domingo, 8 de septiembre de 2024

El surrealismo es un bálsamo

 
Pez ojo. Volodimir Moldavskiy


Reconozco y valoro muy positivamente la fuerza del surrealismo, su capacidad de vencer cualquier ideología por más tosca que sea, valoro el poder que tiene para sustituir las intolerancias por imágenes vivas que nos descubren un mundo tan real que se extiende desde lo onírico hasta las ideas más despiertas y desacomplejadas. 

El surrealismo es algo así como un antídoto contra los venenos que nos inoculan las víboras manipuladoras de los setenta mil dientes solenoglifos.


Este es el caso de J.V. Foix, este surrealista, mitad escritor y mitad cruasán. Magnífico poeta que admiro mucho, cuya ideología me importa un rábano y que gracias a su surrealismo lo considero como uno de los más grandes poetas catalanes de la modernidad.


J.V. Foix


En su libro Sol, i de dol (1947) incluye un soneto cuyo último verso dice:

m'exalta el nou i m'enamora el vell                  [me exalta lo nuevo y me enamora lo viejo]

Es una auténtica declaración de modernidad amarga como la membrana de la vesícula biliar. 

Es una declaración como la que escribió Apollinaire (1880-1918), aquel poeta que había nacido en el Trastevere y que era mitad escritor y mitad batracio melancólico.



El surrealista Apollinaire visitó la exposición universal de París de 1900, reaccionó con impaciencia ante lo viejo y con una visión religiosa, sobrecogido escribió:

Al final te has cansado de este mundo anticuado.

Oh, Torre Eiffel, pastora, rebaño de puentes muge esta mañana

ya bastante has vivido en la antigüedad grecorromana.


Aquí hasta los automóviles parecen anticuados

sólo la religión sigue siendo flamante religión

sigue siendo sencilla como los hangares de Port-Aviation



En el límite del sueño, de la voz y del vuelo del moscardón, se mezcla la vanguardia y lo antiguo.

Ciertamente el surrealismo es un bálsamo.

4 comentarios:

  1. Que buena entrada y como comparto tus palabras.
    Efectivamente, para mí lo es.
    PD: Si tuvieramos que regirnos por la ideología y el comportamiento de los artistas, renegaríamos de todo Lope (censor e inquisidor); nos quedaríamos sin La familia de Pascual Duarte (censor); nada de Picasso (recibía en su estudio de París a los de la Gestapo); en absoluto Celine (antisemita); nada de Caravaggio (asesino); nada de Bretón, Eluard, Picabia, ni los componentes del grupo surrealista de la primera y segunda época (se intercambiaban las mujeres y eran unos puteros), fuera los Tin Tin (Herge era pro nazi)..y mil y mil más.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amic Miquel, la lista de los artistas y escritores que has citado podría ampliarse muchísimo. Algunos están encumbrados y lo están por su obra. Uno de los errores más grandes que se pueden cometer es juzgar con una moral de hoy, unos hechos o unos comportamientos de otro tiempo. Le Corbusier, Carlo Gesualdo, Stradela, Cellini, Mies, Foix... un larguísimo etcétera.
      Salud

      Eliminar
  2. Ese tiempo ,que va entre el sueño profundo y el despertar,que recuerdas ,que puede darte felicidad pero también dolor,duda,pesar,no me agrada.Puede ser que de lugar a obras de arte,poesía, que pueden agradar,pero que a mí no.Me produce inquietud,un mundo tenebroso,en el que no quiero entrar. Sólo mirar ese ojo me produce desasosiego.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amigo Car res, ya lo dicen: el sueño de la razón produce monstruos, yo añadirá que las ensoñaciones de la emoción agreden a la razón.
      Hay imágenes surrealistas que me producen tanto desasosiego como los atentados terroristas.
      Las imágenes surrealistas son sólo imágenes, los atentados terroristas son muertos y desolación.
      Salud.

      Eliminar