La merienda, Marie Bracquemond, 1880
Después de unos días de oscuridad, cuánto me apetece volver al "plein air".
El aire tiene una densidad ligera, en cierta manera perezosa. La luz se arrebuja formando una neblina ingrávida que se adelgaza y cubre las formas hasta convertirlas en algo candoroso, calmo, distraído y sutil.
Sucumbo y me acerco con paso lento al deseo del impresionista que no expresa lo que ve, sino la impresión que le produce el ensueño (la rêverie), la muchacha del pelo de oro, los reflejos en el agua, la pereza ancestral de la siesta del fauno, el desayuno sobre la hierba, el reflejo del sol naciente, los nenúfares, el efecto de la lluvia, la Rue Saint-Honoré por la tarde o la joven que merienda.
Son músicas e imágenes que se me antojan el presagio de unas horas empapadas de arte y luz que recorren los momentos desde la mañana hasta el ocaso, entonces la noche me acompañará con su oscuridad de terciopelo negro.
Me alegro
ResponderEliminarmucho ,
muy buenas
letras que
son .
Gracias, Orlando. Después de unos días apartado, me satisface mucho volver al aire libre y volver al contacto con todos vosotros amigos del blog.
EliminarSalud
En este caso, la mirada perdida de la joven. En qué esta pensando, qué la distrae .
ResponderEliminarComo decíamos ayer....
Saludos.
Amigo Car Res, yo creo que la joven, después de un ratito de lectura se distrae viendo algún mosquito que aparece por ahí.
EliminarSaludos
"no expresa lo que ve, sino la impresión que le produce el ensueño". En el fondo todos somos "impresionistas" o "impresionados", ya no se bien...
ResponderEliminarLa primavera es el despertar del letargo del invierno.
Un saludo.
Amigo Daniel, la realidad nos impresiona, a mí, por lo menos, me impresiona más que la charlatanería.
EliminarUn fuerte abrazo
Lo curioso es que este recurso que a ti te lleva al precioso impresionismo de Monet que taaan bien describes, lo usaban los artistas para captar las características de la luz y el paisaje en un momento determinado, pretendiendo dotar a sus obras de mayor realismo. Lo cierto es que la realidad no existe aislada de nuestras impresiones. Únicamente tenemos impresiones de lo que nos rodea. Sucede que nuestro entorno varían en función de nuestro ánimo, supongo que por eso siempre me ha parecido mucho más auténtico y sincero, o más que sincero, ajustado a lo que percibimos, el impresionismo, desde luego a ti te ha quedado un precioso texto impresionista, MONET estaría orgulloso de ti. Un placer verte resurgir de la luz aquí con tus impresionistas impresiones, de vuelta con nosotros, siempre tan impresionables : )
ResponderEliminarun beso grande FRANCESC!
Querida María, tenemos las impresiones de lo que nos rodea y esto ya es todo un universo. La impresión de lo que queda lejos, lo concibo solamente como un puro dato.
EliminarNo creas, tampoco pienso que mi estado de ánimo pueda influir demasiado en el entorno real, si acaso una percepción íntima e insignificante podría dejar sobre mi piel una señal minúscula como la huella de un escarabajo.
Estoy muy contento de volver al pleno aire y al contacto con vosotros.
Abrazos mil
Me quedo con Pissarro y su reflejo de la lluvia de Sanit Honoré.
ResponderEliminarPude verlo otra vez, creo que ya es la quinta vez, la primera fue hace cincuenta años, en la colección Cambó, en el Palacio de la Virreina, pude verlo, digo, en la Thyssen, y me parece que no hay cuadro con esa "atmósfera", con ese ambiente, con esa densidad que tan bien describes.
Un placer volver a leerte.
Cuídate mucho
Miquel, ¡menudo Pissarro, un auténtico artista!
EliminarLa colección Cambó nos proporcionó unos grandes placeres, la visité muchas veces en la Virreina.
Miquel, para mí es un placer grande, grande, volver al contacto.
Gracias, abrazos
¡Bienvenido "au plein air"! El tiempo calinoso de estos días diluye las formas, los colores, aumenta la perspectiva aérea. Se presta bien a los paisajes a la acuarela y tal vez a los pintores de tipo impresionista. Pero, aún así, debo reconocer que no me gusta nada.
ResponderEliminarNo tenía noticia de esta pintora, me recuerda ese cuadro a alguna obra de Mary Cassat o de la Morisot. Desde luego, no es muy conocida. Por eso me he documentado y leo que su marido le puso grandes dificultades para que desarrollara su carrera y lo dejó. "La pata quebrada y en casa", o algo así. Una pena.
Un abrazo.
Amigo Gran Uribe, después de unos días completamente apartado, me interesa, la impresión que producen las formas expuestas a pleno aire.
EliminarMarie Bracquemond, se lo pasó muy mal. Ella y Morisot fueron de las primeras impresionistas, sus obras se parecen bastante, destaco el tratamiento que da a los ropajes, las transparencias, los pequeños estampados...
Abrazos
Hola, Francesc:
ResponderEliminarA “coeur plein” te agradezco la publicación de textos expresivos como éste, que transmiten la impresión lectora de que la visión reproducida de la belleza provoca sentimientos oníricos en su lector/espectador.
Un abrazo, Francesc.
Amigo Nino, este texto ha surgido de la impresión producida por la realidad después de unos días de aislamiento. Celebro el regreso a la comunicación con mis amigos del blog, entre los que te cuento con estimación.
ResponderEliminarAbrazos