jueves, 24 de junio de 2021

El carácter románico de los catalanes


Todavía ningún psicólogo ha dicho que el carácter catalán sea austero, seco, duro, de colores planos, elocuente y de espesor solemne como el estilo románico de las iglesuelas del Pirineo.

 

Estas pequeñas iglesias románicas han gozado de un márquetin tremendo. 

 

Todavía ningún sociólogo ha dicho que el carácter catalán ha gozado de una propaganda institucional exagerada, un márquetin aparatoso que ha hecho que muchos catalanes se crean que son más que los demás.

 

Tampoco el románico catalán es mejor que otras manifestaciones del arte románico que encontramos por la península, ni mejor, desde luego, que la gran arquitectura románica europea.

 

Son iglesuelas pequeñas que la propaganda ha convertido en grandes monumentos como la arrogancia del carácter catalán.

10 comentarios:

  1. El románico primero catalán, las iglesias del Valle del Boí, San Clemente de Tahull principalmente, tienen la gracia de lo primitivo, la impronta de lo rural. Tienen su gracia, aunque yo soy más del Gótico (o del Románico tardío), por aquello de la luz y la altura. El oscurantismo medieval lo llevo mal-.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amigo Cayetano, a mí el románico me da miedo: aquella oscuridad, aquellos muros tan gruesos, aquellos muñecos espantosos, los martirologios, los capiteles toscos y obscenos, la ruralidad hecha piedra, las pinturas con vírgenes desproporcionadas...
      Abrazos.

      Eliminar
  2. Estamos otra vez con la matraca de la pureza de sangre.-Está probado científicamente: que la barrexa o mezcla de sangre es lo mejor y sino el señor Aragonés que lo diga, cuando saco su ancestros andaluces cuando le interesaba y después los borra de un plumazo y es catalán 100% como el algodón y como este señor unos cuantos más.
    -Por lo menos las piedras : no dicen tantas bobadas y los estilos sean románico, gótico, o plateresco no determinan sino una época en la Historia del Arte.

    Deben de tener una marca especial esos que claman su pureza: que los que no somos tan puros no tenemos:¿o solo con la mitad sirve...?

    Una abrazo


    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amiga Bertha, nada mejor que el mestizaje y aún mejor, que ningún pueblo se crea que es más que los demás.
      Muchos se creen exclusivos y con una sangre de gama alta y contemplan las piedras románicas y se les inflan las sienes y repiten una y otra vez "que dignos y guapos somos".
      Abrazos

      Eliminar
  3. Lo que nos expones no deja de ser curioso. Me has hecho pensar. Por regla general, el oriundo autóctono se considera "diferente". Esa diferencia cuenta con muchos flecos, pero le dotan de un argumentario tildando a la soberbia.

    Sin embargo, he de decir que conocido (y conozco) nativos catalanes/as muy preparados, de una humildad suprema.

    Quizá sean estas personas de "mundo", y aceptan que tras el Ebro existe un país con unas manifestaciones iguales o tan buenas como el románico catalán o el gótico con el mismo adjetivo.

    En ocasiones se me da que habito en una aldea grande.

    Salut

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Miquel, yo también pensaba que habitábamos en una aldea grande pero ahora me doy cuenta de que se trata de una pocilga grande y sucia.
      Ningún pueblo puede decir que sea superior a otro, en todas partes cuecen habas y las habas de aquí son tan flatulentas como las de allí.
      Naturalmente que por esta tierra pequeñita hay personas que tienen sentido común y tienen una gran preparación, tanta, tanta, como las de cualquier otro sitio.
      Hay por estos andurriales mucho incompetente que cree tener la sangre de alto standing y que esto le faculta para el ejercicio de la intolerancia. Son acémilas inconmensurables convencidas de que el centro del universo está en su ombligo.
      Con soberbia contemplan las iglesuelas del Pirineo y parecen papanatas abducidos por una historia inventada de condes zarrapastrosos que mojaban sus dedos en la sangre para pintar escudos y enseñas.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  4. Has traído a mi recuerdo esos viajes por el románico y por los pirineos que hacíamos con mis amigos ¡Qué disfrute!
    Algo que también he disfrutado y disfruto es el buen humor de mi amiga catalana.

    Me gustaría tener una goma de borrar gigante para borrar todas las mentiras que escriben porque ya hago oídos sordos a casi todo.

    Salud y saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amiga Isabel, se dicen muchas mentiras y se manipula la historia de forma interesada. Todo esto va calando y acaba configurando un panorama cargado de tópicos.
      Saludos.

      Eliminar
  5. Bueno, se podría calificar de un estilo tosco, que nos recuerda a las primitivas "navetas" de las Baleares : piedras apiladas unas encima de las otras.

    Casi todo el conocimiento de la arquitectura clásica se perdió con el colapso del Imperio Romano. Los maestros de obra posteriores debieron redescubrir otra vez las técnicas de arquitectura avanzada durante toda la Edad Media.

    Y aquí, siempre hemos rendido culto a la antigüedad de los orígenes.

    La gansada de Carlomagno trazando las cuatro barras con sangre del conde Guifré no se la cree nadie. Mas que nada, porque no fueron coetáneos, y porque la primera noticia de la "senyera" la tenemos cuando ya existía el Reino de Aragón como tal.

    Lo de la sangre fué un "invento" de Pitarra y sus colegas de la "renaixença".

    Como decía Josep Plá : es mas fácil creer que saber.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amigo Rodericus, este románico es un estilo tosco, tal como dices. Hay gente que se encandila con este amontonamiento de sillares.
      Se emboban ante las iglesuelas románicas del Pirineo y se creen una épica nacional inexistente que se ha elaborado alrededor de aquellas construcciones oscuras.
      Suscribo lo de Pla. Josep Pla también dijo "es más facil creer que pensar"
      Saludos.

      Eliminar