viernes, 8 de abril de 2022

Poesía. Deconstrucción del lenguaje

 

Joan Planella y Rodríguez: “La niña obrera” (1889)

  

 

Octavio Paz dijo que cuando una sociedad se corrompe, lo primero que se gangrena es el lenguaje.


Además de la forma más perfecta de expresión, el lenguaje es una “herramienta” de reflexión, así lo demostraban los estructuralistas y antes que ellos otros filósofos afirmaron que pensar y hablar son la misma cosa.


A una decadencia intelectual le corresponde una degradación del lenguaje y a la recíproca: la corrupción lingüística es la causa de la degradación del pensamiento y las conciencias. Según Karl Kraus las personas que hablan mal y escriben mal también pensarán y actuarán mal.


En las vanguardias y sobre todo en la posvanguardia, la poesía como arte de la palabra se erige como un intento histórico de romper con los lenguajes expresivos de la tradición literaria. Ante este planteamiento, me pregunto si con la ruptura se quiere disimular la degradación. 


Con la poesía corren en paralelo las otras artes y todos parecen interesados en romperlas. La deconstrucción la encontramos en todas partes, no solo en el lenguaje, sino también en la arquitectura, en la repostería, en los parlamentos, en la filosofía, en la cocina de autor, en la poesía, etc.


La deconstrucción se presenta como una búsqueda de originalidad. En mi opinión, esto es una reducción del planteamiento, por la sencilla razón que implica contemplar el texto artístico literario-poético desde la óptica específica del poeta-creador-emisor: otorgar a la originalidad un valor demasiado exclusivo y eludir la eterna dicotomía entre forma y contenido.

14 comentarios:

  1. He leído por ahí, y por lo que parece es de conformidad de una gran parte del público, no se si del público lector, que "los tiempos cambian, y con ellos la manera de expresarse".

    Esta mañana mismo he escuchado en la cadena SER, a las seís de la mañana, hora en la que suelo dejar la cama y prsto atención a las primeras noticias, una canción de Rosalia con no se que Tangana. La letra me ha emocionado, dice algo así como: "mi amol, soy tu colazón, tu y yo vamo a montalnos y así nos quelemos más al amalnos".
    No me negarán que la primavera hace su efecto y que el lenguaje prospera.

    Si, si, habían en mis tiempos temas como el de Juanita Banana, gritadas por el inefable Luis Aguilé, no lo niego, pero no pasaban del mes veraniego y no creaban escuela. Hoy no se "reggatea" sino se habla con la "L" final y no se mueve el "culo" para "perrear".
    Todo incluido en el precio.

    PD: Me voy a escuchar al Oscar peterson un rato, su piano me hace soñar.
    Salut

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    1. Miquel, te vas a escuchar Oscar Peterson, creo que tomas una buena decisión. Un fuerte abrazo.

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  2. Por cierto, el oleo es magnífico. he visto una copia del mismo en el Museo de Terrassa. refleja con nitidez la esclavitud a la esclavitud que se vieron sometidos los niños de las cuencas del Ter, el Cardoner y el Llobregat.
    Hay un libro que se llama "Les catedrals del cotó" de Francesc Cabana, que lleva la portada de este lienzo; es más que recomendable.

    PD: pongo el enlace
    https://www.google.com/search?q=les+catedrals+del+cot%C3%B3&tbm=isch&ved=2ahUKEwi5teD5noT3AhVS44UKHRAFB6YQ2-cCegQIABAA&oq=les+catedrals+del+cot%C3%B3&gs_lcp=CgNpbWcQAzoHCCMQ7wMQJzoICAAQgAQQsQM6BQgAEIAEOgcIABCxAxBDOgQIABBDOggIABCxAxCDAToLCAAQgAQQsQMQgwE6CggjEO8DEOoCECc6BAgAEB46BggAEAUQHjoECAAQGDoGCAAQChAYOgYIABAIEB5Q1AhYhpkBYMSbAWgCcAB4AIAB2gGIAYI1kgEGOC41My4xmAEAoAEBqgELZ3dzLXdpei1pbWewAQrAAQE&sclient=img&ei=RQxQYvl-0saXBJCKnLAK&bih=806&biw=1280#imgrc=ByR2QOn8DHOV6M

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    1. Sí, Miquel, es un libro muy recomendable, Francesc Cabana conoce muy bien cómo eran aquellas "catedrals de cotó"
      Salud

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  3. El lenguaje y el lenguaje artístico más, no solo es una herramienta de comunicación, como bien dices, sino de comprensión del mundo y de actuación en él. Para la bueno y para lo malo, claro.

