Francisco
Cornadó Estradé nació en El Vilosell, provincia de Lleida, el día 5 de
diciembre de 1801 y fue bautizado aquel mismo día. Falleció a los ocho meses de
edad y fue enterrado en el cementerio de El Vilosell el día 18 de agosto de
1802. Se llamaba como yo.
Aquellos
años, a principios del siglo XIX, la vida era muy dura: dificultades,
enfermedades, pobreza y una gran mortalidad infantil.
Los
padres de aquel niño, Francisco Cornadó Gulli († 1813) y Francisca Estrader
Fabregat († 1813), no pudieron asegurar su descendencia, sus hijos:
María Cornadó Estrader (1793-1798)
Joan Cornadó Estradé (1796-1798)
Josep Cornadó Estrader (1798-?)
Francisco Cornadó Estradé (1801-1802)
María Cornadó Estradé (1804-1804)
María Cornadó Estrader (1809-1824)
murieron
siendo niños, ninguno de ellos llegó a cumplir más de cinco años de edad.
Observamos
que, en el registro parroquial, el apellido Estradé figura inscrito unas veces como
Estrader, terminado en erre. Parece ser que esta era la forma originaria que más
tarde, por error o desidia del registrador, pasó a la grafía actual de Estradé.
No creo que los errores o la desidia
estén relacionados con la penuria de la época que era mucha, probablemente se
debía a la mala gana y dejadez del escribiente; quizás escribiera bajo la luz
mortecina de un candil o bajo los efectos del vino de la sacristía. Actualmente
no padecemos aquellas estrecheces y, sin embargo, los errores persisten, los
encontramos incluso en tesis doctorales que se presentan a los tribunales
examinadores.
Junto a aquella saga de los Cornadó de El Vilosell, que provenía de Poboleda (Tarragona) y desaparecida su descendencia en
1824, perdura, en la comarca de Les Garrigues (Vilosell, L’Albi), otra rama familiar
de los Cornadó que llega hasta nuestros días.
Unas
y otras ramas familiares provienen de mercaderes venidos de
Pantelleria y Sicilia (siglo XVI). Algunos aseguran que eran piratas sardos o comerciantes de
semillas o que traficaban con alcaparras. Otros afirman que eran trujamanes que
mediaban en el comercio con los moros. Hablaban "sabir" que es una lingua franca que corria por el Mediterráneo y se utilizaba especialmente para las transacciones comerciales. No se sabe con certeza, pero, en todo
caso, unos pobres comerciantes que iban de aquí para allá, mezclándose con
todos y que finalmente, desembarcaron en las costas de Tarragona y se
establecieron en la pobre comarca de Les Garrigues.
Los
Cornadó son una mezcolanza de muchos pelajes y muchas actividades: comercio,
marinería, agricultura, marroquinería, algún artista músico, trujamanes…, un batiburrillo,
en fin, de muchas cosas.
De casta le viene al galgo.
ResponderEliminarUn abrazo, Francesc.
Ya ves, Cayetano, una mezcla de pelajes.
EliminarSaludos
Lo bueno es aceptar las cosas como son y no como quisiéramos que fueran.
ResponderEliminarMi apellido paterno es una suma de casualidades, porque estando mis padres sin esposarse, oasease arrejuntaos", en el registro civil y partida de nacimiento consto con el apellido de mi padre, siendo este hombre casado con otra mujer y padre de cinco hijos, todos con su apellido.
En realidad creo que te refieres a la mezcla que llevamos dentro, con mil caracteres y otras tantas sangres.
Si los asientos del Liceo hablaran para contarnos la verdadera linea genealógica de la mayoría de los aposentados allí, de esas cuatrocientas familias que siempre dice el Millet, nos quedaríamos de piedra. No creo que nadie superara la prueba del algodón.
Un abrazo.
PD: Me ha resultado muy curioso el árbol genealógico que nos has presentado.
Salut
Amic Miquel, llevamos una mezcla de sangres o linajes, llámale como quieras. Todos, los del Liceu y los de La Boquería tienen algún pasado inconfesable.
EliminarHe detallado alguna de las actividades a las que se dedicaron los Cornadó, hay de todo.
Salud
Creo que esa mezcolanza nos caracteriza a una gran parte de la población. No creo que en España haya gente pura de sangre ni de RH negativo por más que cierto personaje de extracción carlista y fundador de una organización influyente hasta en el presente alardease en su racismo de ello. Yo mismo soy híbrido. Tú te has molestado en indagar un poco en tus ancestros, la mayoría no sabría ni por dónde empezar. Si se supiera de la procedencia oscura de los antepasados de muchos prohombres del momento habría sorpresas. Más nos valiera a todos valorar los elementos heredados y más el esfuerzo directo de cada cual por sobrevivir con dignidad en la jungla humana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amigo Fackel, me he molestado en indagar pero me encuentro con las mismas inquietudes y preocupaciones de siempre: unos Cornadó que trabajaban en el campo o en el comercio, algún artista, pero siempre luchando por la supervivencia, nada nuevo bajo el sol.
EliminarHay dos ramas de los Cornadó, parece que las dos proceden de alguna isla del Mediterráneo, y se fueron mezclando con otros de aquí y de allá, al final mezcla y resistencia.
Saludos
Los progenitores murieron en 1813? Entonces la última hija de 1824?
ResponderEliminarNo, había un error, la última hija de Francisco Cornadó Gulli y María Estrader, nació en 1809, corregido el error.
EliminarGracias
Las mezclas son buenas, suelen mejorar la especie. Qué interesante resulta indagar en la genealogía familiar.
ResponderEliminarUn abrazo
Amiga Myriam, los científicos dicen que el mestizaje mejora la especie, pero a la vista de los acontecimientos, pocas mejoras veo. En mis antepasados encuentras mucha movilidad, siempre a orillas del Mediterraneo, y bastante diversidad de actividades.
EliminarAbrazos
Me gusta conocer.
ResponderEliminarSaludo
Ya ves Andri, más o menos he podido encontrar referencias de mis antepasados hasta el siglo XVI, aproximadamente 500 años atrás, sin embargo, no creas que haya nada destacable.
EliminarSaludos
Mi conocimiento de los que me precedieron no va más allá de los bisabuelos...Gente sencilla dedicada al campo y la ganadería. Mi generación abandonó el pueblo y se trasladó a la ciudad con la ilusión de estudiar y tener una carrera.
ResponderEliminarUn abrazo
Amigo Luis Antonio, la vida era muy dura entonces, nuestros antepasados tuvieron que trabajar mucho, no tenían las comodidades que tenemos ahora y tuvieron que echarle mucha imaginación y esfuerzo para salir adelante. He indagado, he hablado con familiares, he buscado papeles pero tampoco creas que haya encontrado nada destacable, más allá del trabajo en distintas actividades.
EliminarAbrazos
Creo que casi todos venimos de una u otra mezcla. Y precisamente eso nos salva. Y todos , o casi todoa tenemos algo que ocultar de nuestro árbol genealógico si es que lo conocemos.
ResponderEliminarSalud
Amiga Anna, las razas puras suelen ser enfermizas.
EliminarAbrazos
Absolutamente de acuerdo.
ResponderEliminar