martes, 21 de abril de 2020

Nietzsche, el músico


Hablar del Nietzsche músico suscita enseguida una reflexión sobre la contradicción producida entre su potentísimo pensamiento filosófico y su creación como músico romántico.

El filósofo alemán que dijo “Dios ha muerto”, cuando se puso delante del pentagrama compuso obras religiosas. Pocas, ciertamente, pero todas impregnadas de liturgia y con un marcado pietismo prusiano.

Muy dotado para la música, a los nueve años, Friedrich Nietzsche (1844-1900), tomó las primeras lecciones de piano. De adolescente, componía, frecuentaba salas de conciertos y teatros de ópera, discutía y escribía crítica musical y sobre musicología.

Considerado un excelente improvisador al piano que tocaba de forma muy sugestiva, era, además, un buen interprete de Schumann. En 1890, después su encontronazo con Wagner y del colapso mental que aquello supuso, era posible escucharlo al piano interpretando música de Beethoven.

De toda la obra musical de Nietzsche, cabe destacar especialmente su Oratorio de Navidad, compuesto entre 1860 y 1861. En este oratorio el compositor expresa un sentimiento religioso más bien ingenuo y superficial, pero también una aguda conciencia de la negación y de la renuncia, en entusiasta sintonía con El Mundo como voluntad y representación de Schopenhauer.

La expresión musical de Nietzsche es paradójica. Gradualmente, de manera incontenible, fue discurriendo entre la visión irracional y trágica de la vida a la orgía dionisíaca. Esto se denota en el tratamiento que hace del coro frente al piano.

El piano, en la partitura del Oratorio de Navidad, presenta pasajes intrépidos que musicalmente identificamos con la gran música heroica de Beethoven, pero que algunos reconocen en ella una analogía, también heroica, del pensamiento de Nietzsche, cuando el filósofo plantea el advenimiento del Superhombre y el delirio del Anticristo, todo esto en contraste con la mentalidad cristiana de su ambiente familiar.

El filósofo que más tarde se preguntaría ¿Es Dios una de las equivocaciones del hombre?, se contradecía con el músico. Como tal, de forma completamente inasumible, se empeñaba en presentar cada mes una composición musical, además, escribía en la revista “Germania”, donde publicó en 1858 el bosquejo teórico Über Musik en el que decía Dios nos ha dado la música sobre todo para que, a través de ella, seamos conducidos a lo alto, al tiempo que preparaba unos fragmentos para una Misa y los apuntes para su Oratorio de Navidad de 1860-61.

Después del Oratorio, Nietzsche compuso una Noche de San Silvestre para violín y piano en 1863. Paralelamente y casi de manera dicotómica, preparó los esbozos para un Miserere a cinco voces en 1861 y una disertación “Sobre lo demoníaco de la música” en 1863 y en 1866 un Kyrie para coro y orquesta.




 Oratorio de Navidad
Weihnachtoratorium

La idea de componer un Oratorio, le venía de unos años atrás. Cuando en la fiesta de la Ascensión escuchó en la iglesia el magnífico coro de la Aleluya de Händel, Nietzsche se sintió en sintonía con el júbilo de los ángeles: Tomé inmediatamente la firme decisión de componer alguna cosa de este género (diario 1844-58).

Fue igualmente profunda la impresión que le produjo un Requiem: Las palabras Dies irae, dies illa penetran en mis huesos. Enseguida se puso a trabajar.

Sin embargo, abandonó momentáneamente el proyecto sobre el Oratorio de Navidad, para componer El dolor es el sentimiento fundamental de la Naturaleza para piano a cuatro manos sobre un texto de Justinus Kerner (1786-1862). El dolor cósmico es introducido con extrañas armonías, que son muy ásperas y dolorosas y, por eso, no me gustaban ni siquiera a mí. (diario 1856-69).

Nietzsche incorporó El dolor es el sentimiento fundamental de la Naturaleza en su Oratorio de Navidad, colocándolo como conclusión.

Este epílogo cataliza una religiosidad “alta”, en el sentido precisamente luterano, las palabras de la duda, la angustia y el un profundo sentido del pecado.

Más allá de una apariencia confesional, las diferentes acentuaciones y coloraturas señalan una modernidad de la obra que nos sugiere un recorrido a través de las composiciones de Berlioz (La infancia de Cristo), de Honneger (Cantata de Navidad) o de Frank Martin (In terra Pax).

Ciertamente la poética musical nietzscheana, sostenida en las sucesivas elaboraciones de su pensamiento, con sus aspectos tenebrosos e irracionales, puede parecer cercana a una modernidad oscura actual y desesperada, pero su afán romántico de redención no cabe en una estética posmoderna.

