lunes, 21 de diciembre de 2020

Vocabulario

Requiem for a planet, skay at Dawn. David Bierk (1944-2002) 

 

En verano suelo coincidir con Carlos B. Isanta, es profesor en una facultad de letras de una Universidad pública de una comunidad autónoma vecina. En julio del año pasado, mientras tomábamos un café junto al mar, hablábamos del bajísimo nivel de conocimientos de los estudiantes que llegan a las aulas universitarias, entonces, sacó de su bolsa una libretita y me dijo:

“mira, aquí he anotado algunas palabras que he dicho en clase cuyo significado era desconocido por la mayoría de los estudiantes de primer curso de carrera. No eran palabras raras ni enrevesadas, pero no sabían qué significaban ¡No saben el nombre de las cosas, su vocabulario es pésimo!”

 

Tomé nota de la lista, es esta:

 

Señuelo

Esquela

Sepia

Lupa

Dintel

Quincalla

Empeine

Molleja

Escabel

Letrina

Bocio

Ciénaga

Chamizo

Cuesco

Doblón

Fuste

Agasajo

Corneja

Amanuense

 

Uñero

Óbito

Tea

Almena

Horda

Muesca

Artesa

Ménsula

Mascarón

Sedal

Tirabeque

Alero

Zarabanda

Bombarda

Berbiquí

Baliza

Repollo

Basalto

Crisol

Altramuz

18 comentarios:

  1. Qué nivel, Maribel.
    Aprovecho el comentario para desearte felices fiestas, que seas feliz a pesar de todo.
    Un abrazo

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    1. Gracias Viky.
      Yo también te deseo que tengas una Navidad muy feliz y que todo te vaya muy bien.
      Abrazos.

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  2. Podemos añadir a la lista la palabra 'estulticia', que a pesar de su abundancia es poco conocida.

    Y ya que estamos, recordemos aquellos magníficos versos de Góngora:

    Hasta la sabiduría
    Vende la Universidad,
    ¡Verdad!

    Salud

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    1. Amigo Loam, en general, el nivel de vocabulario de los estudiantes que llegan a la Universidad es muy bajo. A veces, no sabes si indignarte o echarte a llorar.
      Salud y feliz Navidad.

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  3. Decir en reprimenda mía, que desconocía el significado de "escabel". Las demás sin problema.
    Supongo que algunas palabras al significar un instrumento de trabajo en desuso ha quedado relegada al olvido, pero ese reposa piernas me ha traído de cabeza. Debería haberlo sabido.
    Otras son de obligada sapiencia en un primero de carrera: fuste, dintel ménsula...
    Y otras se siguen utilizando, como el repollo, quincalla, cuesco...
    Cuanto menos, curioso.
    Salut

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    1. Amic Miquel, son jóvenes que han superado las pruebas de acceso a la Universidad, pero el vocabulario de muchos de ellos es paupérrimo. Da pena.
      Saludos

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  4. Pues yo conozco todas y no he estado en ninguna Universidad, ni siquiera en la cantina de ninguna. Ya tengo mis males de redacción y de sintaxis y de momento, con estos, ya voy servido. Felipe González me enseño la palabra "torticero", que me encanta o demagogia, que también me gusta. De mi formación me gustan dendrometría, astacicultura, botánica, silvicultura y bastantes más que siempre me sonaron muy bien, me suenan, (no se si es la expresión adecuada), redondas... absolutas...
    Un saludo.

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    1. No me cabe duda Daniel, las conoces todas.
      Creo que la pobreza de vocabulario afecta especialmente a una generación que está más pendiente del mensaje corto que se prodiga en los WhatsApp y en los titulares de los periódicos que de la riqueza y variedad del vocabulario.
      Me temo que la educación en las aulas de primaria y secundaria influye poco en la riqueza del idioma.
      Todos tenemos alguna dificultad en ciertos aspectos de la lengua, en mi caso es con las preposiciones.
      Saludos

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  5. No me extraña nada. Entre que no se lee y que algunas de esas palabras no son de uso corriente ya el desconocimiento está servido. No pidamos peras al olmo. Supongo que los padres de esas benditas criaturas tampoco las usarán ya o las habrán olvidado. Sigo pensando que en si en las familias se ha procurado hablar con cierta riqueza de léxico eso empapa a todos sus miembros. Pero desde que existe la televisión, que impide el diálogo e impone el monólogo (de las propias emisoras) ¿qué se puede esperar? Ah, y aún se reducirá más el vocabulario, incluso las lenguas nativas en pro de la nueva terminología dominante en todo lo digital.

