La nave de los locos (1503-1504). El Bosco.
La Stultifera navis, navegaba con rumbo a Narragonia, la tierra de la tolerancia y la libertad, la tierra de los locos, de los hombres y mujeres que viven al revés.
Viajaban en la Stultifera navis un buen número de orates: unos locos de atar, otros medio locos y otros tantos locos perdidos.
Un poeta-loco -quizá fuera uno de los poetas que Platón echaba de la ciudad- manejaba el timón y no cesaba de parlotear. Cansados los locos de tanto sermón acabaron echando al timonel por la borda. Tomaron el timón y entre todos condujeron la nave y llegaron a la fatídica isla.
Cambian las formas de urbanidad, pero no de la inquina; ahora quizá no echarían por la borda al poeta-loco, tolerarían sermones y extravagancias y al final llegarían a un lugar que nadie sabría si aquel sitio era la tierra de la libertad o era el puerto del naufragio.
No conocía la
ResponderEliminarhistoria, hoy
mismo buscaré
algo en el profe
Google .
Amigo Orlando, es un texto más o menos satírico que se publicó a finales del siglo XV y trata sobre la estupidez humana.
EliminarSaludos
Lo que sí sabemos es que desde el timonel hasta el último loco, todos iban sin rumbo.
ResponderEliminarNo hay cosa más disparatada que remar con un colador, pero ya se sabe, hay promesas que hacen creer que la felicidad solo la pueden dar los elegidos. Se viven realidades paralelas.
Un abrazo
Ay Miquel, un mundo de locos que navegan sin rumbo.
EliminarLo de remar con un colador es de antologías, Bravo.
Abrazos
Me has hecho volver a coger el libro de Florencio, "El carnaval de los locos", creo que es insuperable.
EliminarA mi modo de ver, precisamente este libro de Florencio es de lo mejor, sobre todo el prólogo.
EliminarUn abrazo.
Fíjate, según te leí, creí que te referías a la Bloggosfera jaja creí que habías hecho una versión menos lúdica e infantil que la que yo hice la semana pasada y que no existía esta obra ... He mirado y resulta que ¡existe de verdad! la wiki dice que es una obra de finales del XV que “critica los vicios de su época a partir de la denuncia de distintos tipos de necedad o estupidez. También se ha entendido la obra como una velada crítica a la Iglesia de la época (en latín, navis se refiere también a la nave de un templo, a la Iglesia católica como la nave de San Pedro)” .. pero vamos, que VI siglos después seguimos igual y esta nave está de suma actualidad … La humanidad no deja de repetir curso sin ser capaz de aprobar ni a tiros.. y nunca mejor dicho, para desgracia de todos. La estupidez, la manipulación e ignorancia siguen campando a sus anchas hoy, tal cual comentas muchas veces, estamos viviendo una segunda Edad Media en pleno siglo XXI.
ResponderEliminarGracias. Un beso grande!
Amiga María, no hace mucho escribí un poema sobre la "Nave de los locos", un día de estos lo pondré en el blog.
EliminarAquellos orates remaban sin rumbo y parece que ahora seguimos navegando de la misma manera. Ciertamente la estupidez no tiene fin, sigue remando "e la nave va"
Abrazos mil
La degradación de la Iglesia,en aquella época, que luego dio lugar a la Reforma y Contrareforma.?Libertad o libertinaje?.Nunca se sabe y sobretodo qué será el final.Lo que es cierto es que hoy día, una escena como la del cuadro no asusta a nadie,mientras que entonces era una crítica a la degradación humana.
ResponderEliminarSaludos
Amigo Car res, nos hemos acostumbrado a imágenes tremendas, ahora ya no se asusta nadie, ahora ves las noticias y es una sucesión de locuras.
EliminarSalud
Ya que hablas de la Stultifera navis, escribe don Pío Baroja en "La nave de los locos" —Prólogo casi doctrinal sobre la novela, que el lector se puede saltar tranquilamente— unos "Diálogos de viaje" que empiezan así:
ResponderEliminar«Hablar con una mujer a solas siempre está bien. Aunque el diálogo no tenga el más ligero matiz amoroso, no se echa de menos una tercera persona; en cambio, se habla mejor casi siempre con dos amigos que con uno.
Al dialogar y razonar tres hombres se completan uno a otro; dos interlocutores suelen ser poco para divagar cómoda y agradablemente; cuatro, demasiado; hay, pues, que decidirse por el trío, tercero, trinidad amistosa o como se le quiera llamar».
Palabra de don Pío. Un abrazo.
Amigo Gran Uribe, no conozco ese prólogo de Baroja que mencionas, intentaré buscarlo, me interesa mucho la obra de Pío Baroja aunque Gil Bera lo machaque. Aprovecho para recomendar "Historia de las malas ideas" y "Los días de enmedio", y en general toda la obra de Eduardo Gil Bera.
ResponderEliminarAbrazos
El problema no es ser ignorante, el problema es no saber que eres ignorante. De los "reinos mágicos", de los "salvadores de pueblos" y de los "salvadores ideológicos o espirituales" que Fortuna me proteja. Que dejen a las personas vivir en paz, ganarse la vida con su trabajo, tener familia y que no molesten, sobre todo que no molesten, que son unos pesados.
ResponderEliminarUn saludo y cuidarse.
Creo que fue el insigne violonchelista Pau Casals que dijo que si cada uno se ocupara de lo que sabe, se ocupara de lo que le concierne y no se inmiscuyera en la vida de los demás, el mundo sería mejor.
EliminarSalud.
Tan interesantes como tu entrada, los comentarios que suscita. Tomo nota de algunas de las obras que se citan.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Gracias Luis Antonio, me parece que vale la pena volver a leer el Elogio de la Locura de Erasmo.
EliminarSaludos
Ta como está el mundo, Francesc, es mejor posar de loco.
ResponderEliminarGracias por visitarme.
Un abrazo.
Voy a menudo a tu blog, me gusta, aunque a veces no ponga comentarios.
EliminarAmigo Rafael, yo creo que lo mejor es pasar por cuerdo tranquilo e intentando que el vaivén de la nave no nos maree.
Abrazos
Hablando de su obra, Sebastian Brandt dice: "En este espejo deben mirarse todo género de humanos, hombres y mujeres. Siempre entiendo lo uno con lo otro: los hombre noo son los únicos necios, sino que se encuentra también muchas necias..." Etc. Y aunque tiene mucho moralismo cristiano Brandt no deja de señalar las necedades que en su tiempo y en el nuestro los personajes de la obra incurrimos.
ResponderEliminarSí Fackel, Brant era un moralista satírico, desde luego no tan amargado como su contemporáneo Erasmo, sólo hay que ver el retrato que Durero hizo del sabio de Roterdam.
EliminarSalud.