Sede
central del HSBC (Hong Kong)
Arquitecto
Norman Foster
Interpretar
la caída como una pérdida de cualidades o como un deterioro físico o mental,
supone la aplicación de un cierto grado de subjetividad.
Asociamos la caída a un tránsito que va de arriba abajo. Una precipitación que los románticos la temían al borde del acantilado.
Asociamos la caída a un tránsito que va de arriba abajo. Una precipitación que los románticos la temían al borde del acantilado.
Aquel
desplome es un declive sistémico hacia el pozo.
Al
fondo de pozos y de cavernas la luz es escasa. Allí, la oscuridad invade las
cosas y se apodera de las mentes.
¡Luz, más luz!, reclamaban los ilustrados.
¡Luz, más luz!, reclamaban los ilustrados.
La
pérdida de claridad la percibo como una distopía donde queda excluida toda
grandiosidad artística, toda virtud y todo goce.
Hay,
sin embargo, otros lugares distópicos, donde la luz es exigua, donde las
nieblas de la sinrazón inundan los corazones. Son lugares de pasión, de
mentiras programadas, de engaños interesados, de superstición, de fanatismo, de
intolerancia que se extienden sobre las ciudades y los territorios virtuales.
Desde
lo alto del acantilado romántico o desde cualquier atalaya higt-tech es
imposible divisar una lucecita entre el estiércol de Occidente o entre la
miseria del Tercer Mundo.
Caminando
por el borde del acantilado sin apenas luz que guie nuestros pasos, la caída es
inminente.
No albergo ninguna
ilusión, ni ningún optimismo.
Nota:
supongo que todos sabéis cómo encender una hoguera que nos proporcione un poco
de calor y de luz.
En estos tiempos tan complicados siempre son bienvenidos los brotes de luz y de calor. Sobra la frialdad.
ResponderEliminarUn abrazo, Francesc. Cuídate.
Tiempos complicados, amigo Cayetano, creo que la frialdad, creo que en el frío se acomoda muy bien este virus maldito.
EliminarSalud
Prometeo robó el fuego de los dioses. Hagamos que siga vivo. El Ave Fénix resurgió siempre de sus propias cenizas. Puede hacerlo de nuevo.
ResponderEliminarNB. Seguro que las grandes corporaciones -industriales, financieras, etc.- tienen muy clara la luz. No son nada románticos. Aunque tengan oscuridades buscan dónde iluminar los espacios y cómo. Bill Gates lo sabe, sin duda, y no solo él.
Amigo Fackel, siempre hemos resurgido de las cenizas, como el Ave Fénix, lo que ocurre, sin embargo, es que no tenemos la cerdeza de que el ave renacida sea más amable, puede ser que sea una ave de rapiña.
EliminarSean románticas o clásicas, las grandes corporaciones, ellas van a sus intereses, tienen el poder y lo ejercen a su beneficio.
Salud
En atención a la nota:
ResponderEliminarYo no se cómo encender una hoguera que me proporcione un poco más de luz, pero si se como apagar las que me deslumbran.
Hay un botón que pone "off" en el mando de la tele. Ese botón está en todos los mandos. Si se aprieta con suavidad se apaga la luz de la pantalla, que no es más que una hoguera, que está llena, como en la peli, de vanidades, de mentiras, de discursos fatuos, de hombres trajeados y mujeres Rayanair encremadas.
Por cierto y sobre los pozos, hay quien ha tocado fondo y sigue cavando.
Salut, amic Francesc.
Amic Miquel, encenderemos la hoguera interior de la belleza, nos adaptaremos, reforzaremos los lazos de amistad, eliminaremos todo lo superfluo, igual que hemos eliminado toda esperanza.
EliminarVolver a la normalidad sería volver al error.
Salut
ResponderEliminar...La poesía nos salvará de la oscuridad?...
Nos salvará de la sinrazón, de la inhumanidad, de la vulgaridad... Nos salvará del miedo?...
No sé, amiga Soco, si la poesía nos puede sacar de la oscuridad o de la inhumanidad. En cuanto a la sinrazón y de la vulgaridad, la cosa cambia, pues encontramos mucha poesía irracional y vulgar, pésimos versos que hacen ostentación de un sentimentalismo adocenado y de una vulgaridad intelectual de la peor estofa.
EliminarCreo que la poesía nos protege contra el miedo, sí, la belleza es un escudo protector.
Tengo poca esperanza, vemos como a lo largo de la historia la oscuridad ha inundado las mentes y la sinrazón y la inhumanidad han ido perfeccionando la barbarie a lo largo de los siglos.
La poesía, sin embargo, persiste, nos acompaña por este camino de zarzas.
Saludos
Siempre habrá una ráfaga de aire que nos despeje... digo yo.... o mejor dicho, creo yo...
ResponderEliminarUn saludo
Supongo, amigo Temujin, que tarde o temprano soplará un airecillo favorable, esperemos que este viento no se lo lleve todo por delante.
EliminarAbrazos
Te veo un poco decaído, amigo Francesc, tú para quien la belleza es fundamental. Sumérgete en ella y déjanos a los demás que disfrutemos de tus publicaciones.
ResponderEliminarNo, Viky, no estoy decaído, tengo un buen humor que no se lo salta ni un torero, lo que ocurre es que soy un escéptico empedernido, diría que un escéptico fundacional.
EliminarLa belleza mantiene mi buen estado de ánimo, también la ironía ayuda.
Saludos
Curiosamente, en algunas formas de vanguardia escénica la caída se interpreta siempre como elevación...
ResponderEliminarMás luz, más ilustración, más razón, más ciencia.
Amigo Pedro, una revolución ilustrada es, quizás, la única revolución que alcanzo comprender.
EliminarSalud