Aux dieux des plaisirs et des arts j'offre les instants de ma vie...
Habían rechazado la gracia como elemento contrapuesto a la “belleza ideal” y en pocos compases se convirtieron en románticos.
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Ya sabes que soy parco en estética, intuyo lo que quieres decir, pero no estoy seguro.
ResponderEliminar¿ Me acercas un poquito más la idea ?
Gracias ¡
Miquel, el neoclasicismo, rechazaba la gracia, el pintoresquismo, lo sublime tal como lo definía Pseudo Longino.
EliminarAires prusianos trajeron poemas románticos que se extendieron casi hasta el mar etrusco.
Salud
Ahora si. Supongo que nos costará levantar cabeza.
ResponderEliminarUn abrazo y otra vez gracias.
salut
Aunque hoy lo humano me aturde, reclamo una estética de proporciones humanas,
EliminarSalud
Nunca he podido con el neoclasicismo, que además algunos totalitarismos se empeñaron en prolongar con sus matices en el siglo XX. Bueno, en realidad toda emulación de estilos del pasado en el siglo XIX o XX me han parecido siempre pastiches. Gracia ausente y belleza de mentirijillas e impostada.
ResponderEliminarCreo no haber leído nada de Jean-François de Saint-Lambert, que debe ser el autor de esos versos, ¿no?
Del neoclasicismo solo critico algunas desproporciones que sólo se pueden justificar por su afán de monumentalidad. Esto tuvo graves consecuencias en el siglo XX.
EliminarConocí Jean-François de Saint-Lambert por Rosario Asunto.
Saludos
El Neoclasicismo pone demasiado énfasis en la monumentalidad y muchas veces presenta unas contradicciones constructivas espantosas –véase le Madelaine de París subida sobre un estilóbato mal justificado, por no decir la contradicción del frontón-, esta monumentalidad fue explotada por los arquitectos del III Reich, era muy del gusto de Speer, también la arquitectura franquista abusó de estas desproporciones.
EliminarSaludos
Bello fragmento del neoclásico ( ignoro el edificio), y retomo su idea principal; asumir como modelo ideal de belleza el estilo clásico grecorromano, imitan aquello… más no lo copian, pues no pretenden hacer con exactitud lo que admiraban, sino dotarlo con la sensibilidad presente. Hay que matizar siempre entre imitación y copia.
ResponderEliminarY ya que tengo cerca un magnífico libro del jesuita y Humanista español Esteban de Arteaga, te dejo esto Francesc:
“De lo que se infiere: 1.º Que lo que se busca en las producciones de las artes no es la copia, que exige conformidad perfecta, sino la imitación. 2.º Que lo que el público admira en ésta no es la sola semejanza con el original, sino la dificultad vencida. 3.º Que para hacer resaltar el mérito de la dificultad es necesario disimular y suprimir no pocas circunstancias de la verdad. 4.º Que la admiración es tanto más grande cuanto es más indócil el instrumento de que se sirve el artífice y mayores los obstáculos superados en la imitación. (…)
“Investigaciones sobre la belleza ideal”, Esteban de Arteaga, (del cap. 1; De la imitación, y en qué se disntigue de la copia.)
Un abrazo, Francesc.
Amigo Paco. Encuentro en la estatuaria grecorromana una de las más altas expresiones de la belleza. Soy más clásico que romántico y entiendo que la belleza está en “la cosa en sí” como diría Kant. Otro asunto es la percepción personal y la emoción particular tal como la entendían los románticos. Así pues, bajo el punto de vista clásico, resulta completamente adecuado y pertinente la imitación del modelo, aunque este sea una tipología, un módulo o un sistema de proporciones. Ahí están los órdenes clásicos, a partir de aquellos capiteles magníficos se han levantado unos edificios bellísimos, imperecederos a pesar de la degradación de las piedras, pues su proporción queda impresa en nuestras mentes.
EliminarEsas “Investigaciones sobre la belleza ideal” de Esteban de Arteaga las encuentro muy inteligentes y acertadas. El segundo punto que has transcrito es muy “jesuítico”, me gusta y te agradezco traigas aquí ese texto.
Agradezco tu comentario.
Abrazos
Puestos a elegir me quedo con la belleza...
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo contigo, amigo Luis Antonio. Yo también me quedo con esa belleza libre de estorbos y aditamentos.
EliminarSalud
La vida tiene esas cosas, que no todo sale como planeado.
ResponderEliminarUn abrazo
Myriam, como dice la canción: "la vida nos da sorpresas, sorpresas no da la vida"
EliminarAbrazos
Deberíamos regresar a la ilustración para recomenzar el camino de nuevo.
ResponderEliminarAmigo Pedro, solo una nueva Ilustración puede barrer esta sinrazón que nos invade.
EliminarAbrazso
Suele ser una tendencia que se da a través de los tiempos: la alternancia de fases de equilibrio y mesura con las de "desparrame" y exceso. La ley del péndulo que dicen.
ResponderEliminarUn abrazo, Francesc.
Amigo Cayetano. Los estilos se suceden. A un periodo de exaltación estética le sigue casi siempre una decrepitud y surgen los estilos tardíos que se caracterizan por una belleza decadente, melancólica y acomodada que parecen reclamar una nueva revolución estética, ésta lo primero que hará será aborrecer y proscribir el estilo anterior y, seguidamente, volver a empezar con un lenguaje exaltado... y así sucesivamente.
EliminarTodo este va y ven discurre con el telón de fondo imperecedero de los clásicos.
Abrazos