jueves, 12 de noviembre de 2020

Lectura en tiempos de confinamiento

Capilla Pazzi. Florencia. Arq. Filippo Brunelleschi.

 

Ospedale degli Innocenti. Arq. Filipo Brunelleschi

  

En estos tiempos de confinamiento, a menudo dejo a un lado el libro que estoy leyendo y, mirando a través de los cristales empañados, observo el cielo de otoño y acuden a mi memoria la fachada de la capilla Pazzi, los arcos del Ospedale degli Innocenti y otras arquitecturas de Brunelleschi; degusto unas alcachofas con paté de oca y cuando vuelvo a la lectura ya no me acuerdo de qué trataba el libro.

28 comentarios:

  1. La degustación te llevo a una dimensión distinta donde tu absorción por los arcos y por el libro se desvanecieron.

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    1. Amiga Andri, el argumento del libro pasó a un segundo plano. En mi mente siempre permanece la arquitectura de Brunelleschi y en mis sentidos el sabor de la alcachofa con paté.
      Abrazos

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  2. jajajajaja, esta si que es buena, FRANCESC, no he probado nunca la alcachofa con paté, aunque si he admirado "in situ" la labor de Brunelleschi. Habré de probar.
    ¡ Que bella es la capilla ¡, que bonita que es Florencia.
    Un abrazo

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    1. Amic Miquel, preparas unos corazones de alcachofa, les das un hervor y los escurres, después los pasas un poquitín por la satén con un poco de aceite de oliva, vuelta y vuelta, los emplatas y colocas encima de las alcachofas, cuando aún están calientes, unas rodajas de paté para que se fundan un poco. Es delicioso.
      Recuerdas, mientras tanto, aquellas arquitecturas florentinas y te aseguro que se olvida la lectura, o no, pero el momento de felicidad no te lo quita nadie.
      Abrazos

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  3. Muy interesante tendría que ser la lectura para acordarse uno después de haberse extasiado con manjares del mundo gastronómico y arquitectónico.
    Un saludo, Francesc.

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    1. Amigo Cayetano, ya es dificil que una lectura pueda superar las imágenes de Brunelleschi y tanta delicia gustativa.
      Debo decir, sin embargo, que unas cosas no sustituyen las otras, hay tiempo para todo, pero no hay tiempo para perder el tiempo en lecturas abominables.
      Saludos

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  4. Artichauts sautés à l'italienne

    Ingrédients

    8 artichauts moyens très tendres 1 citron 1 dl d’huile d’olive un petit bouquet garni 12 petits oignons blancs 1 petite gousse d’ail 1 verre de vermouth blanc sec sel; poivre.

    Étapes

    1. Parez les artichauts après les avoir lavés et bien épongés, coupez la tige et la partie non comestible des feuilles, coupez les artichauts en quatre et frottez-les avec le citron coupé en deux pour qu’ils ne noircissent pas.

    2. Faites chauffer l’huile dans une cocotte, ajoutez les quartiers d'artichauts, les petits oignons blancs, le bouquet garni, la gousse d'ail écrasée, laissez bien revenir; quand les artichauts et les petits oignons commencent à dorer, mouillez-les avec une tasse à thé d’eau chaude et le vermouth blanc sec, assaisonnez, couvrez, laissez cuire à feu moyen 25 minutes.

    En fin de cuisson la sauce doit être presque complètement réduite. Servez chaud. Ces artichauts accompagnent parfaitement du veau rôti, en cocotte, ou des côtes de veau poêlées.

    Bon appétit, mon ami Francesc.

    Loam Bart

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    1. Extraordinario, amigo Loam, tiene una pinta tremenda que estimula las glándulas salivales. Este fin de semana lo preparo y lo comeré a tu salud.
      Muchas gracias.

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  5. Un manjar divino de la reina de las verduras que también ha sido representada por el arte, como en el Retrato de Rodolfo II en traje de Vertumno, de Arcimboldo, o que quizá nos puede recordar a la cúpula de la mismísima Santa María de Fiore de Florencia porque cuando se activan los sentidos de la buena mesa todo nuestro espíritu se enaltece y el arte inunda nuestra mente.

    Salud.

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  6. Amigo Pitt, el retrato de Rodolfo II en traje de Vertumno, de Arcimboldo debería estar expuesto en el vestíbulo de la (CPFV) Corporación de Productores de Frutas y Verduras.
    Nunca me husiese pasado por la cabeza el símil de la alcachofa con la cúpula de Santa María de Fiore, pero ahora que lo dices, me vale la analogía, esta magnífica cúpula, además su forma, tiene varias capas de hojas.
    Saludos

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  7. -No importa sino: ese momento que la mente se relaja sea con esa lectura o ese degustar y más en estos momentos tan convulsos.

    Estimado Francesc me alegra mucho saber que estas bien y sobre todo lo bien que sabes sacarle a cada momento su lado mejor...
    Un abrazo enorme desde este rinconcito ya hemos comenzados las clases presenciales y...vamos a cruzar los dedos.

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    1. ¿Qué tal, amiga Bertha?, veo que estás con ánimo. Seguro que esas clases irán bien.
      Celebro mucho tu visita al blog.
      Un abrazo

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  8. Te comprendo perfectamente. Yo ando bastante dispersa :-) y salto cual mono de un tema a otro. O vuelo con la mente de Roma a Luxor, etc

    Lo más importante es estar bien de salud y en contacto con los seres queridos, y gracias a las nuevas tecnologías podemos hacerlo.

    Abrazos

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    1. Amiga Myriam, un respiro y una manzana al horno con un poquito de canela ayudan mucho. Intento practicarlo y me producen momentos de satisfacción.
      La inmediatez de las comunicaciones facilitan muchas cosas y abren caminos de amistad.
      Abrazos

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  9. Mientras seamos capaces de encontrar el libro donde lo dejamos, ya podemos ir tirando.
    Un saludo.

