Matilde Ucelay Maórtua
(1912-2008) fue la primera mujer arquitecto en España. Obtuvo el título en 1936 (Escuela de
Arquitectura de la Universidad de Madrid).
Además
de los estudios de arquitectura, Ucelay estudió piano. Perteneció al Lyceum
Club Femenino, asociación cuyo objetivo era la defensa de los intereses de la
mujer. Fue fundadora de la compañía de teatro Anfistora.
Matilde
Ucelay formó parte de aquella generación de mujeres avanzadas que lucharon con
mucha inteligencia para abrirse camino en el campo de la técnica y de la
ciencia.
“Las mujeres, si no tienen independencia económica, no tienen libertad“, decía con frecuencia.
Ejerció
la profesión de arquitecta durante más de 40 años, proyectando más de 120
obras. Aunque la mayoría de sus proyectos son de viviendas unifamiliares, también
proyectó y dirigió obras industriales, laboratorios, comercios, almacenes, etc.
Algunas de sus obras se construyeron en el extranjero.
Los
proyectos eran desarrollados por ella misma con solo la colaboración ocasional
de un aparejador. Tenía una enorme disciplina de trabajo, dedicaba las mañanas
a la dirección y visita de obras y por las tardes desarrollaba los proyectos, dibujaba
planos, cálculos, mediciones, etc. Cabe destacar su extraordinario cuidado en
la selección de materiales y en el desarrollo de los detalles constructivos.
Formaba parte de aquella generación de arquitectos que consideraba la
construcción como el elemento esencial de la arquitectura.
Acabada
la Guerra Civil, Matilde Ucelay fue depurada por la Dirección General de
Arquitectura y condenada en Consejo de Guerra a inhabilitación perpetua para
cargos públicos y, durante cinco años, para el ejercicio privado de la
profesión. Como consecuencia de ello nunca recibió encargos públicos y sus
primeros proyectos no pudieron llevar su firma.
La inhabilitación duró hasta 1945. Durante el tiempo que estuvo inhabilitada continuó ejerciendo su profesión aunque los proyectos los firmaba su amigo Eugenio Botella.
Su
trayectoria profesional le valió el Premio Nacional de Arquitectura 2004.
Que buena entrada ¡.
ResponderEliminarMe has de perdonar, pero no sabía nada de ella. Es la primera vez que leo algo, y me he ido al Google a ver si encontraba alguna muestra de su ingenio como arquitecto, pero loprimera que me ha impresionado ha sido...su rostro. Es modiglianiano ¡, y me ha llamado poderosamente la atención por su personalidad.
He seguido por sus obras, que es lo que quería en un primer momento y he visto un par que no se su título (no lo pone), pero que me han agradado mucho.
Gracias por traerla
Salut
Miquel, Ucelay fue una buena arquitecta, trabajó mucho a pesar de las dificultades con que se topó.
EliminarNo he conseguido ninguna foto de sus obras. Creo que fue en revista de arquitectura "Nueva Forma" donde había visto unos planos.
Salud
En Google imágen hay varias, incluso hay un plano, pero no pone el nombre del edificio.
ResponderEliminarSalut
Miquel, busqué en Google y no me decidí a poner la información, porque no tenía la referencia del edificio.
EliminarSalud
¡Muchas gracias por recordarnos a esta pionera! Matilde Ucelay, por cierto, vivió y tuvo su estudio durante cuarenta años en el ático del Edificio Castaño (1930), de la calle Alcalá, proyectado por Miguel Ángel García Lomas —padre del que fue alcalde de Madrid a finales del franquismo— y Jesús Martí. Es un edificio estilo barco que recuerda bastante al Edificio Capitol (Carrión) de Martínez-Feduchi, por su arquitectura y su ubicación como bisagra (del Capitol hablaba en https://granuribe50.blogspot.com/2016/06/no-inquietarse-por-el-edificio-capitol.html) y a otros de Gutiérrez Soto.
ResponderEliminarAmigo Granuribe, creo que hay que recordar a estas mujeres que tanto tuvieron que luchar por ejercer su profesión.
EliminarGracias por la información.
Trae buena información del personaje el siguiente enlace:
ResponderEliminarhttp://polired.upm.es/index.php/cuadernodenotas/article/viewFile/2083/2155
Gracias amigo Granuribe
EliminarAlguna vez había oído hablar de ella, en tiempos recientes, claro. Maldito pasado que condenó a más de la mitad de la Humanidad a la insignificancia con lo significante y significativa que era. Malditos todos los que impidieron el saber y la realización de la mujer a través del mismo. Y pensar que algunos de hoy anhelan otras épocas...
ResponderEliminarAmigo Fackel, sí, Ucelay tuvo que ejercer su profesión en aquel maldito pasado y además, después de la Guerra Civil fue depurada.
EliminarSalud
Muy valiente y muy buena en sus capacidades tendría que ser para destacar en aquellos tiempos tan difíciles en ciertas profesiones copadas por los hombres.
ResponderEliminarSaludos, Francesc. Cuídate.
Amigo Cayetano, esta es una profesión muy difícil, requiere tomar decisiones responsables a cada momento, meterse en este berenjenal de planos, cálculos y obras exige mucho esfueerzo. Ucelay fue una gran arquitecta que salió adelante asumiendo tanta responsabilidad en tiempos tan difíciles.
EliminarSalud
No conocía a esta mujer precursora de la independencia y la lucha en la universidad ante una carrera científica que considero difícil. Hubo en esa época maestros por ejemplo peró casi imposible para una mujer acceder a estudios de medicina, arquitectura, ...
ResponderEliminarDigna de elogio y agradecimiento.
Su frase "Las mujeres, si no tienen independencia económica, no tienen libertad" es para mi una de las ideas que una mujer debe tener claras, incluso hoy día y siempre. La he ejercido toda mi vida y lo seguiré haciendo.
Gracias por esta entrada Francesc Cornadó.
Salud.
Anna Babra
Amiga Anna, en todos los oficios hay una gran cantidad de profesionales que permanecen en la sombra, lejos de la fama y olvidados del circo mediático, a pesar de el gran esfuerzo que le requieren sus responsabilidades. Esto es así, ahora y en tiempos de Ucelay. Trabajo, trabajo y trabajo y muchas veces a la sombra. Ucelay salió adelante con esfuerzo, en tiempos difíciles para las mujeres. Hay que decir, sin embargo, que en la posguerra muchos arquitectos también fueron depurados como Ucelay. Ahora nos corresponde elogiarlos y con mucho merecimiento y además a doña Matilde Uceley que fue un ejemplo de lucha.
Eliminar"Las mujeres, si no tienen independencia económica, no tienen libertad", cómo debe ser, y esto se consigue con mayor educación, con estudio, con esfuerzo constante, con respeto y sin aspavientos, con una alerta continuada, haciendo el trabajo bien hecho y tendiendo una red de complicidades sociales, exigiendo la consideración indispensable.
Salud.
Muchas gracias por traerla a tu blog, Francesc. Un abrazo
ResponderEliminarAmiga Vicky, nada que agradecer, Ucelay merece ser recordada, ella y todas las mujeres esforzadas que salieron adelante en tiempos tan difíciles a a todas aquellas que llevan a cabo una actividad de tanta responsabilidad.
EliminarAbrazos