Cuatro faros de luz contradictoria
Mies van der Rohe, Le Corbusier, Terragni, Coderch
El
Movimiento Moderno de la arquitectura se iluminó con la luz que emitían algunas
obras que fueron faros de la modernidad del siglo XX.
Estas
obras proyectaron un rayo de racionalidad y limpieza formal sobre las
vanguardias artísticas europeas. Unas obras que se levantaron sobre un suelo
que tuvo que soportar el dolor y la barbarie de unos regímenes totalitarios que
asolaron el continente.
Los
autores de aquellos edificios tuvieron que convivir y sobrevivir en medio de una
sociedad atribulada que sufría. Algunos se unieron a las ideologías dominantes.
De manera voluntaria unos y forzada otros, muchos se acercaron al
poder totalitario.
Puede
sorprendernos cómo unos arquitectos que fueron el paradigma de la modernidad y
del progreso mantuvieron posturas ideológicas reaccionarias o cuando menos
conservadoras.
Contradicciones
personales y paradojas estéticas que encontramos en el arte de todos los
tiempos y cómo no, también en la arquitectura.
La
historiografía del arte sostiene que en muchas ocasiones la contradicción es un
acicate de la creatividad.
Sea
como fuere, el posicionamiento ideológico del proyectista, no lo hace mejor ni
peor arquitecto. Y ocurre como siempre, detrás de una obra admirable podemos
encontrar la mano y la mente de un autor al que preferiríamos no haberlo
conocido.
Importa
más la obra que su autor. A quién le interesa hoy saber, si Dante fue güelfo o
gibelino, o si Benvenutto Cellini y Caravaggio eran unos pendencieros. Aquí
están sus obras que continúan iluminando la civilización occidental.
La
contradicción entre la modernidad progresista y la ideología reaccionaria la
encontramos en arquitectos como Mies van
der Rohe, Le Corbusier, Giuseppe Terragni o José Antonio Coderch de Sentmenat, cuyas
obras son auténticos faros de la vanguardia arquitectónica del siglo XX.
Ludwig Mies van der Rohe (1886-1969)
Casa Farnsworth
Mies
van der Rohe fue uno de los pioneros de la arquitectura moderna. Su obra es
clara, desprovista de aditamentos, rigurosa en el detalle arquitectónico, no en
balde él había afirmado que Dios está en los detalles y a él se le atribuye el aforismo menos es más.
Fue
el último director de Bauhaus. Su arquitectura es el paradigma del
Racionalismo.
Pues
bien, siendo Mies un punto de partida y de referencia de la modernidad, en 1934
firmó la Llamada de los trabajadores
culturales a favor de Hitler, declaración de los artistas alemanes que
proclamaban su lealtad al Führer. Esta también fue suscrita por el escritor y
diseñador Ernst Barlach, el pintor expresionista Emil Nolde, el compositor
Richard Strauss y el escultor Georg Kolbe.
Vivió una cantradicción, sin
embargo, con la ascensión del régimen nacional-socialista, Mies van der
Rohe emigró a Estados Unidos donde parece que olvidó su pasado de adhesión al nazismo y su arquitectura continuó siendo ejemplo de modernidad en
contradicción con la ideología reaccionaria del III Reich.
Le Corbusier (Charles-Édouard
Jeanneret-Gris)
(1887- 1965)
Casa en colonia de Weißenhof
Le
Corbusier ha sido el arquitecto más influyente de la arquitectura del siglo XX.
Proyectista incansable, divulgador, pintor, urbanista, arquitecto, en fin, que
apostó por un lenguaje racionalista. Progresista opuesto a toda forma
reaccionaria. Entendía la modernidad como una renovación constante.
Si
bien, Le Corbusier fue un destacado progresista en lo formal, su ideología racista
presenta un sinnúmero de contradicciones con su racionalismo arquitectónico y
con su pintura purista.
Sus
opiniones políticas eran cambiantes, pero siempre del mismo signo. Escribió
en publicaciones fascistas, redactó artículos a favor del antisemitismo nazi.
Buscó comisiones del régimen de Vichy. En uno de sus escritos a su madre, en
octubre de 1940, afirma: "Los judíos lo están pasando mal. De vez en
cuando siento pena. Pero parece que su ciega ansia de dinero ha podrido el
país".
