El arte de Alberto Giacometti y el de Fernando Botero anticiparon la caquexia y la obesidad que tanto abundan en la sociedad occidental del presente.
Alberto Giacometti. Bronces
Fernando Botero. Adan y Eva
Fernando Botero. Bailarina
Los extremos que proponen Giacometti y Botero no tienen nada que ver con el llamado "arte extremo" que practican artistas como Otto Mühl, Rudolf Schwarzkoler, Günter Brus y otros artistas del Viennese Actionism, cuyas obras son provocadoras, mientras que las de aquellos son conservadoras.
Ni los unos ni de los otros me complacen. Los extremos en el arte no me gustan.
No tendría jamás una obra de la escuela Viennese Actionism. Son piezas que en su mayoría me perturban y molestan a la vista. Botero no me agrada, pero si miro algo de su creación me hace esbozar una sonrisa. Giacometti me entusiasma porque espero de sus piezas que se muevan en un momento de despiste por mi parte. De este no me molestaría tener nada a la vista en casa.
ResponderEliminarDejo de lado, con tu permiso, el adjetivo de conservador /provocador, porque a mi entender, las piezas que no me dan paz al menos a la vista, no las puedo calificar de arte.
Un abrazote
Amic Miquel, he visto dos obras de la Viennese Actionism y no me han quedado ganas de ver ninguna más, por lo menos al natural.
EliminarBotero y Giacometti parece que sean la misma cosa, debe ser aquello de que los extremos se tocan.
Salud
Pues yo les veo algo a las creaciones de Botero, las de Alberto Giacometti (artista que no conocía) que nos muestras también. Ambas me gustan, tienen su "aquello" que no sabria bien como definir. Imagino que para las apetencia de cada cual existen las gamas cromáticas a su gusto...;D
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Daniel, creo que algún crítico de arte ha dicho que Giacometti sustituye la corporeidad por el movimiento, yo sin embargo, encuentro que su obra es la expresión de un estatismo delgado, parece que la ausencia de músculo impida la movilidad. Botero, en cambio, es la pesadez estática aunque se empeñe en dar movilidad a una bailarina.
EliminarSaludos
Es una forma de hacerse notar, de hacer algo distinto que llame la atención y que no deje a nadie indiferente.
ResponderEliminarUn saludo, Francesc.
Amigo Cayetano, se hacen notar, sobre todo Botero, allí donde hay una obra hay un cuerpo voluminoso que ocupa un lugar en el espacio. Giacometti también se hace notar, la primera vez que vi una de sus estatuas pensé en Popotitos.
Eliminarwww.youtube.com/watch?v=C6rGjW_UA3Y
Saludos
A estas alturas, el concepto de epatar al burgués, es arcaico. Entre otras cosas, no persigue lo que quiso en el XIX, sino la mera llamada de atención. Se incrementa el volumen, pero no la creatividad.
ResponderEliminarSí, Pedro, completamente de acuerdo. Estas formas de "epatar" son trasnochadas.
EliminarSaludos
Tienen su espectacularidad las obras de uno y otro autor. No me parece mal que conciban el mundo a través de dos perfiles de volúmenes en las antípodas. Imagino que la espectacularidad también vende.
ResponderEliminarSí, Fackel, el espectáculo tiene un mercado.
EliminarEstos escultores han tenido encargos oficiales, principalmente Botero y fíjate qué instituciones han sido las que han hecho el encargo.
Salud
Sí, eres más de Piero Della Francesca, jajajajajaja.
ResponderEliminarAbrazo.
Ja,ja,ja. Has adivinado. El Renacimiento, sobre todo el primer Renacimiento, también el segundo y el final del Renacimiento; y también los manieristas que siguieron al Renacimiento por lo que tienen de renacentistas.
EliminarAbrazos
Pues yo, si pudiera, me haría de toda la obra de Botero. Botero es Medellín, Botero es realismo fantástico, es el lugar donde hasta una señora grande se convierta en una bailarina de Degas, Quijote monte un burro y más.
ResponderEliminarSdos.
Selva, para almacenar toda la obra de Botero se necesita un espacio muy grande.
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