Femme au citron (1947). Francisco Bores López
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He aprendido a controlar las proporciones.
Puse diez piedras iguales
debidamente apiladas
y la columna fue delicada
más esbelta y poco firme.
Coloqué nueve piedras y media,
una encima de otra, y la columna adquirió
una apariencia elegante.
Seis veces piedra sobre piedra
y construí una columna sólida.
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En los mármoles se ha conservado
la proporción humana:
he ahí las medidas sagradas.
EVOCACIÓN
La mirada fría de Caronte contemplaba
la luz de la escarcha ardiente,
mientras el ocaso de otoño
depositaba sobre las losas de mármol
una señal magnética de madreperlas.
Iridiscencias de grasa y sangre
que los muertos habían dejado
en las cuadernas de la barca.
F.C.
del poemario "Órdenes clásicos"
Todo tiene proporción y esta es necesaria incluso en los actos y el lenguaje.
ResponderEliminarCuando un acto es ampuloso, arrogante o soberbio, le solemos llamar desproporcionado.
Amic Miquel, en estos poemas de la serie "Órdenes clásicos" muchas veces me refiero precisamente a la proporción, tal como la entendían los greco-romanos o los teóricos del Renacimiento.
EliminarSalud
Ambos los dos absolutamente fantásticos!!!
ResponderEliminarEl primero me ha parecido un concurso y mágico recorrido por la escultura humana , desde sus inicios primitivos al Renacimiento...( perdón, si nada que ver con esta idea )
El segundo un preciosísimo adiós a alguien q cruza la laguna Estigia
Un beso FRANCESC, me ha encantado, gracias, buen finde!
Muchas gracias, María, celebro que te hayan gustado.
EliminarLa laguna Estrigia es un lugar fatídico.
Abrazos mil.
El cuadro ideal
ResponderEliminarpara una casa
cueva , que en
mi tierra las
hay a montones,
en la zona cumbre .
Amigo Orlando, yo no pondría un cuadro como este en un espacio doméstico.
EliminarSaludos
Me quedé extasiada con la lectura de esta entrada. Un abrazo. Vengo a visitarte desde mi blog Pasatiempo que es el único que he activado.
ResponderEliminarAmiga Chelo, celebro que te haya gustado este escrito, forma parte de un conjunto que he llamado "órdenes clásicos".
EliminarNo conocía tu blog Pasatiempo, ahora iré a visitarlo, siempre me gustan tus escritos.
Abrazos.
Francesc:
ResponderEliminarcreo que todos buscamos la simetría y la proporción. Incluso la mirada hace que queramos ver simetrías en el desorden.
(Escribí un comentario en su entrada sobre la lengua catalana, pero se ha debido perder en el ciberespacio. Suele pasar en muchos blogs).
Salu2.
Amigo Dyhego, he visto que tu comentario había ido a parar a la carpeta de spam, lo he recuperado y lo he publicado.
EliminarEn efecto, buscamos la simetría, seguramente porqué ya la llevamos en nuestro cuerpo.
Saludos
Bien por Francisco Bores, un gran artista, bastante olvidado. La composición de esta obra, que yo tampoco expondría en mi espacio doméstico (ya sé que tú ni ésta ni ninguna), es muy buena.
ResponderEliminarEstos poemas sobre los órdenes ya sabes que me gustan, comparto contigo el amor por los órdenes clásicos, desde el Partenón (conjunción de elegancia, matemática y precisión) hacia aquí. Especialmente el dórico, (el anterior al Partenón, tipo Paestum, menos), pero no rechazo ninguno. También me gusta la EVOCACIÓN.
Un abrazo
Sí, Gran Uribe, un buen artista, Bores fue más considerado en Francia que en España, algo que ha ocurrido muy frecuentemente. Eso de que los cuadros se entrometan en mi casa se no me gusta, prefiero las paredes vacías, un día pondré en este blog una foto de mi único cuadro que tengo en casa mide 6 x 6 cm. además, es una insignificancia artística, algo bastante ridículo.
EliminarMe ha costado mucho decidirme por poner en el blog estos poemas de los "Órdenes clásicos", poco a poco iré poniendo otros.
Salud