Fue acusado de menospreciar a la población
musulmana de Argelia.
Era
simpatizante de la eugenesia. Era
voluble y vehemente en su verborrea. Siempre he tenido la
sensación de que, en sus textos, en vez de escribir, vociferaba. A pesar de sus
escritos gritones, su arquitectura, sobre todo si es pequeña, es confortable.
Giuseppe
Terragni (1904-1943)
Casa del Fascio (1936) en Como (Italia)
Giuseppe Terragni fue uno de los pioneros, quizás el más
significativo, del racionalismo arquitectónico italiano.
Fundó el Gruppo 7,
el grupo de arquitectos de inspiración racionalista que se oponían a los
eclecticismos revival, al neobarroco y al neoclasicismo. Los fascistas del Gruppo 7 se empeñaban en alcanzar una
síntesis nueva y más científica entre las posiciones nacionalistas del
clasicismo italiano y la lógica estructural de la era moderna.
La arquitectura de Terragni aúna el racionalismo más
natural y amable con la tradición constructiva mediterránea.
Su ejercicio profesional fue corto, sólo 13 años. Fue
reclutado para luchar en el frente ruso, donde pasó más de 16 meses en las
trincheras. Aquel drama truncó la vida del joven arquitecto que murió a los 39
años, seis días antes de la caída del fascismo.
José Antonio
Coderch de Sentmenat (1913-1984)
José
Antonio Coderch de Sentmenat fue el arquitecto más destacado de la modernidad en
la España de la posguerra. Más de uno –Bofill, Gregotti– ha considerado a Coderch como el auténtico protagonista
de la recuperación de la vanguardia arquitectónica en los años grises del
franquismo.
Miembro
del Grupo R, aquella agrupación de arquitectos que surgió con el objetivo de
recuperar la modernidad cercenada por la Guerra Civil. Coderch fue un firme
defensor del racionalismo arquitectónico que tan buenos ejemplos había dado el
GATCPAC.
Coderch
de Sentmenat fue un proyectista incansable, corregía una y otra vez sus
proyectos, diseñaba hasta los más mínimos detalles. Su arquitectura se sitúa en
el polo opuesto de la monumentalidad de la arquitectura franquista.
Era atrabiliario, tanto en lo personal como en la práctica profesional. Son
legendarios sus arrebatos de ira. A un compañero de profesión le decía: Para proyectar lo que hay que hacer es huir
de la mierda, es decir, olvidarse de todo lo que hay e ir siempre adelante.
Siendo
conservador y en cierta forma clasista, diseñó con idéntico entusiasmo las
casas para la alta burguesía como las viviendas sociales de la
Barceloneta.
Era
un hombre de carácter complejo, una persona de derechas, un franquista que
había luchado en la guerra en la división de caballerías del general José
Monasterio. Sin embargo, “nunca recibió encargos del régimen, aunque mantuvo
siempre unas posiciones ideológocas a favor del sistema dictatorial”.
Progresista
en su arquitectura y franquista en su comportamiento. Fue un hombre tan
torturado por la cerrazón ideológica como por su imaginación creativa. Contradictorio
y a la vez firme defensor de sus ideales políticos reaccionarios que
contrastaban con la modernidad de su arquitectura.
Buenas tardes, querido Francesc, un texto completísimo donde puede uno constatar, con absoluta verdad, que el ser humano es paradójico, contradictorio y capaz de lo mejor y lo peor al mismo tiempo. Un abrazo fuerte, y mis votos porque pronto podamos salir al mundo exterior.
ResponderEliminarManolo Marcos
Amigo Manuel, he reducido el texto tanto como he podido, de estos arquitectos hay mucho que hablar, no solo de sus contradicciones si no de su excelente arquitectura. Hay paradojas, luces y sombras como en casi todo lo que hace el hombre, este ser contradictorio y peleón y capaz, por otra parte, de levantar castillos de imaginación y poesía.
EliminarEspero que pronto podamos vernos.
Un fuerte abrazo.
Interesantísimo.
ResponderEliminarYo, que tengo escasos conocimientos de las personas a las que te refieres, encuentro una magnífica exposición de su personalidad y de su obras. Decirte que desconocía que Coderch fuera del "Régimen", como la obra de la casa del Fascio, de Terragni.