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    1. Sí, Alfred, no llegamos a tanto. Son unos momentos de recuerdo e ingesta y después todo sigue en su sitio.
      Saludos

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  10. Apasionarse por la contemplación de la arquitectura de alguien en concreto por tiempo indeterminado no es en absoluto mi fuerte. Aunque admito su belleza, la de Brunellesqui.
    Ahora bien, inmerso cada cual en sus delitos de contemplación y en los que el paladar le trae, se olvida hoy de cualquier argumento, cualquier lectura y acaba preguntándose de dónde vendrá el desatino y la dispersión que lleva padeciendo últimamente. Pero repite alcachofas con paté al día siguiente.
    Y es que quizá la "felicidad" solo sea eso.

    Salud, Francesc.

    Anna Babra

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    1. Amiga Anna, me gusta la arquitectura de Brunelleschi, como la de Mies van der Rohe, o la de Sert pero ninguna me apasiona, de hecho, nada me apasiona, simplemente me agrada. Todo es muy pequeñito: los placeres son pequeños, también lo son los momentos de placer y pienso que la felicidad es algo diminuto.
      Salud

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  11. La gente conoce a Bruneleschi por la cúpula de la catedral de Florencia, pero lo que me agrada más a mí son esas limpias composiciones con arcos —como la que señalas tras zamparte tus alcachofas con paté de oca— del Hospital de los Inocentes, sus patios y sobre todo la fachada (que da la plaza de la Annunziata). Me he permitido escanear lo que dice de esta fachada Pevsner en su "Esquema de la Arquitectura Europea":

    «El primer edificio en que aparecen las formas renacentistas es el Hospital de los Inocentes de Brunelleschi, comenzado en 1419 (lám. 71). Brunelleschi (1377-1446) era orfebre de oficio. Sin embargo, le habían designado para terminar la catedral de Florencia con una cúpula sobre el crucero, obra maestra de técnica constructiva, pero cuyo perfil es netamente gótico. Al mismo tiempo proyectaba la fachada del Hospital de los Inocentes, obra de carácter completamente distinto. Consiste en una columnata en la planta inferior, formada por delicadas columnas corintias y anchos arcos de medio punto —lo que permite una adecuada y cálida iluminación de la logia— y en una planta superior con ventanas rectangulares de mediano tamaño, generosamente espaciadas, coronadas por frontones de poco resalte, que corresponden exactamente a los arcos de abajo. En las enjutas de la arquería se encuentran unos medallones de barro cocido policromado, obra de della Robbia; son los famosos niños envueltos en pañales, que todos los comercios florentinos de recuerdos venden en reproducciones baratas de infinitos tamaños. Un arquitrabe, sutilmente proporcionado, separa la planta baja de la superior. Los frontones sobre las ventanas son claramente un motivo romano. Igualmente parecen serlo las columnas corintias. Pero los arcos, que se alzan sobre tan esbeltas columnas, difieren tanto en su expresión de las del Coliseo, por ejemplo, como de las de cualquier arquería gótica. Su origen, como el de muchos otros motivos de esta fachada, hay que buscarlo, no en la arquitectura romana, sino en el proto-Renacimiento toscano de San Miniato (lám. 34), de los Santos Apóstoles y del Baptisterio, es decir, la arquitectura florentina de los siglos XI y XII, y en nada más que eso. Este es un hecho sumamente significativo. Los toscanos, sin darse cuenta, por supuesto, se prepararon a recibir el estilo romano, volviendo primero a su proto-Renacimiento románico».

    En fin, me has dado una idea. Creo que te voy a imitar, pero, a causa de mi colesterol LDL, sustituiré el paté de oca por una salazón típicamnte murciana (huevas de maruca, por ejemplo), unas almendras fritas y un Tío Pepe fresquito en copa Sherry. Mantengo lo de las alcachofas.

    Saludos y buen «'finde' de semana», como dicen ahora.

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    1. Amigo GranUribe, creo que deberíamos fundar la cofradía del Gran Maridaje de la alcachofa, el fino y la arquitectura.
      Con el recuerdo de las obras del primer renacimiento, te deseo un buen provecho.
      Salud

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  12. Hay lecturas muy interesantes, pero también tienen competencia.

    Saludos

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    1. Competencia muy dura, en efecto. Encotramos productos de excelente calidad en la cocina, en la literatura y en la arquitectura. Es cuestión de saber saborear.
      Saludos

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  13. Ayer comí unas alcachofas y pate de oca y me acorde de ti cuando las compre. Yo miro el cielo y me gusta observar a los pájaros que comparten mi jardín (vivo en una casa de pueblo), sus movimientos rápidos y su mirada alerta, y pienso muchas veces en los principios físicos que les permiten volar, y que yo no termino de comprender. Puede que, en el fondo les tenga envidia, solo se les ve preocupados por lo realmente importante.

    Un saludo.

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    1. Amigo Daniel, ya me dirás si has comido las alcachofas con paté y si te han gustado. A mí me parece un plato exquisito.
      El vuelo de los pájaros es algo que nos parece increible, disfrutamos con verlo.
      Saludos

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  14. Pues no me extraña que no recuerdes la lectura, después de un plato suculento y de la contemplación de una belleza Bruneleschiana.
    Me parece que las dos elecciones son lo mejor para pasar un buen día.

    Abrazos

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    1. Marga, a veces uno pierde la memoria y el sentido. La belleza y las alcachofas tienen efectos amnésicos.
      Un abrazo

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  15. El paisaje es una magnífica lectura siempre.

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    1. Sí, Pedro, el paisaje es una buena lectura que ofrece una gran cantidad de matices.
      Saludos

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