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    1. Amigo Pedro, coincido contigo. Sin la forma, la realidad queda reducida a puro dato. La visión estética de la realidad y su expresión artística aportan un conocimiento completo del mundo.
      Saludos

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  4. ¡Ay... el lenguaje!... querido amigo, cuánto daño se le está haciendo. Mi padre, que entre otras cosas era crítico literario, escribió un libro sobre este tema "CRÍTICA SIN HIEL" si hoy levantara la cabeza me imagino que hubiera cambiado el "sin" por el "con" sin contar que del disgusto hubiera caído nuevamente redondo.
    Te agradezco tu visita y comentario en mi Blog, así como tu amistad.
    Un abrazo.

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    1. Amigo Juan José, observo en los medios de comunicación una pérdida gradual de vocabulario, pobreza y mala utilización de los tiempos verbales, estas carencias, indican, a mi enteneder una pobreza de pensamiento. Es una pena.
      He estado un tiempo retirado del blog y ahora, a la vuelta, me siento muy a gusto visitando el tuyo.
      Abrazos

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  5. En efecto, el lenguaje revela qué somos, qué pretendemos ser y en qué nos convertiremos. La penuria intelectual -y de la otra- es tal en la actualidad que por más que acudamos al truco de la deconstrucción, nada podemos sacar que ayude a reconstruir con el material de desecho.

    Abrazos

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    1. Amiga Marga, lenguaje y pensamiento son una misma cosa, lo dijeron los estructuralistas y muchos otros filósofos anteriores a ellos. La pobreza del lenguaje indica una pobreza de pensamiento. Perder el matiz del adjetivo es perder en gran manera la capacidad de percepción intelectual, errar en los tiempos verbales lleva a la pérdida del conocimiento temporal de la acción. La deconstrucción sólo es válida si con el material deconstruido somos capaces de levantar otros edificios intelectuales más sólidos y desprovistos de ornamentos innecesarios que solo hacen que enmascarar el núcleo del asunto.
      Un fuerte abrazo

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  6. Ante la gente que construye siempre están los que "deconstruyen". Los primeros tienen una visión, una idea; los otros una envidia y una incapacidad. Creo yo.
    Un saludo.

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    1. Amigo Daniel, mi opinión es la de alguien que siempre se ha dedicado a construir, he pasado días y noches resolviendo problemas de construcción, buscando las soluciones más estables y duraderas -ah, y pagando unas pólizas de seguro de reponsabilidad civil tremendamente elevadas- Sé lo cuánto cuesta construir y sé con cuánta facilidad se derriba lo construido. Nunca he acaptado la "deconstrucción" como algo creativo ni original. Estoy casi por asegurar eso que tú apuntas: una envidia que se cuece ante el esfuerzo que supone construir.
      Un saludo

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  7. Lenguaje y construcción, lenguaje y pensamiento.
    ¿Será que a los deconstructores les corroe el defecto, el de no ser capaces de construir?

    Como dices Francesc el error del tiempo verbal modifica la "realidad".

    Salud.

    Anna Babra

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    1. Amiga Anna, he conocido algún "deconstructor" del lenguaje y he visto que por su manera de hacer estaban bastante decaídos. Otros, en cambio, dedicados a los derribos de edificios he comprobado que han ganado bastante dinero y cierto prestigio industrial, ellos, naturalmente, se quejan, dicen que deben invertir mucho en sistemas de protección y salud.
      Los que derriban el lenguaje no creo que inviertan demasiado en protecciones.
      Abarazos.

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