Se libran diversas
batallas, simultáneamente, aquí y allá. Aunque nos queden lejos y no podamos
oír el estruendo de la barbarie, los medios de comunicación nos hacen
partícipes de todas ellas.
Además de las
batallas lejanas, existe, también, otra batalla, la más cercana, la perpetua,
la que libra el ser humano consigo mismo.
En las guerras
ajenas parece que valga todo: el engaño, la estratagema insidiosa y las
diferentes formas de barbarie.
En la guerra
privada lo que vale es el autoengaño, la pereza y la candidez y, sobre todo, la sumisión a la
irracionalidad de los sentimientos más adocenados. La guerra personal está
servida. Las formas de combatir esta batalla propia son el conocimiento, la
aceptación de la historia y la crítica sistemática de los códigos sociales.
Quizá la guerra más difícil y costosa de todas es la que cada uno debe librar consigo. Y para eso debemos sincerarnos con nosotros mismos, lo cual no es tarea fácil.
ResponderEliminarUn saludo, Francesc.
Amigo Cayetano, como todas las batallas, para librar una consigo mismo se requiere conocer el terreno y esto no se consigue si no es conociéndose a si mismo, esto es un reconocimiento de los errores propios, difícil.
EliminarSaludos
Es difícil no autoengañarse. Hace falta ser crítico con uno mismo y atarse corto.
ResponderEliminarEstoy contigo en tus afirmaciones.
Salut
Miquel, qué difícil es aceptar los errores propios. "El Criterio" de Jaime Balmes plantea esta cuestión de una manera muy clara.
EliminarSaludos
Yo soy un "general de canapé" que diría un tal Julio César (afamado general romano que ,imagino, les diría de triclinio que es lo que se llevaba en la época en las familias romanas "bien") en cuanto a batallas colectivas, he leído bastantes cosas sobre ellas, las causas de las derrotas y los motivos de las victorias. Supongo que en la vida personal pasa lo mismo, no se puede ganar guerra alguna sin disciplina, sin esfuerzo y sobre todo sin una visión global de a donde quiere uno ir. CUando uno visualiza (importante esto) a dónde quiere ir o lo que quiere hacer todo es más fácil.
ResponderEliminarEl problema actual es que mucha gente no tiene ni idea de a dónde quiere ir y como están tan perdidos como Ulises se dejan llevar por el suave ronroneo de los descendientes de la odisea transformados en los nuevos "sirenos y sirenas" de la vida fácil donde solo por el hecho de ser quien eres y porque "tu te lo mereces, chaval" se piensan que es lo mismo madrugar para trabajar que trasnochar para gastar. Yo le digo a mis hijos que hay veces que hay que decir simplemente NO, algunas veces a ti mismo, cosa que no es fácil.
Un saludo.
Lo expones clarísimamente, el problema es la desorientación, no saber a dónde se quiere ir, además, escuchar y atender sin pensar los cantos de las sirenas, dejarse llevar por la frivolidad y el autoengaño, así, ir a lo fácil, satisfacer cualquier deseo sin esfuerzo. Luego viene la realidad y pone las cosas en su sitio y provoca el dolor, un dolor para el que no se han entrenado.
EliminarSaludos
Se necesita criterio, buen criterio a ser posible.
ResponderEliminarSalud.
Amigo Pitt, llegar a tener un buen criterio requiere mucho esfuerzo.
EliminarSaludos
Hay quienes no se enteran de que la vida es una sucesión de batallas: internas, externas, en múltiples direcciones.
ResponderEliminarSí, no se entreran y luego tienen que enfrentarse con el principio de la realidad.
EliminarSaludos
Completamente de acuerdo. Yo mismo soy mi peor enemigo.
ResponderEliminarReconocer nuestra dualidad interna, con su luz y su tiniebla. Sabernos capaces de lo mejor y mas elevado, y a la vez de la ruindad mas absoluta.
El "Conócete a Ti Mismo", de Sócrates es nuestra mejor herramienta.
Perdonarnos a nosotros mismos nuestros errores sin la blandenguería de la auto-compasión, y recordarlos sin atormentarnos es quizás lo mas difícil.
https://www.youtube.com/watch?v=aJL_bNCcV98
Amigo Rodericus, es muy difícil reconocer los errores propios, somos indulgentes y buscamos excusas. Quizás sea eso un mecanismo de protección, pero hay que insistir y practicar con serenidad la autocrítica. No lo sé, no me hagas demasiado caso, cada vez sé menos cosas y muchas veces mi criterio flaquea.
EliminarSaludos
Y todo viene a concluir con el inmenso poder de nuestra mente para maquinar ilusiones y engaños, lo malo es que hay especialistas en manipular nuestras percepciones y lo hacen a destajo.
ResponderEliminarAbrazos
Tabajan con ahínco, Marga, y para manipular disponen de unos medios fenomenales. Engañan, pero nosotros tenemos que poner nuestro empeño en ganar la batalla propia.
EliminarAbrazos
A veces que somos nuestro
ResponderEliminarpropio enemigo, también hay
personas que te ilusionan
y al final todo queda en nada.
Besitos dulces
Siby
Hay que tener cuidado, Siby, a veces las ilusiones traicionan.
EliminarSaludos
Nunca la verdad es vencedora de una batalla.
ResponderEliminarAmigo Pedro, la verdad pierde, así nos luce el pelo.
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