Me gustan estas exposiciones que haces sobre las contradicciones del ser humano, demuestra la fragilidad de nuestro ser.
Me sigue atrayendo Ludwig Mies van der Rohe, parece imposible que en el 29 del siglo pasado hiciera las viviendas tan de linea pura, de arista, con vidrieras, tan límpia de accesorios.
Un abrazo una entrada para los no doctos (mi caso), que quieran saber.
salut
Amic Miquel. Lo mejor de estos arquitectos es conocer su obra, no tanto su personalidad, cosa que por otra parte, nos debería importar muy poco.
EliminarLos cuatro fueron grandes arquitectos que demostraron la enorme potencia estética del racionalismo.
Hace tiempo que me interesa poner en evidencia las contradicciones que se dan entre el arte y la ideología y de cómo el tópico y la frívolidad han enmascarado el conocimiento del arte y de la acción creativa.
Salud.
Poco sé yo de arquitectos y arquitectura.
ResponderEliminarDe todos modos esa contradicción que tan bien describes entre obra y arquitecto, en este caso, es una manifestación que no sabemos entender o tolerar y desvincular la obra de la ideología de su autor. Sea cual sea la disciplina. En literatura también ocurre. Injusticia para la obra.
No hago crítica de los demás, puedo cometer el mismo error.
Me gustan estos textos que dan a conocer.
Salud, Francesc
Anna Babra
Amiga Anna, las contradicciones se dan en la arquitectura como en cualquier otra actividad humana. Somos contradictorios, enrevesados, montaraces y a la vez, sutiles fabricantes de venenos.
EliminarMuchos teóricos han asegurado que la contradicción puede ser un componente de la creatividad. Conocemos casos como el de Carlo Gesualdo que compuso unos delicadísimos motetes para la Virgen María y unos maravillosos madrigales y asfixió a su hijo, despeñó una mula, asesinó a su mujer, flageló a varios muchachos, etc. ¿Alguien puede decir que fue un mal compositor?
Prefiero conocer las obras que a sus autores. Creo que debemos desvincular al artista de su obra, la vileza o la inmoralidad de un artista no es materia estética.
Los arquitectos que he citado son unos auténticos artistas, sus obras han sido un ejemplo de la mejor arquitectura.
Abrazos.
Francesc Cornadó
Aquí, como en tantas actividades humanas, me importan más los resultados que la ideología del creador, salvo que la plasme obsesivamente en obras faraónicas y propagandísticas. Y estos arquitectos, en mayor o menor grado, trajeron un soplo de aire fresco al difícil y controvertido arte de la construcción.
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Cayetano, lo que importa es el resultado. Exigiremos una buena arquitectura que cumpla las condiciones de belleza, solidez y confort y no vamos a ser nosotros quienes juzguemos las ideologías del proyectista.
EliminarA lo largo de la historia, la arquitectura se ha utilizado como un elemento pétreo de propaganda política, las obras racionalistas de los arquitectos citados, se opuso al "monumentalismo" que promulgaban los regímenes totalitarios.
Saludos
Interesantes estas descripciones sobre las aparentes contradicciones. Pero a mí me siguen interesando saber los verdaderos motivos de por qué en unas visiones parecían -y sin duda técnicamente lo eran- avanzados y revolucionarios en esas materias, y vinculados al poder más execrable que se ha dado en el siglo XX. Se ve que la ciencia, la investigación, la técnica, las artes, el conocimiento, por sí mismos no son garantes de valores éticos ni políticos democráticos. Va a haber mucho de esto en nuestro país próximamente. Ya no es que haya gente de la derecha más o menos tradicional y pacífica, es que hay intelectuales (por llamarlo de alguna manera o porque hacen oscuro oficio de esa condición) y profesores y catedráticos, supongo que en otras profesiones también, que andan en el ámbito de los ultras montaraces. Siempre me he preguntado cómo se puede ser aparentemente culto y a la vez realmente nazi. Creo que no había sinceridad en las personas que se prestaban y se prestan. Sí un pensamiento´débil incapaz de hacerlo avanzar en su cerebro, ansias de poder en sus parcelas, aproximación al régimen nefasto para no quedar al margen y tener seguridades económicas e influencias varias, etc. Cuando pase este período obligado de reclusión indagaré un poco sobre el tema, en alguna parte tiene que haber análisis, pero ahora no me pillan a mano ciertos textos que tengo en mente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los arquitectos citados fueron personas inteligentes que debían saber en qué berenjenales se metían. Al margen de las ideologías imperantes, optaron por desarrollar una arquitectura racionalista y eran conscientes de que esta era la mejor manera de avanzar.
