Das Auge (1938) – Paul Klee
Cuando decaían los lenguajes artísticos de la vanguardia europea, los compositores empezaron una marcha de retorno a la tonalidad, en la década de los años 70 del siglo XX, percibimos un esfuerzo de recuperación de la melodía.
El compositor, con la experiencia a cumulada de la atonalidad, caminando sobre la dispersión de las vanguardias artísticas del siglo XX, emprende un combate por la dominación del medio sonoro. Sitúa su acto individual de creación sobre el medio, de tal manera que su acción compositiva se convierte en la saeta que traspasa las nieblas sonoras para alcanzar la diana de la harmonia mundi.
¡Vana ilusión!
Aunque impredecible, aquellos músicos creían ver un futuro de armonías positivas. Sin embargo, el futuro que enseguida se cernió sobre Occidente, era un futuro de tiempos gaseosos donde el arte es fugaz y las armonías naufragan sobre las crestas de las olas de un océano embravecido y cambiante por efecto de los cambios climáticos y, en definitiva, por la barbarie humana y por la mala baba cósmica.
Nota:
Aprovecho para recomendar Offertorium de Sofya Gubaidulina.
.jpg)
...Libros%20y%20vela.png)
.jpg)
--3.jpg)
!Aquí me has pillao¡, desgraciadamente no domino ninguna de las claves de la música, aunque si intuyo, que como en las demás artes, y tal como expones, "sitúa su acto individual de creación sobre el medio", y va en concatenación con la entrada de hoy en Tot, de Picabia. Hay un paralelismo, creo vislumbrar.
ResponderEliminarAprovecho para buscar el tema que nos ofreces.
Un abrazo
Amic Miquel, el vídeo de René Clair - Picabia que hoy has puesto en tu blog podría representar el sentido de lo que estoy diciendo en cuanto a la pérdida de la tonalidad, no precisamente en lo que a música se refiere, pero sí, en cuanto a la ruptura de los lenguajes convencionales que la vanguardia artística proponía. Hay paralelismos, sin duda.
EliminarAbrazos
He leído tu texto para saber un poco, pero no tengo opinión alguna. Me limitaré a escuchar la recomendación, un abrazo.
ResponderEliminarAmigo Fackel, en este, mi blog, he puesto algunas cosas de Sofia Gubaidulina, esta es una de ellas:
Eliminarhttps://francesccornado.blogspot.com/2016/10/sofia-gubaidulina-correcciones.html
Es una compositora excelente, recomiendo el mencionado Offertorium - concierto para violín y orquesta, también su Pasión según San Juan (obra muy larga) y su Rejoice! que es una sonata para violín y violonchelo.
Abrazos.
la armonía musical está basada en la tonalidad y la modalidad de una partitura. La tonalidad implica que las notas de una escala se articula sobre una nota dominante y la modalidad fija donde estarán colocados los cinco tonos y dos semitonos. Si queremos que una obra de una sensación de tristeza o melancolía elegiremos una tonalidad menor, si queremos que la obra mantenga un tono alegre y vivaracho elegiremos una tonalidad mayor, todo esto forma la armadura armónica de la obra. Con las vanguardias, volaron por los aires todas estas reglas buscando la libertad armónica, lo cierto es que ni con armonía ni sin ella, se puede controlar absolutamente todo, ni en la música, ni en la vida. Nos guste o no, vivimos en una permanente incertidumbre y hay que acostumbrarse porque es así, suponer que tenemos el control sobre algo, es engañarnos siempre ; )
ResponderEliminarMuchos besos FRANCESC!
PD
El Offertorium de Sofia Gubaidulina es un concierto para violín en el que el tema del ofertorio de Bach es deconstruido en una serie de variaciones y reconstruido como un himno ortodoxo ruso o eso leí hace tiempo, aunque a mi no me suena nada a himno de ningún tipo… me parece demasiado sutil y delicado para eso, aunque es verdad que tiene pasajes entre épicos y dramáticos, la verdad, no sé qué pensar no es una música nada fácil para opinar sobre ella, al menos yo no puedo. Gracias por la sugerencia.
Sí, María, has explicado muy bien qué es la tonalidad. La articulación de las notas y la utilización de los tonos y los semitonos para expresar sentimientos de tristeza o alegría. Muy bien María.
EliminarSi nos circunscribimos en el universo musical de nuestra cultura occidental, sabemos que con la armonía musical basada en la tonalidad y la modalidad podemos alcanzar elevadísimas cotas de expresión y sabemos que aún podemos ir más allá, la expresión no tiene límites. Los compositores de los movimientos de vanguardia quisieron romper las reglas de la armonía tradicional y optaron por la atonalidad. Como tú dices, con la armonía y sin ella, nunca podremos alcanzar toda la extensión del sentimiento humano. Tenemos que ser conscientes de ello y el arte nos ha de servir como medio de expresión ilimitado, siempre ir adelante, que es precisamente esto el motor de la modernidad.
Gracias a una amiga mía, una compositora muy reconocida, me ha hecho apreciar la música de Sofia Gubaidulina, es una compositora que me gusta bastante, aprecio muchas de sus obras.
Abrazos mil.
Jooo... María ¡...!Un diez¡...Muy bien. Te aseguro que me ha gustado mucho la explicación. Mucho.
EliminarSalut