    Muchos de los señuelos acaban en las letrinas, por usar un par de términos de la lista.

    Y me ha encantado ver aparecer la palabra tirabeque, la usábamos en mi infancia del Norte. Ese amigo tuyo tiene que ser navarro o aragonés, porque, que yo sepa, en otras partes no se utiliza. Hay tirador, tirachinas, pero tirabeque es más definida para el uso que le dábamos.

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    1. Amigo Fackel, esto vocablos tampoco son tan antiguos, es sorprendente que no sepan qué es una esquela o qué es una sepia, una lupa o el empeine. Esto es dejadez, vagancia mental, incluso te diría que es una carencia de amor propio.
      Sí, Fackel, Carlos es navarro, hace años que nos conocemos aunque nos vemos solo unos días al año. He omitido decir su primer apellido para preservar su identidad.
      Saludos

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  6. Se potencia el uso de las nuevas tecnologías y del inglés, mientras se descuida la cultura general, la ortografía y el dominio de las cuatro reglas básicas. Cada vez hay más analfabetos con carrera universitaria.
    Un abrazo, Francesc, y felices fiestas.

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    1. Amigo Cayetano, las nuevas tecnologías y el conocimiento de otras lenguas deberían sumar y no reducir. El descuido del lenguaje se me antoja una expresión de la dejadez por el conocimiento en general. En efecto, amigo mío, las aulas universitarias están cada vez más llenas de individuos con bajo nivel de lenguaje.
      Que tengas unas fiestas de Navidad muy felices y con mucha salud.
      Abrazos

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  7. Esas palabras pueden estar en vigor y a la vez ser antiguas. Si no se utilizan en el entorno de los individuos que las ignoran, si estos mismos señores no leen (ni las esquelas, o lo que menos las esquelas), si su vocabulario es de dar a las teclas del móvil con nuevas abreviaturas reduccionistas...¿qué cabe esperar? Acaso la desaparición de parte de la lengua. No hay mayor gravedad en la pérdida de la lengua que el reduccionismo de su uso. Pero las nuevas tecnologías van mandando y la incultura ad hoc hace el resto. Por supuesto, es discutible y matizable todo ello, pero no me sorprendo. Conozco casos en el entorno.

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    1. Amigo Fackel cada vez hay más palabras en desuso porque el vocabulario es más pobre. Un empobrecimiento del lenguaje es indefectiblemente un empobrecimiento del pensamiento.
      En mi colegio, de pequeño, me decían que la utilización de abreviaturas denota una mala educación.
      Abrazos

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  8. Ayer escuchaba en radio a una profesora de literatura de secundaria que usaba "Rimas y Leyendas" de Becquer como "gancho" para conseguir que los chicos leyesen alguna cosa de motu propio.

    Cuando yo hice primaria, acabábamos a los catorce años conociendo la historia de la literatura española, arrancando en las cantigas de Alfonso X, pasando por el "cantar del Mio Cid", prosiguiendo en los grandes del Siglo de Oro, el romanticismo y acabando en la generación del 98.

    El peor de aquellos estudiantes, al menos de oídas conocía a Calderón, Quevedo o Unamuno.

    No consigo explicarme la degeneración en que han caído las humanidades en nuestra enseñanza, supongo que las continuas reformas en la Ley de Educación tienen al que ver el ello.

    Y no solo esto, parece que la capacidad de comprensión lectora, y sobre todo, de escritura, también han caído en picado.

    Parece que tenemos una generación de iletrados tecnológicos en ciernes. Triste.

