Edward Krasiński, Interwencja, 1990.
Acrílico sobre tablero de fibra y madera y cinta azul.
© Grażyna Kulczyk
Collection. Foto: Bartek Buśko
Bebes el vino en copa
intacta,
la que te ofrece el viejo
Horacio,
y bajo la sombra olorosa
del mirabolano te sacias
con sus perfumes de verano.
Aprovecha la melodía
callada de sus hojas verdes
y no porfíes en intentos
de altos vuelos como una
alondra.
Que tu ensueño vuele a la
altura
que puedas alcanzar tu solo,
pero que no sepan jamás
por donde te encuentras volando.
Me gusta...
ResponderEliminarGracias Miquel, celebro que te haya gustado. Hace ya tiempo que escribí este poema. Probablemente ahora lo escribiria con fracturas, colisiones y deconstrucción.
EliminarSalud
Me pregunto si dira: entendido
ResponderEliminaraquel (la) a quien va dirigido
dichoso mensaje.
gusto de leerlo, querido Francesc
Andri Alba
No, querida Andri, yo no me pregunto casi nada y menos estas cosas.
EliminarSalud
Qué delicioso consejo, Francesc, y sabio.
ResponderEliminarSalud
Amigo Manuel, ahora no lo escribiría así, aunque la voz de Horacio siempre me seduce.
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