EliminarQué llevó a aquellos arquitectos a pensar de una manera u otra es algo que debería importarnos bien poco, pues lo que importa es el resultado arquitectónico.
Tenían su ideología, seguramente porque estaban convencidos de ella o quizás por mantener el pellejo; ahí cada cual, y que suba las escaleras como pueda, sí, pero que den una obra auténtica y de calidad, esta es la cuestión.
Como te propones, creo que será muy interesante tu indagación sobre qué motivos llevan a un intelectual a adoptar una ideología extrema. Pero creo que ante una indagación de este tipo hay que tener prevenciones, mantener el espíritu crítico y alejado de prejuicios. No podemos empezar con suspicacias éticas temporales y aplicar elementos de juicio morales contemporáneos a situaciones de otros tiempos.
Abrazos
Desde un punto de vista estético me gustan casi todo lo que nos muestras, pero cuando gane la próxima primitiva, la real... me haré una casa, y esta casa deberá integrarse en el entorno, puertas redondas como los japoneses, jardín natural no de plantas exóticas, curvas para protegernos del viento frío.. Todo mimetizado con el entorno, orientación para una climatizacion natural. Cerrada por fuera pero con un amplio patio de luz interior (tipo como se hacían las domus, los romanos) y de piedra, que quita el calor y el frío, destinada a sobrevivirme y con poco mantenimiento. Si la diseñase yo, quizás saliese un churro, o no...
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Temujin, tienes buen gusto. Una casa integrada en el paisaje es una maravilla, lo de las puertas redondas ya es otro cantar, la carpintería resulta complicada. Plantas exóticas, ninguna, a mí tampoco me interesan y menos sin son carnívoras, prefiero las humildes plantas aromáticas y los frutales.
EliminarEn el caso de Coderch, verás que tiene algunas obras con las características que tu buscas.
Ninguno de los arquitectos que he puesto podría diseñarte hoy una casa.
Abrazos
Esta entrada demuestra, primero, que los artistas, arquitectos, científicos y la gente corriente somos un entramado de muchas contradicciones superpuestas a lo largo del tiempo; no existe nadie que pueda zafarse de aspectos y actitudes poco favorecedoras en lo social y político.Yo diría que por suerte, una personalidad monolítica y siempre congruente me parece sospechosa de artificio. Y segundo, escribe un ensayo sobre las cuestiones que tratas hoy, a mí me encantaría leer tus reflexiones sobre el asunto.
ResponderEliminarAbrazos
Amiga Marga, a lo largo de la historia encontramos un gran número de personajes -ortodoxos y heterodoxos, clásicos y románticos- cuya obra se contradice con el estereotipo de su ideología. Las contradicciones pueden jugar un papel positivo en su creatividad, la historiografía del arte lo ha demostrado. Yo también desconfío de artista o creador monolítico.
EliminarVolveré sobre el asunto, para acotarlo me ocuparé solamente del mundillo del arte.
Abrazos
Buena entrada, Francesc, acerca de esos «monstruos» de la arquitectura que en un momento u otro abrazaron ideologías muy escoradas a la derecha, cuando no claramente fascistas. Eso ha pasado con arquitectos, escultores, pintores, poetas, novelistas, autores de teatro, etc. Muchos de ellos fueron ninguneados, especialmente en los años setenta, una época en la que el autor que no era de izquierdas no valía un pepino, según los cánones vigentes entonces. Pero, para ser justos, no es el caso de los arquitectos que citas, que nunca han dejado de ser admirados por todos (los del ramo, al menos).
ResponderEliminarAmigo Granuribe, lo importante son los resultados y ahí están las obras, el tiempo pasa, y ya no están aquellos grandes y contradictorios arquitectos.
EliminarLas contradicciones entre la obra y la ideología del autor se han dado en todas las ramas de la ciencia y del arte y en toda la historia.
Abrazos.