Conventículo pietista noruego. Adolph Tidemand, 1852.
Contra la ilustración, después del siglo de las luces vinieron las sombras teutonas y con ellas los prerrománticos, el Sturm und Drang, la teología en la Universidad de Königsberg y los pietistas.
Sabemos
de qué pie cojeaban y sabemos a dónde nos condujeron
A
los precursores como:
Johann Gottfried von
Herder (1744 - 1803), este pastor luterano que rompió con Goethe
y con toda idea luminosa del clasicismo racional. Se opuso a las ideas
ilustradas y aunque no es nacionalista aún, ya anunció sin rubor el Volksgeist (‘espíritu del pueblo’) y
auguró la primacía del ‘superhombre’
Johann Georg Hamann
(1730 - 1788), teólogo pietista que se enfrentó a Kant. Era cultísimo y
despotricaba contra la razón y decía que ésta sólo es una parte de la realidad
y la personalidad del hombre. Niega toda capacidad de reflexión filosófica, para
Hamann, Dios es la única solución de los problemas filosóficos.
Era
un revelacionista. Aseguraba que el conocimiento, y sobre todo el lenguaje,
proviene de una revelación. Enemigo a todo análisis de la realidad, creía que
la voluntad, la acción y sobre todo el sentimentalismo pueden dar la
explicación a la vida humana. Lo irracional se antepone a las ideas ilustradas.
Les
siguieron “irracionalistas” como Fichte,
Schelling, Schopenhauer y otros peligros.
Después
de aquellos fuegos vinieron las cenizas y no pienso romper una lanza por los
desesperados que llegaron después.