miércoles, 23 de septiembre de 2020

Un inventario

 Retrato de Valentina. Roland Penrose


Entre los escombros de la ciudad decrépita
no encuentro las huellas de lo sagrado,
ni las fachadas conservan la señal de la melancolía,
solo garabatos de colores acabados.

La desolación habrá terminado cuando ya no podamos mejorarla.

El paisaje del suburbio conserva el rastro estigmatizado 
de las navajas y los puños americanos.

En el parque, esferas rotas de hormigón,
pedestales y estatuas caídas.
En los bulevares, restos de instalaciones,
asfalto cuarteado y tubos de cloacas
por donde corretean las ratas.

A resguardo de la intemperie:
         camastro y colchón roto,
         palangana con vendas y jeringuillas,
         cortinas rasgadas,
         juguetes rotos de niños
         juguetes rotos de adultos
         juguetes para niños rotos
         juguetes para adultos rotos
         libretas amarillentas
         fragmentos de azulejos
         humedad moribunda
         y el libro de la infidelidad.

Expuesto a la intemperie:
         calzadas y aceras troceadas
         mampostería concertada
         rótulos de carnicerías y de escuelas
         puertas cerradas de geriátricos,
         cascos de motoristas,
         persianas desvencijadas de aluminio,
         barandillas oxidadas,
         coches desmantelados,
         tuberías y cables eléctricos,
         aleaciones de cobre y plástico,
         y el libro de la traición.

El inventario se completará cuando acabe de perfeccionarse la barbarie.

14 comentarios:

  1. Muy duro.
    No se si es una percepción del devenir, aunque presupongo que hay lugares (ahora me viene Haití a la cabeza), que ya es un hecho cotidiano.

    Un abrazo

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    1. Miquel, yo creo que poco a poco nos vamos acercando a estos escenarios.
      Abrazos

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  2. felicitaciones me has maravillado con tus textos

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    1. Gracias, Recomenzar, celebro que te haya gustado.
      Sigo tu blog, hay una gran creatividad
      Saludos

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    1. Amigo Cayetano, esto es un inventario imaginado. Después de los inventarios vienen los balances.
      Abrazos

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  4. La barbarie no se merece un inventario. Sí un desalojo.

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    1. Amigo Fackel, la barbarie azota, hagamos o no inventario, luego vendrá el balance y me temo que sus resultados serán dramáticos.
      Salud

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  5. Y tu poema me ha recordado algunos, tantos, de Jacques Prévert.

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    1. Él era más anarquista que yo. Creo que albergaba alguna esperanza.
      Salud

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  6. Panorama desolador. Espero que no sea premonitorio.

    Un abrazo

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    1. Tengo pocas esperanzas, amigo mío, el panorama es triste y pinta muy mal.
      Abrazos

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  7. Lo curioso es que siempre, incluso en los más apocalípticos escenarios, siempre hay plantas que rompen el asfalto con la fuerza de la Vida. El mundo se transforma y avanza, aunque este egocéntrico ser que llamamos persona se quede en el camino...
    Un saludo.

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    1. Sí, amigo mío, la vida siempre renace hasta en los ambientes más inhóspitos. Pero nos preguntamos qué clase de vida.
      Saludos

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