Sin miedo a equivocarme puedo anticipar el resultado de las elecciones generales que se celebrarán dentro de unos días en España.
Este
es mi pronóstico:
1)
Conocido el resultado de las urnas, todos
los partidos asegurarán que su acción ha sido decisiva.
2)
El resultado de las votaciones servirá
para formar un Parlamento que será incapaz de elaborar y aprobar unas leyes que
satisfagan a la mayoría de sus votantes. Como consecuencia, muchos votantes,
tarde o temprano, se arrepentirán de su decisión de voto.
3)
El gobierno que salga elegido del
Parlamento no arreglará los problemas del país.
4)
El presidente del gobierno elegido por las
fuerzas parlamentarias mandará muy poco -de esto ya se encargan otros- su poder
de decisión estará sometido a las presiones de los mercados.
5)
El presidente electo intentará hacernos
creer que manda mucho, incluso él mismo, se creerá que tiene un poder “de
facto”.
6)
El próximo presidente del gobierno se
rodeará de muchos aduladores, que cobrarán unos sueldos fenomenales que
pagaremos entre todos, algunos de estos pelotilleros harán el ridículo y todos recibirán
algún regalito.
7)
El gobierno elegido recurrirá, como es
habitual, al triunfalismo y a la alteración y opacidad de la información.
8)
La oposición nos hará creer que ellos lo
harían mejor y para ello, también recurrirán
al derrotismo y a la alteración y opacidad de la información.
9)
Los unos y los otros nos harán creer que
las ideologías están por encima del bien común. ¿Qué ideologías?
10)
El partido ganador creerá que todo el
monte es orégano, sin reparar que el orégano es un arbustillo que crece
asilvestrado en suelos pobres y territorios despoblados.
11)
Los partidos perdedores harán mucho ruido
removiendo el saco de las nueces, sin reparar que las nueces son pocas y
algunas están podridas.
12)
El votante que haya creído que alguien
puede recomponer el desaguisado político,
se dará cuenta, una vez más, de la dimensión de su ingenuidad.
13)
Los salvapatrias
continuarán apelando a las emociones y a las mentiras, a la manipulación de
la historia y al control ideológico de las aulas.
14)
Los que mandarán también tendrán la
tentación de recurrir a la emoción y a la mentira.
Seguro
que cualquiera de vosotros, utilizando el sentido común y relativizando todo
este batiburrillo de la política, podría añadir más predicciones a la lista.
Nos engañan antes y después de las elecciones y votamos a sabiendas de ello, pero, aun así, ejerceremos nuestro derecho de elección porque la LEY lo permite.
Algunos enajenados, manipulados por los discursos de los salvapatrias, también votan, aunque la LEY no se lo permita.
Es harto interesante el último párrafo: "Algunos enajenados, manipulados por los discursos de los salvapatrias, también votan, aunque la LEY no se lo permita".
ResponderEliminarEstos, supongo, son los que cumplen el parámetro del punto cuarto, que aun habiendo incumplido la LEY ejercen un derecho que no les debiera pertenecer.
Me ha gustado saber que da igual, que da lo mismo tanto si ganan como si pierden. Todos salen triunfadores.
Un abrazo
Miquel, muchos de estos embaucadores, de esos que nos dicen que hay que votar incumpliendo la ley, estos salvapatrias, no han leído los clásicos, no saben aquello de Cicerón que decía "seamos esclavos de la ley, para poder ser libres"
EliminarAhora esperemos el resultado de las urnas para ver, sin sorpresas, que todo va a seguir igual.
Salud
Y todo por votar al Gerente de una Gestoría administrativa, que dependía antes de Alemania y ahora de Bruselas.
ResponderEliminarSí, Puigcarbó, ya ves qué cosas pasan.
EliminarSalud
Pues espero que no se cumpla ninguno de esos puntos, porque hay que hacer muchos ajustes económicos, parar la inflación y rebajar el tipo de interés. Por supuesto sujetar la deuda. Nada de esos puntos son faciles
ResponderEliminarSaludos
Ay, amigo Car res, tengo muy pocas esperanzas.
EliminarSupongo que después de conocer los resultados, muchos serán los desengañados.
Salud
Yo solo
ResponderEliminartemo una
cosa , hay
que recordar,
hace cuatro
años, en un
mes como
este, se
celebraron
elecciones,
que se tuvieron
que repetir en
noviembre, espero
que esta vez no.
Parece que algunos se sienten muy a gusto con el espectáculo de las campañas electorales. Satisface a los medios de comunicación y a los tertulianos.
EliminarSaludos
Pero nada es nuevo, Francesc, ni en el resto del mundo ni a través de los tiempos. Pero si entráramos en matices veríamos que hay infinidad de Estados, naciones, países o como se quieran denominar que lo tienen mucho peor, incluso en el lado de representación formal. No obstante sabiendo los límites democráticos no estoy por verlo más negativo. Y que las ideologías cuentan hoy menos porque se les imponen los poderes fácticos, los de la Economía y la propiedad de los grandes, y también algunas sibilinas formaciones que siempre maniobran en la sombra, es un hecho. De todos modos las generalidades pueden nublarnos lo que hay, a pesar de todas sus deficiencias. Y yo no me voy a abstener en el voto, porque siempre siempre siempre puede llegar alguien que lo hará mucho peor y contra la misma sociedad. Pero hasta unas elecciones ponen a prueba nuestra inteligencia, la razonable, por supuesto, no la emocional. Un abnrazo.
ResponderEliminarAmigo Fackel, nada es nuevo, por esto es tan fácil hacer un pronóstico.
EliminarSi entramos en matices corremos varios peligros: que los árboles no nos dejen ver el bosque, que entre los árboles encontremos mucha hojarasca podrida, que descubramos las alimañas que se ocultan en la maleza...
Hoy las ideologías cuentan muy poco, ya desde el mayo del 68 se han ido quedando atrás, a decir verdad me importa muy poco la existencia de unas ideologías caducas que han pretendido siempre alcanzar una hegemonía y muchas veces utilizando la mentira y la manipulación.
Las generalidades no nublan nada, sólo hay que saber transitar de lo general a lo particular y transitar por el camino de la razón. Nuca he sido partidario de la abstención.
Abrazos
En esta ocasión todo ha sido más sencillo: el nacionalismo prófugo e interior va a marcar el devenir del país.
ResponderEliminarYa no hay que pensar en la corrupción, ya son directamente los delincuentes los que llevan la batuta.
Saludos.
Sí, Pitt, parece que importa poco la corrupción y la delincuencia. Al depositar el voto en la urna, el personal piensa en el espectáculo, la frase panfletaria.
EliminarPensar que la gobernabilidad de un país venga determinada por el capricho de un fugado de la justicia es algo irracional que puede producir mucho dolor.
Saludos