El ideal romántico fracasó, como han fracasado todos los ideales humanos. Y aquella música paradójicamente religiosa se enfrenta con la realidad musical del presente que se antoja distópica y disgregada.

10 comentarios:

  1. Una entrada que resuelve dudas.
    No sabía nada de nuestro protagonista en versus a la música. he leído, si, temas filosóficos, pesimistas casi todos, y en todos acusando al Creador de lo que pasa en la Tierra.

    No sabía nada de su música religiosa, me ha llamado la atención. Al final no sabes el porqué todos los que se autodenominan a-Theos, resulta que son los grandes predicadores del mismo.

    Los ideales fracasan como fracasa la edad, si, porque nunca nos mantenemos con ventitrés años, y a medida que los vamos dejando, los ideales van cambiando como se cambia de piel.

    Hoy, al igual que en su época, la realidad no deja de ser oscura y nihilista, palabra que volverá a estar en boga.

    Gracias por poner temas de él. Los voy a buscar en el Spotify, supongo que alguno encontraré.
    Salut

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    1. Miquel, la celebridad de Nietzsche como filósofo ha eclipsado al Nietzsche músico. Su obra musical merece una consideración, aunque no tenga la calidad de otros compositores de su época, no está a la altura de Brahms, de Mahler, de Verdi y tampoco de Wagner, su amigo con el que tuvo una agria discusión que los separó para toda la vida.
      Su obra es poca conocida, pero llama la atención porque se trata de una obra religiosa, caracter opuesto a su pensamiento antirreligioso.
      Señalemos que Nietzsche ya empezó a demostrar su carácter musical religioso precozmente, cuando tenía 14 años de edad, no es que esperara a la senectud para arrimarse a las creencias religiosas.
      Si buscas por spotify o por youtube, te recomiendo el final del Weihnachtoratorium (Oratorio de Navidad)
      Salud

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  2. Gracias,Francesc por la completa entrada sobre los aspectos desconocidos del filósofo.Desde luego, de las contradicciones nadie está libre, pero en este caso son clamorosas porque un apóstata, como gustaba de verse a sí mismo, creador de una mirada filosófica tan influyente
    cayó en importante renuncios, que desvelas hoy. Claro que, para su descargo, podemos tener en cuenta que padeció una enfermedad mental en sus últimos años, lo que explicaría algo de esta personalidad tan contradictoria.

    Abrazos

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    1. Bien por las contradicciones, muchas veces tienen un efecto positivo, dotan la producción artística de matices insospechados de gran creatividad.
      El caso de Nietzsche es paradógico, va de un extremo a otro. Su música está bien pero nos cuesta juzgarla imparcialmente porque tenemos encima la enorme carga de su potente filosofía.
      Abrazos

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  3. No conocía esa faceta del señor Nietzsche. Nos encontramos con las distintas dimensiones de la naturaleza humana. Lo racional y lo visceral a veces conviven en perfecta armonía dentro de la persona siempre que no se solapen ni contradigan dentro de una misma actividad. Y, por lo que leo, las aficiones del filósofo eran una cosa, y su música otra. Tal vez era un desahogo para un alma (espíritu, talante) inquieta, un complemento en su actividad. Como pasaba con Hitler. Tan frío y calculador en lo tocante a la política, tan sensible o delicado a la hora de pintar sus cuadros.
    Saludos.

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    1. Amigo Cayetano, Nietzsche es poco conocido como músico.
      Era un admirador de Schumann y de Beethoven y opinaba una y otra vez sobre música. Creo que daba una gran importancia a la danza.
      La contradicción entre su pensamiento musical y filosófico es tremenda.
      Abrazos

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  4. En realidad, su pensamiento filosófico entero podría interpretarse como una música misteriosa y profunda.

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    1. Una música con acordes que no armonizaban con su pensamiento.
      Abrazos

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  5. No sabía esta faceta de Niezsche. Gracias por aportar conocimiento, se agradece.
    Dicen que dijo "Sin música la vida sería un error". Estoy de cuerdo.
    Y no importa si era música religiosa, creo que todos los "genios" tiene un grado de contradicción y más los filósofos, ¿no crees?

    Salud, Francesc.

    Anna Babra

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    1. Sí, Anna, muchos artistas han tenido sus contradicciones que por otra parte han tenido un efecto positivo.
      Continuaré informando sobre algunas contradicciones y paradojas muy interesantes.
      Salud

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