El gorgojo del arroz (Sitophilus oryzae) es un coleóptero de aspecto asqueroso que lo podemos encontrar agazapado entre las palomitas de maíz. Si las consumimos en la oscuridad de una sala de cine nos podemos encontrar con el bicho pegado al paladar mientras vemos una película de amor o una de terror.
No es por miedo al gorgojo, pero yo no como palomitas porque las encuentro insípidas y no voy al cine casi nunca, creo que la última vez fue hace unos once años. Recuerdo, de pequeño, alguna película de Eddie Constantine y alguna de Fellini y nada más.
Soy incapaz de ver una película, no aguanto más de diez minutos de visión de un film, ni en una sala de cine ni por televisión.
Aguanto una ópera de más de cuatro horas de duración, presto atención hasta el más mínimo detalle y las cuatro horas aún me parecen cortas si la ópera es buena, pero con el cine no puedo.
Cada uno tiene sus aficiones. A mí me sirve ver series y películas en el televisor para que mi cabeza maquine otros pensamientos a partir de las imágenes. O sea que me entero de lo que veo solo a medias. Déficit de atención que se dice ahora. O como siempre se dijo: se me ha ido el santo al cielo.
ResponderEliminarUn saludo, Francesc.
Amigo Cayetano, soy capaz de prestar atención a muchas cosas, pero con el cine no puedo. A veces he pensado que las imágenes cinematográficas me emiten unos rayos soporíferos tremendos.
EliminarSaludos
Tampoco me gusta el cine.
ResponderEliminarNi los finales felices y melifluos, pero he de hacer una pequeña acotación, ninguna cucaracha encuentra fea a su cría, así que poniéndome en el lugar del animalico, no me atrevo a pisarlos si los veo correteando por la calle.
Un abrazo.
Amigo Miquel, yo no sé si me gusta el cine o me deja de gustar, me ocurre que cuando empiezo a ver una película o me duermo o me entran ganas de marcharme.
EliminarY cuando veo un gorgojo me da asco.
Saludos
Yo tampoco voy al cine jamás. El cine es todo molestias: me molestan las cabezas que se ponen delante, soy muy bajita; me molesta el tono tan alto en que hablan los actores; me molesta el vecino que no me deja apoyar el brazo en la butaca...
ResponderEliminarAmiga Viky, allí en la oscuridad de la sala no se ve la suciedad que pueda haber en los tapizados y tampoco puedes ver si tu vecino de butaca tiene cara de asesino. De momento seguiré sin ir al cine.
EliminarSaludos
Pues a mi me encanta el cine, he visto películas más de una docena de veces y las vere otra vez más seguro. El cine es como los toros o el fútbol u otra actividad humana para ver una buena tienes que ver algunas malas, otras mediocres y alguna infumable.
ResponderEliminarYo he comido de casi todo, no hay alimento malo, solo una insuficiente cantidad de alimentos buenos, yo, por ejemplo, nunca entenderé a quienes se comen caracoles, les he comido pero no acierto a verles "la gracia".
Un saludo
Amigo Daniel, supongo que al no ir al cine me pierdo buena parte de grandes obras. Esto debe ser como el queso, que tampoco me gusta, a sabiendas de que me pierdo un universo de sabores.
EliminarTampoco tengo ganas de conocer el sabor del gorgojo aunque ahora parece que la Comunidad Europea reconoce el valor nutritivo de algunos insectos.
Saludos
Dicen que el futuro de la humanidad será comer insectos por sus proteínas...
ResponderEliminarMenudo futuro más asqueroso nos espera.
EliminarVerdaderamente aqueroso, no como palomitas ya en la vida.
ResponderEliminarTampoco voy al cine pero, ya sabes, esto deberíamos llevarlo en secreto, como ciertas fobias.
Un abrazo. Y salut.
Amigo Pitt, lo guardaremos en secreto, no iremos al cine pero no se lo diremos a nadie.
EliminarEn vez de palomitas comeremos canapés de caviar.
Salud
Sí, los finos somos más de 'canapiés'
EliminarSalud.