Qué pasa con las piedras que amontonaron hace más de mil años.
Qué pasa con la pátina de las edades y con la infancia petrificada en las bóvedas de cañón.
Los colores planos, los símbolos que encandilan, las estatuas hieráticas que tienen las manos grandes y desproporcionadas y sus miradas son frontales ¿permanecerán inmunes a las pandemias del sentido y de la razón invertida?
Voy a ver qué pasa con el románico de la voluntad cohibida.
¡Qué gruesos son aquellos muros!, el tiempo no los desgasta, no los adelgaza. Iré unos días a ver qué pasa.
No dudo que para la ciencia la necesidad de una evolución, hacer de gruesos muros algo más delicado, más sutil, pero yo, insisto, me encuentro más a gusto entre los gruesos muros de una iglesia románica con trazos lombardos del Pirineo, que de dentro una magnífica catedral flamígera, entre esculturas de flores y lagartos.
ResponderEliminarSerá, no lo se, que el encuentro con mi interior necesita de intimidad y recogimiento y no de algarabía y multitud.
Un abrazote
PD: Mientras en el marcador de entradas a la derecha no me salgas con la foto, entraré por favoritos.
Me han comentado que es un problema a nivel grande.
Un abrazo
Miquel, habrás intuído que me escaparé unos días a ver los muros gruesos.
EliminarEn el lateral de la derecha de mi página, tampoco aparece tu blog, ni el de otros amigos. No sé si lo arreglarán.
Salud
Siiiiiii...que envidia¡¡ Que lo pases bien...y haz algunas fotos
EliminarA mi me gusta el románico para la concentración, el gótico para la admiración. Lo que no soporto es el Barroco.
ResponderEliminarPor cierto, muchas veces cuando veo monumentos pienso en los que labraron las piedras, esos anónimos trabajadores que hicieron posible los monumentos.
Un saludo
¿Tiempos aquellos de voluntades cohibidas? ¿Quién cohibiría voluntades, conciencias y actos? ¿Alguna vez se dejó de cohibir?
ResponderEliminarCada vez procuro ver con más distancia cada estilo, llamémoslos así, de arte que ha proporcionado la sucesión de civilizaciones y culturas. Todos se deben a algo y han servido y usado para algo.
Frente al cohibir el cohabitar. Feliz paseo.
Pues tu mirada hablará con las piedras, ese desahogo les vendrá muy bien a ellas y a ti.
ResponderEliminarAbrazos
De esos asuntos, los arquitectos saben bastante. Los demás esperamos vuestras lecciones.
ResponderEliminarUn abrazo
De esos asuntos, los arquitectos sabéis mucho. Los demás esperamos vuestras lecciones.
ResponderEliminarHe repetido el comentario porque había olvidado que debes aprobarlo. Disculpa
ResponderEliminarY peor, qué ocurre con el empeño de destruir la pátina del tiempo...
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