre.

13 comentarios:

  1. A major sensibilitat i coneixement, major nivell d'exigència per part de la persona i de la societat. De manera que, cal rebutjar o, si més no, posar en quarantena qualsevol directriu que emani dels poders establerts, ja que sempre procuraran el contrari, és a dir, esmussar i confondre el governat per millor sotmetre. La cultura abasta també la frivolitat, però mitjançant la frivolitat no es pot abastar la cultura.
    No sé si "el coneixement ens farà lliures", però no hi ha dubte que ens posa en camí de ser-ho, i no serà el poder el que ens ho faciliti.

    Salut, amic Francesc.

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    1. Amic Loam, estic convençut d'això de que "el coneixement ens farà lliures", o si més no ens posa en camí de ser-ho i no confio de cap manera amb el poder, doncs el poder no vol ciutadans lliures. Vull, però, deixar per escrit la ignomínia i la mala praxis de la gestió cultural, vull repetir una i més vegades que estem envoltats de idiotes amb carnet.
      Salut

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  2. Esta sociedad nuestra, cada vez más esperpéntica, tiende a estar en manos de expertos en márketing, payasos de circo y popes mediáticos. La cultura, el arte, la literatura, la música... no quedan al margen de esta maniobra horripilante. Apañados estamos.

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    1. Sí, amigo mío, sí. Es una sociedad esperpéntica y enferma. Convierten la cultura en espectáculo y en objeto mercantil y ponen al frente de la gestión cultural a unos graciosillos incultos que en el mejor de los casos sólo han leído la contraportada de un librito mediático. Esto es una inmundicia, no albergo ninguna esperanza.
      Salud

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  3. Fíjate que casualidad...de una denostada y maltratada Mancomunidad (a Cambó se le mira mal porque era de "derechas"), a empezarla a ensalzar en todos los medios por Enrique Prat de la Riba.. Hoy ya han salido panegíricos en la Vanguardia.
    esto promete

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    1. Miquel, mi querido Miquel, aquí puestos a celebrar centenarios se celebra hasta el de Lucifer y todo vale, sea del color que sea y vale aquello que antes decían que era malo, pues resulta que en este corralillo, nada, absolutamente nada, que sea del propio corralillo es malo. Un escritor esperpético que sea de la casa pues se eleva a los altares ya sea al altar de Sant Pere de Ribas o al de Frankfurt, una pintamonas aunque sea una pava tontaina o una acelga, si es del huerto de casa pues resulta que es buena, y aquí se trata de ir marchando de fiesta en fiesta y de centenario en centenario.
      Salud

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    2. Sí, sí... fiesta en fiesta, de centenario en centenario y de sobre en sobre, haciendo caja en fin, que no se montan esos corralitos para nada ¿eh?
      Salud!

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  4. Estimat amic, quanta raó que tens , pareix que en els temps que corren està vigent alló de “prohibido pensar”, ja no sols son la nova cultureta del fandango, ara damunt amb tota eixa manca de llibertats i adoctrinaments, la llibertad no es bona per educar i transmitir valors en contra d'alguns que ja sabem.
    Passa un bon día.

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    1. Amic Dapazzi, jo he fet referència només a la gestió cultural, però podem comprovar que aquesta frivolitat s'estén a tots els àmbits, el polític, el social, l'ensenyament, etc. Arreu tot és espectacle mediatic, però no hem de pensar que això és innocent, no, no i no, aquesta frivolitat s'acompanya d'adoctrinament i d'imposició del pensament únic.
      Salut

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  5. Es que no se puede añadir una coma a lo que dices. Pues sí, esto va camino de un totalitarismo social a marchas forzadas. Gestores culturales, comisarios de muestras, críticos que viven de la sopa boba de las instituciones, todos ostrando qué arte hay que consumir, qué escenarios, libros, visión de la cultura hemos de aclamar. Un asco grande.
    Fomentar el espíritu crítico, la diferencia, la opinión personal requiere unos ámbitos educativos, un pulso social de largas y altas miras. Y claro, educar personas libres y no dirigidas por el pensamiento único, es una abominación que se persigue; se les dejar fuera y si levantan la cabeza, hay que señalarles con el dedo y apartarlos de la vista.

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    1. Querida Amaltea, si no se mejora la instrucción, desde el parvulario hasta la universidad, esto no se arregla y, por lo que vemos, las instituciones no están por la labor educativa, más bien al contrario. El espíritu crítico, la opinión individual y el criterio razonado requieren reflexión y esfuerzo. Yo creo que sería interesante detallar con nombres y apellidos quiénes son y cuanto cobran los gestores culturales y los comisarios de exposiciones intitucionales o los encargados de montar el año, Espriu, el año Viñoli, el centenario 1714X2014, el año de la patata bollida, etc.
      Salud.

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  6. La tropa de los gestores culturales, comisarios y etc. que de algo tiene que vivir: del trabajo de los demás, claro, haciendo de intermediarios de lo que no se necesita.

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    1. Sí Casilda, podemos poner nombres y apellidos que conocemos a muchos que viven de la obra de los artistas y creadores, muchos que están muy cerca del poder y que viven de la sopa boba.
      Salud

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