    Del listado, solo he tenido que refrescar "ménsula"

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    1. Amigo Rodericus, tengo muy mala opinión de la clase docente, salvo honrosas excepciones, no veo que transmitan ni conocimientos ni el entusiasmo por el saber.
      Esto ocurre en Literatura y también en las asignaturas "científicas". El desconocimiento de las materias básicas (matemáticas, ciencias naturales, dibujo, lengua, historia, geografía...) es lamentable.
      En las aulas, por la información que me llega, que es mucha, se pierde el tiempo en la transmisión de consignas, repeticiones publicitarias, y eslóganes.
      Hoy los chicos y chicas pasan mucho tiempo discutiendo sobre identidad sexual y veganismo, ¿esto es positivo?, probablemente sí, pero esto no debe sobreponerse al conocimiento general de la ciencia, el arte o la razón y se sobrepone. Los jóvenes acaban hechos un lío, pasan horas y horas intentando saber si uno u otra es trans, homo o hetero y debatiendo sobre el género fluido, el cis, el binarismo de género, el transgénero, la identificación de la diversidad de los caracteres fenotípicos, etc. y todo esto lo contempla el impasible profesor y no les explica cómo hay que resolver un problema de geometría ni les dice por donde pasa el Guadiana.
      Han caído las humanidades y también el interés por las materias científicas o tecnológicas.
      Cómo tú dices tenemos delante una generación de iletrados.
      Un abrazo y feliz Navidad.

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  9. Confieso que en tres vocablos he tenido mis dudas. Acceptaréis que no son muchos, supongo.
    En este mundo digital un léxico amplio y no solo el imprescindible aleja de la ignorancia.
    Se adquiere leyendo, a solas o no. En el aula también puede adquirirse. Lo importante es que se incorpore y se use.
    Si se quiere que se adquiera en el aula no
    basta con mostrarlo, no basta con leerlo. Hay que provocar a los alumnos. En primaria, en secundaria y supongo que en bachillerato, donde no tengo casi experiencia.
    Siento que tengas tan mala opinión de los que ejercen en educación. Suerte que tus afirmaciones no son absolutamente categóricas. Así que me queda un resquicio de esperanza.
    Me gustaba tanto provocarles que en cada sesión al menos se colaban dos vocablos nuevos y tras provocación calculada las incorporaban. Lo inportatne es que se incorporen, pero no solo eso, que vean la necesidad de usarlas. Y, ojalá, eso pudiera ser en cuantas más lenguas mejor.

    Salud, Francesc.

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    1. Amiga Anna, coincido contigo, no basta con las aulas. La riqueza del lenguaje, además de adquirirse en la escuela, se consigue gracias a la lectura y la atención, con la conversación y con el respeto a la lengua.
      Tengo mal concepto de los enseñantes: esta es una percepción general y por lo tanto no está exenta de excepciones muy honrosas y, además, por ser general, puede caer en injusticias. Salvado esto, creo que las aulas se han convertido en lugares de juego y jolgorio, muchos profesores (lo digo con conocimiento) no transmiten el entusiasmo debido por el saber, se cansan de tanto soportar la mala educación de los alumnos, por otra parte, el sistema educativo es tolerante hasta tal punto que apenas permite que un profesor eche a un niño o una niña de la clase por su mala conducta.
      Sé de profesores que han sido agredidos, de aulas donde lanzan sillas por los aires y de niñas que se han puesto a bailar encima de la mesa, en muchos de estos casos, cuando el profesor o profesora lo ha expuesto en el claustro le han exigido que sea tolerante que “esto es cosa normal” y que no pasa nada. Cómo se puede enseñar algo a estos energúmenos.
      Los alumnos llegan a la universidad con una ignorancia supina sobre casi todas las materias. Luego, con estas condiciones tendrán que enfrentarse al principio de realidad y entonces vienen los disgustos y el malestar.
      Cuando nos quejamos de la debacle cultural de la sociedad debemos tener presente que el germen de todo esto está en las aulas, en aquellos alumnos gamberros, en los profesores que no hacen bien su trabajo y en el sistema educativo laxo e ineficaz.
      Abrazos

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