martes, 26 de abril de 2022

El Kitsch que nos acompaña

Cuando veo algunas revistas de decoración o las fotos donde los famosillos muestran sus “ricas mansiones”, pienso que el estilo Kitsch vuelve a estar de moda, pero no, el Kitsch jamás pasó de moda, siempre lo ha estado. Lo feo y lo atildado siempre nos han acompañado.


El Kitsch es un estilo ordinario que complace a nuevos ricos que pretenden aparentar un nivel cultural que no tienen. 


Tuvo su punto álgido después del Art Decó, en la década de los años 30 del siglo XX, con más o menos aceptación. El Kitsch, sin embargo, no ha dejado de estar presente y hoy vive un vigor renovado.

 

El estilo Kitsch se caracteriza por un abarrocamiento y una profusión exagerada de elementos llamativos y extravagantes. Su cromatismo va del dorado al pastel de albaricoque, al verde puré de guisante y al color chicle de fresa. Su lema es “lo más es más” y después de enunciarlo, se ríen de los minimalistas.


En decoración combinan estampados y texturas variadas: pieles sintéticas, poliuretanos, papeles pintados, melaminas que imitan maderas de fresno, cerámicas de producción industrial, cojines de peluche y algún que otro muñeco hinchable como los de Jeff Koons.


El Kitsch aborrece la funcionalidad y siente horror por lo vacío. La proporción y el equilibrio formal brillan por su ausencia y este brillo se sustituye por lo abigarrado.

 

10 comentarios:

  1. Hace tiempo, cuando en las peluquerías dejaban montones de revistas semanales, que esperando turno ojee una. "Hola", era su nombre. En ella, una psudofamosa por haberse casado cuatro veces, y vivir a costa de la manutención de sus hijos, enseñaba su nueva casa con un abigarrado comedor cabeza/tigre incluido. Allí enseñaba su generosa biblioteca, por lo grande, con un sólo ejemplar. Este era la revista en donde aparecía.
    No es broma.
    Un abrazo
    salut

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    1. Amic Miquel, la gente acumula objetos y decora sus viviendas según sus gustos personales, en esto se muestran tal como son o como quieren ser. En definitiva es una cuestión de cultura.
      Estas revistas influyen mucho y crean un estado de deseo vanidoso y petulante. Te aseguro -lo sé por cuestiones profesionales- que hay muchísima gente que se encandila con estos espacios abigarrados y quieren aparentar con estas decoraciones, lo que no son.
      Abrazos

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  2. Horroroso lo de la primera fotografía que publicas. Algo así me provoca una sensación de angustia y claustrofobia. Meses atrás vi la serie "The Crown", que relata las peripecias de la familia real británica. Los interiores del palacio de Buckingham que aparecían en la serie ( supongo que bien documentados y reproducidos ) son exactamente iguales.

    Y ese tresillo en "capitoné" dorado hace daño a la vista, es digno de alguna residencia de la familia real saudí.

    Buen muestreo.

    Saludos.

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    1. Amigo Rodericus, estos ambientes me ponen de mal humor, tengo la sensación de que entre molduras y recovecos se acumula una enorme cantidad de polvo. Asocio estas decoraciones con un tufo de abrigos viejos y sucios.
      No solo en decoraciones antiguas, también en los ambientes contemporáneos encontramos un kitsch espantoso, repleto de dorados, materiales de imitación y cachivaches feísimos.
      Saludos

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  3. me gusta tu intelectulidad de letras me gusta leerte
    te invito a las mías
    te dejo mis huellas para
    que no te pierdas
    abrazos nocturnos

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    1. Amiga Mucha, visito muy a menudo tu blog, veo en tus escitos una carga poética muy interesante. Continuaré leyéndote.
      Abrazos

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    1. Amiga Mucha, creo que muchas veces los comentarios quedan suspendidos en el aire de primavera, se mezclan con el aroma de las flores o se van a pasear por los jardines de la imaginación. Pasan cosas raras.

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  5. Madre del amor hermoso, Francesc, de la primera foto a la última, todo es un horror agobiante, la última foto me hace reír, y es que esa combinación de platos y animales disecados no se me hubiera ocurrido ni en mi peor pesadilla.
    Sí, creo que los nuevos ricos, sobre todo, siente de una manera intensa el horror vacui​, y lo llenan a carretadas.

    Y eso que yo soy bastante ecléctica en la decoración de las diferentes casas que he habitado ( no tenido). Pues vivo de alquiler y me he mudado muchas veces.

    Un placer pasar por aquí. Besos,

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    1. Amiga Tesa, suelo hacer el siguiente experimento: cuando entro en una sala suelo dar una palmada y si oigo reverberar el ruido, quiere decir que las paredes están vacías, sin ningún cachivache por el suelo, sin tapices..., entonces siento una satisfacción sincera.
      Con independencia de una mayor o menor acumulación, hay que considerar, cómo son las cosas acumuladas. Es evidente que algunos cachivaches que llenan un determinado espacio nos informan del gusto y el nivel cultural de quienes lo habitan.
      Abrazos

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