Femme au citron (1947). Francisco Bores López
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He aprendido a controlar las proporciones.
Puse diez piedras iguales
debidamente apiladas
y la columna fue delicada
más esbelta y poco firme.
Coloqué nueve piedras y media,
una encima de otra, y la columna adquirió
una apariencia elegante.
Seis veces piedra sobre piedra
y construí una columna sólida.
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En los mármoles se ha conservado
la proporción humana:
he ahí las medidas sagradas.
EVOCACIÓN
La mirada fría de Caronte contemplaba
la luz de la escarcha ardiente,
mientras el ocaso de otoño
depositaba sobre las losas de mármol
una señal magnética de madreperlas.
Iridiscencias de grasa y sangre
que los muertos habían dejado
en las cuadernas de la barca.
F.C.
del poemario "Órdenes clásicos"