lunes, 21 de septiembre de 2020

James Stirling


Aunque nunca fui un mitómano ni me dejé convencer por argumentos de autoridad. En mis años de estudiante de arquitectura escuchaba lo que decían los arquitectos más famosos y experimentados. Asistí a muchas conferencias. Me interesaba ver cómo justificaban sus proyectos. Escuché también muchas majaderías. Muchas de sus obras eran de gran calidad y no necesitaban de ninguna justificación, la obra se justificaba sola y las palabras de su autor sobraban.


Podía pasar de todo: que un arquitecto justificará una desgracia arquitectónica, que un argumento mojigato intentará explicar una obra excelente o que algunas argumentaciones divagaran entre ideología y moral. Aun así, me atraían las manifestaciones de los grandes arquitectos.

 

En una ocasión asistí a una conferencia de James Stirling (1926-1992), el arquitecto escocés autor de la famosa Facultad de Historia de la Universidad de Cambridge.


 Sir James Stirling, con toda su obesidad desparramada detrás de la mesa de conferenciante, dijo que la buena arquitectura debe expresar el uso que tiene la obra, que todos los elementos arquitectónicos deben comunicar precisamente el uso del edificio. Puso el ejemplo de su Facultad de Historia y dijo que un por tratarse de un edificio donde se investiga y se estudia la historia deben organizarse los espacios, la estructura y la composición de fachadas de manera que recuerden o aludan episodios históricos de diferentes épocas.

Escuché esta explicación de Stirling y le pegué un codazo al compañero que se sentaba al lado, me contuve la risa y pensé en una fábrica de hamburguesas, ¿cómo deben ser las fachadas de una fábrica de hamburguesas?, ¿cómo debe proyectarse la estructura de un matadero de cerdos?, ¿serán pilares en forma de salchicha y vigas colgantes en forma de jamón?


Al salir de la conferencia, el compañero de asiento me dijo: has visto que gordo está Stirling, algunos dicen que su estilo es brutalista.

10 comentarios:

  1. Una bobada como una casa -ya que hablamos de arquitectura-, la de este señor Stirling. Hay que dejar espacio para la imaginación de cada cual. Sugerir está bien, pero darlo todo masticado y digerido ya es pasarse de rosca. No hace falta ser tan evidente. Eso, solo ocurre en Las Vegas o en los mal llamados parques temáticos.
    Saludos.

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    1. Amigo Cayetano este arquitecto está considerado como una de las glorias de la arquitectura británica. Sus edificios no me gustan, a mi entender son un ejemplo de una arquitectura engreíada, precisamente es un ejemplo de arquitectura brutalista.
      Saludos

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  2. Amigo Francesc.
    Ya sabes mi opinión sobre este tema, lo hemos hablado en muchas ocasiones, cuando estaba en la cadena de mando no daba nunca explicaciones. Nunca.
    El argumento era contundente. Si uno ordena una cosa bajo su responsabilidad y da las pertinentes explicaciones, siempre habrá alguien, siempre, que te dirá su opinión. Opinión que será contraria a la tuya. Si le haces caso perderás autoridad y harás que el resto de la plantilla desconfíe de tus órdenes. Además, sino le haces caso y das explicaciones, tampoco lo convencerás y estarás demostrando debilidad.
    Es una pérdida de tiempo si la responsabilidad del mando es tuya.
    Una vez, un encargado de una sección vino altaneramente, delante de una cuadrilla de obreros, a contradecir lo que yo había ordenado (mi intención era maximizar recursos que veía se perdían). Nada más empezar la perorata, y en voz alta le dije: "no me de consejos, deje que me equivoque sólo".
    Un abrazo y si, ¿Cómo serán los pilares de una fábrica de embutidos?...eso pasa por dar explicaciones ¡¡¡
    Salut

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    1. Ya sabes Miquel mi opinión sobre el ejercicio profesional de la arquitectura. El arquitecto debe proyectar un edificio según los principios vitrubianos: solidez, adecuación al medio y belleza. debe hablar menos y proyectar mejor, dejarse de explicaciones, debe aparcar su vanidad y calcular bien las estructuras y dimensionar bien los espacios y hacer una buena construcción, evitar majaderías y fantasías personales.
      Saludos

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  3. Entre Valladolid y Tordesillas hay un edificio monumental que parece un centro secreto de alto espionaje y no es más que una de las mayores fábricas de botones de Europa. O eso dicen...

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    1. No conozco el edificio, supongo que no tiene forma redonda con cuatro agujeros en medio.
      Saludos

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  4. Supongo que a lo que se refiere Pedro es a este edificio:

    https://www.pria.es/hislabor/

    Sería más hermoso si imitara un botón, sin duda. Pero no solo fabrica botones sino muchas clases de fornituras, véase:

    https://www.aybhislabor.com/es/inicio/

    Lo que más gracia me hace es esa especie de peristilo en la fachada.

    Del tal Sterling no había oído hablar, pero si es brutalista habrá que añadirle historicista, para remate.

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    1. Amigo Fackel, este edificio parece una nave caída en medio del páramo. Tiene buen aspecto.
      James Stirling fue un arquitecto con mucho marketing, su forma de desparramarse sobre el asiento ya parecía un edificio brutalista desparramado sobre el entorno.
      Salud

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  5. No sé si es una leyenda urbana, pero tengo entendido que Stirling tuvo que girar toda la planta 90 grados una vez acabado ese brillante proyecto de la Facultad de Historia de la Universidad de Cambridge que citas y fue... ¡porque no cabía en el solar! Y el hombre lo hizo sin modificar ni una línea de su proyecto inicial, lo cual es muy llamativo y bastante aberrante, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de una biblioteca situada en un lugar estratégico.

    Pero no debió de importarle mucho a nuestra estrella, porque "aquí estoy yo". Lo que más se recuerda de ese edificio, en el que no he estado, es esa especie de monumental zigurat acristalado que da luz a la sala de lectura. Ahí abajo te debes de sentir muy pequeño leyendo, congelado en invierno y refrito en verano; eso si no necesitas un paraguas cuando llueve, lo digo por las goteras que caían ya desde el día en que se inauguró (el hombre debía de pensar que en Cambridge no llueve). Todo esto costó una millonada solucionarlo: el sellado de ese complejo acristalado (cuya limpieza debe de ser "per llogar cadires") y los sistemas de aire acondicionado que hubo que instalar para que el clima allí dentro fuera mínimamente soportable.

    Muy espectacular, sí, pero en los años ochenta estuvieron en un tris de echarla abajo, como consecuencia de haber estado pensada con "salva sea la parte" y crear más problemas de los que solucionaba al campus.

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    1. Amigo GranUribe, no conocía lo del giro de la planta para que cupiera en el solar. Es un error de antología.
      El edificio está mal proyectado, obedece solamente a la vanidad de un arquitecto de campanillas. Este edificio de la Facultad de Historia es el más famoso y cualificado de los de Stirling y resulta que es un desastre de goteras, de mala orientación, de desconocimiento de la construcción, en fin, una desgracia.
      Salud

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