jueves, 6 de febrero de 2020

El tono de la arquitectura


Ma Yansong-arquitecto-

Los arquitectos de campanillas que difunden sus extravagancias y delirios en las revistas de moda solo representan la arquitectura del papel couché. Su engreimiento y sus obras no tienen que ver con la arquitectura entendida como la expresión social y cultural de un momento determinado de la historia. Sólo expresan su vanidad.

El arquitecto Miquel Ponseti (1920-2009) decía: La bondad o maldad de la arquitectura no depende de dos ni de diez arquitectos aprovechados.

La arquitectura se supedita al factor social, depende de componentes generales, del tono y del vigor de la cultura general de todo un pueblo. Las fachadas de los edificios son el espejo del “alma” colectiva.  

Que tampoco pretenda, el arquitecto, arreglar el panorama general y que se ocupe de su arquitectura con la máxima responsabilidad y profesionalidad. Que proyecte soluciones constructivas bien resueltas, solidas, funcionales, confortables y bellas. Sin humedades, con buenos aislamientos térmicos y acústicos, obras que sean sostenibles y de fácil mantenimiento.

Creer que puede apañar el mundo, es otra forma de vanidad. Puede, si hace bien su trabajo, enmendar, pulir, mejorar un poquito el panorama arquitectónico y con mucha imaginación influir en el remiendo del panorama artístico, pero es la política la que determina y conforma toda la sociedad. De la política dependen las decisiones sobre la construcción de la ciudad, sobre el urbanismo y sobre las ordenanzas de la edificación.

La política es cómplice del aspecto formal de toda una sociedad, su implicación es decisiva, pero cuando la política es consecuencia de las decisiones de unos botarates elegidos por un pueblo inculto no podemos esperar ningún progreso arquitectónico ni de ningún tipo.

El panorama político general me produce una desesperanza terrible y me hace repetir aquello que he dicho demasiadas veces: creo que nos esperan setecientos años de miseria creativa.

Hablo de arquitectura y de miseria creativa, pero mucho me temo que haya otras miserias.

6 comentarios:

  1. Todo va incluido en el mismo engranaje, la arquitectura no iba a ser menos.
    El culto al cuerpo, el hedonismo, la velocidad, el competir, el cambio constante de lo "viejo" por lo"nuevo", el estar insatisfecho, el deseo de más en menos tiempo, incluso aquella velocidad de la que presumían los futuristas, va incluido en el precio.

    La arquitectura puede llegar a ser lo contrario al grupo GATEPAC, o sea irracionalista, y poner su granito al conjunto.

    Para mi, que tengo poca o nula idea de arquitectura, pero creo que tengo criterio, una muestra de tontería sublime es el puente de Calatrava en Venecia, puente de base de vidrio sobre el Gran Canal, con pendiente desde su parte media. Lo han tenido que cubrir, pues el cristal siempre húmedo hace que caigan al día una centena de turistas, y a otros tantos les da el telele debido a que se ve el canal debajo. Aparte, rompe todo el ritmo de la ciudad.
    Un abrazo

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    1. Sí, Miquel, la arquitectura es una pieza más de esta gran maquinaria en la que nos encontramos metidos.
      La arquitectura, por su volumen, deja una huella demasiado marcada y por esta razón el arquitecto debe ser consciente de que su trabajo tiene que estar bien resuelto, esta es su responsabilidad, no vale el engreimiento y el oropel. La arquitectura es obra para ser vivida y no presumida.
      Abrazos

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  2. Una cosa es deslumbrar con la estética y otra, como bien dices, hacer una obra en condiciones óptimas de habitabilidad. Yo ya me conformaría con lo segundo y no andar con fisuras y condensaciones.
    Un abrazo, Francesc.

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    1. Sí, amigo mío, una cosa es andar con la estética y otra con la estática.
      Hay que construir bien y no hay excusas metafísicas que valgan.
      Abrazos

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  3. No hi entenc d'arquitectura. Però sí, si m'agrada o no. L'espectacularitat normalment no respon als usos i als maneteniments.
    A Valencia els disbarats de Calatrava costen el que no haurien. A Badalona van construir un edifici que els costos de neteja exterior són tals que ningú se'n vol fer càrrec. Per tant des de la meva ignorància, estic amb tu.

    Salut Francesc Cornadó

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    1. Anna, s'han fet molts disbarats, quasi sempre per a satisfer la vanitat dels dissenyadors i dels promotors (privats o públics). Sembla que només els importa la foto del dia de la inauguració i presumir a les pàgines de paper couché.
      En l'arquitectura cal atendre als tres principis de Vitrubi: solidesa, utilitat i bellesa; els edificis han d'estar ben construïts, han d'ésser adequats al lloc, ser funcionals, de bon manteniment, confortables i sostenibles. No és fàcil el treball de l'arquitecte, però que amb una mica de sentit comú, coneixement espaial i constructiu, tot es pot resoldre.
      Abraçades

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