domingo, 5 de junio de 2022

Vestimenta



Los pases de modelos y los comentaristas de moda ya vienen de antiguo. Se conocen referencias de tiempos del imperio aqueménida (550 a. C.-330 a. C.)

 

Por lo que leo y por las escasas representaciones de que disponemos, creo entender que los aqueménidas ya confundían lujo con elegancia.


En el presente lo vemos con otros ojos, pero esta circunstancia la hallamos hoy en "influencers", en cantantes de reguetón y en algunas monarquías actuales, incluso el rey del mambo confunde la ostentación con el mal gusto.

 

 

Pseudo Calístenes comentaba la vestimenta de Darío el rey de los persas: 


Darío sentose, llevando su diadema de piedras preciosas, un vestido de seda con tejido babilonio de hilos de oro, la púrpura real y un calzado áureo con incrustaciones de pedrería que le cubría hasta las pantorrillas. En una mano y otra mano sostenía cetros, y columnas de tropas innumerables lo rodeaban.


Pseudo Calístenes. Vida y hazañas de Alejandro de Macedonia, siglo III a.C.

4 comentarios:

  1. El museo del vestir es una caja de sorpresas, he estado allí en un par de ocasiones, cuando ha habido exposiciones de los dos modistos que ahora citaré: siempre me ha gustado Pertegaz y siempre he sido admirador de Balenciaga. Motivos, que los dos trabajaban para que el vestido fuera lo que se tenía que ver y no la modelo quien lo enseñara. Ni Lucía Bosé ni Pitita Ridruejo son recordadas como modelos, sin embargo eran las que vestían los dos modistos citados. Después vino lo que vino, donde se expone más la modelo que lo que tiene que exponer, o sea, el vestido, banalizando la alta costura.
    Un abrazo

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  2. Miquel, te recomiendo Mariaelena Roqué, es una artista extraordinaria, ganó un premio FAD de diseño y ha hechos muchas escenografías memorables.
    La vestimenta es algo interesantísimo, esconde las vegüenzas. Aborrezco la desnudez. Detrás de cada vestimenta hay una realidad que suele ser peor que lo imaginado.
    Salud

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  3. Siempre hago caso de lo que decía una vieja amiga: hay que vestir con elegancia a la par que con sencillez. Así, las túnicas -y quien dice túnica dice una blusa blanca- son elegantes si quien las luce las lleva con soltura y sin artificios.

    Abrazos

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    1. Amiga Marga, la sencillez en la vestimenta y en todas partes. La elegancia es algo casi innato, está en el gesto, en el porte, en el habla y sobre todo en evitar todo exceso. Recomendable el libro de Florence Delay "Alta costura", es sobre la vestimenta representada en los cuadros de Zurbarán.
      Abrazos.

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