Los galanes florentinos de quattrocento tienen los cuerpos delgados y poéticos.
La delgadez de su cintura armoniza con los árboles ralos de las pinturas del Giotto y sus aljubas rojas, abotonadas y más bien cortas, contrastan con el azul “giottesco”.
El
gesto florentino que se mece con los jazmines de otoño fue representado por
Piero della Francesca, por Filippo Lippi y especialmente por su hijo Filippino
Lippi que aprendió en los talleres de Botticelli.
El joven Lippi era un amador y aunque comía poco, apreciaba los manjares sofisticados y los vinos de perfume lento.
Filippino trabajó con Perugino, Ghirlandaio y Botticelli, con ellos discutía sobre el neoplatonismo y aprendía de todos. Lloró por la muerte de Masaccio y para guardar el duelo hizo un ayuno de 33 días en el que solo comía unas bolitas de queso con manzanilla.
Después del ayuno, soportando el frío invierno florentino, comenzó a pintar la decoración de la Brancacci en la iglesia de Santa Maria del Carmine.
Adelgazó Filippino. Su figura replicaba el equilibrio de un cuerpo contrapposto que bien podría recordar la Tempestad de Giorgione.
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Me has traspasado a una época y, me has condicionado en su atmósfera.
ResponderEliminarMe imagino olores, aromas y efluvios. Venecia, Florencia y Roma. No dejo de lado Pisa ni Siena...
Todos los que citas (no se si estaban muy delgados o no), son artistas que han dejado huella y estilo propios. No se si la humanidad volverá a ver un renacimiento como aquel.
Un abrazo
Miquel, los artistas citados tenían un gusto exquisito. Imagino los talleres de Masaccio, de Botticelli y de aquellos ambientes neoplatónicos... en definitiva un ambiente de creatividad.
EliminarAbrazos
Una pérdida temprana y así y todo dejó un buen legado y su último trabajo inconcluso.Por lo que se dice Lippi fue tan amado en Florencia que muchas tiendas cerraron cuando se supo su defunción.
ResponderEliminarEste cuerpo contrapposto o opuesto era bello apesar de su rigidez; que más parece de escultura.
Los cánones de belleza que nunca acaban de gustar a todos...
Un abrazo
Amiga Bertha, ciertamente Lippi fue muy querido en Florencia, también Masaccio.
EliminarYa sabes que soy un enamorado del renacimiento. Creo que aquellos cánones de belleza no se han superado.
Abrazos
Filippino guardó un luto muy sentido, solo así se entiende el ayuno roto solo con las bolitas de queso y manzanilla. Fíjate que yo uso mucho florentino como adjetivo y referido a personas retorcidas que nunca muestran sus cartas. En cambio, intuyo que el artista Filippino era un joven candoroso y tan hermoso por dentro como por fuera.
ResponderEliminarAbrazo
Amiga Marga, comprendo el duelo de Filippino. No sé si después del ayuno adelgazó tanto que quedó con la piel en los huesos.
EliminarAbrazos
Este texto ya lo quisiera para sí un Vasari; me gustó.
ResponderEliminarAmigo Fackel, exageras mucho. Vasari era un sabio. Él conocía muy bien aquellos cuerpos florentinos.
EliminarSaludos
El retrato es una de las conquistas -más bien reconquista. Pienso en esos retratos de gente corriente hallados en Pompeya- del Renacimiento. También el valor del artista como ser de carne y hueso con nombre concreto.
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Cayetano. Son retratos magníficos.
EliminarDe aquellos florentinos conocemos sus andanzas, su aspecto gracias a multitud de representaciones y hay mucho escrito sobre sus vidas. El libro de Giorgio Vasari "Las vidas de los más excelentes pintores, escultores y arquitectos" nos da una información valiosísima. La segunda edición ampliada(1568) "Le vite de' più eccellenti architetti, pittori et scultori italiani" es un libro casi imprescindible.
Saludos
"Cuerpos poéticos" Original adjetivo aplicado a hombres.
ResponderEliminarUn abrazo
Amigo Luis Antonio, al ver las obras de los grandes artistas del renacimiento podemos hablar de "cuerpos poéticos". Quizás no sean carne poética, supongo que tenían sus perigallos y algunas excrecencias vulgares, pero aquellas representaciones artísticas los convierten en poesía.
EliminarUn abrazo
De hecho, estaban hechos para evitar la famosa estocada...
ResponderEliminarQué buen texto.
La estocada florentina.
EliminarGracias Pedro.
Viendo la imagen uno sabe que eran figuras del mundo pero de la belleza. Además capaces de tener los más profundos sentimientos de tristeza o respeto. El renacimiento en Italia no creo que se iguale.Ni ahpora ni ...
ResponderEliminarSalud, Francesc.
Amiga Anna. Pura belleza objetiva. Soy un ferviente admirador del arte del Renacimiento.
EliminarSalud