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Cenotafio de Newton. Arq. Étienne-Louis Boulée
Desde antes de la arquitectura hasta la actualidad, el ser humano ha intentado construir un cobijo para guarecerse de las agresiones de la intemperie.
Primitivos, orgánicos, esenciales y minimalistas. Desde la caverna "esencial" a la casa de la cascada de Frank Lloyd Wright, desde la choza "ínfima" a la casa Farnsworth de Mies van der Rohe.
Además de “arquitectura” para guarecerse, hemos ideado espacios para cumplir unas determinadas funciones reglamentadas como cárceles y presidios, espacios de trabajo como oficinas para burócratas u obradores de charcutería, espacios simbólicos como las logias masónicas, espacios para el placer –aquí cabe recordar “Los 120 días de Sodoma” de Sade–; todos estos espacios son heterotopías, más o menos como las definiría Michel Foucault.
Además nos hemos esmerado en la construcción de manicomios, teatros, mataderos, panteones, cenotafios, tanatorios, lazaretos…
Antes de la arquitectura, dólmenes y menhires ya configuraban espacios simbólicos. Parece que aquellos pedruscos paleolíticos, más o menos equilibrados, ya eran construcciones mortuorias.
Nos apropiamos del espacio, lo delimitamos y lo ocupamos. Aunque sea primaria y utilitaria, ésta es nuestra intención.
Todo continúa igual, una piedra sobre otra, vanidades pétreas, expresiones artísticas y la curiosidad de los hombres y las mujeres por saber más y más.
No deja de ser interesante esta entrada entre científica y metafísica.
ResponderEliminarPor lo que parece creamos cosas con la técnica para reconfortar el espíritu.
Me entusiasma, ya ves, el Cenotafio de Newton, y la idea científica, y en su tiempo revolucionaria, de representar con un monumento el recuerdo de Newton en un camposanto.
Un abrazo
Amic Miquel, el Cenotafio de Newton es un ejemplo de grandiosidad que algunos arquitectos de la Ilustración proponían. Todos aquellos proyectos de arquitectura iluminista no se construyeron, no pasaron del dibujo a la obra, fueron unos bellísimos dibujos y nada más ni nada menos.
EliminarAbrazos.
Hay algo más: ahora se especula con el espacio como nunca antes en la historia de la humanidad.
ResponderEliminarAmigo Pedro con el espacio se ha pasado de la especulación formal a la especulación económica.
EliminarSaludos.
Los materiales empleados y el tamaño de las construcciones dan mucha información sobre el momento histórico ( mentalidad, intencionalidad...) en que se encargó al arquitecto el diseño de la edificación.
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Cayetano, la arquitectura, además de dar cobijo, es una de las expresiones formales que más información nos da de un determinado periodo histórico.
EliminarSaludos.
La evolución de la vivienda a lo largo de los años es bien notable y aún nos queda que ver nuevos avances.
ResponderEliminarSaludos.
Yo creo que el diseño de la arquitectura residencial ha ido evolucionando con el tiempo, se ha adecuado el proyecto de viviendas a las necesidades de cada momento, ahora debe continuar con la evolución de las formas de vivir y de usar la vivienda. La arquitectura debe seguir una línea de evolución continua.
EliminarSaludos
La arquitectura evoluciona constantemente. A mí me encanta la arquitectura antigua de los palacios frente la altitud de los rasquicielos.
ResponderEliminarSaludos.
Encontramos ejemplos muy notables en la arquitectura del pasado, a mí particularmente me gusta mucho la arquitectura del Renacimiento, pero no desdeño de ninguna manera la arquitectura de los rascacielos, hay buenos ejemplos de rascacielos, pero debo decir que en general, este tipo de edificios altos no me gustan, parece que solo responden a un tipo de arquitectura espectáculo.
EliminarSaludos.
Antes de que me olvide, me gusta Boulée. Aparte de todo los los tipos de edificios que citas, están los Ay Untamientos propiamente dichos (aunque quizás los englobas en "oficinas para burócratas"), como el de Sant Josep de sa Talaia ("La cueva de Alí Babá") u otros que me gustan bastante más, como el de Säynätsalo, de mi tocayo Alvar Aalto, un tipo al que admiro mucho y al que se encuadra en la "arquitectura orgánica" con bastante fundamento. Yo no podría imaginarme jamás (tal vez peque de ingenuo) que los concejales de urbanismo y los diversos técnicos municipales que trabajan en el Ayuntamiento de Säynätsalo se dediquen a trampear, a expoliar vilmente al ciudadano y a pegarse atracones de gambas con la pasta obtenida.
ResponderEliminarEn efecto, soy tan "primaveras" que llego a pensar que la arquitectura limpia, elegante y sencilla, como la de Alvar, además... ¡es ética! Y ya que estamos con Alvar Aalto, me gustan sus muebles, sus jarrones, sus lámparas, sus chalets (Villa Mairea), sus bibliotecas, sus iglesias, sus teatros, sus casas de cultura, sus universidades, etc., Cuanto más sencillos sean esos edificios, más me gustan. Hasta su sanatorio en Paimio, en el que seguro que uno se curaba de sus males. Y sustituyendo la "s" por la "t", no me consta que diseñara tanatorios, pero, si lo hubiera hecho, seguro que sería más cálido y acogedor que lo que se suele hacer por estos lares.
Un abrazo
Amigo GranUribe, Boulée, Jean-Jacques Lecqueu y Ledoux fueron los grandes arquitectos de la Ilustración, dibujaron mucho y muy bien, sus ideas eran de edificios extremadamente monumentales.
EliminarNo sabía nada de las gambas y los concejales del ayuntamiento de Säynätsalo. Seguramente algunos consistorios municipales actuales aspiran a la monumentalidad "iluminista" cuyos presupuestos también son monumentales.
En cuanto a tu tocayo finlandés nada tengo que añadir, es un arquitecto que me gusta mucho, toda su obra me parece extraordinaria, jarrones, lámparas, obras pequeñas, muebles, etc. cabe destacar también muchos detalles constructivos de pequeño formato que son un ejemplo de inteligencia. Digo para información general que a Aalto le gustaban los toros.
Salud.
Nunca me podría imaginar que se les ocurriera hacerlo en un ámbito así, tan cuidadosamente diseñado, tan poco sórdido. De hecho, que yo sepa, no lo han hecho. Ese ayuntamiento no parece una cueva, al contrario que la de Alí Babá. que en esa sí que anida todo tipo de latrocinios.
EliminarEn cuanto a Alvar Aalto, aún me cae mejor, porque a mí también me llegaron a gustar mucho los toros, pero solo lo digo aquí, en petit comité, no vaya a ser que los animalistas arremetan contra mí despiadadamente
Saludos.
En efecto, no eran sórdidos.
EliminarLa afición por los toros no se puede ni mencionar, se corre el riesgo de cancelación.
Salud.
Ya se que puede sonar estúpido, ante lo que nos muestras, pero me gusta ver fabricas y talleres, como se disponen las cadenas de montaje, los almacenes, como se organiza la entrada de luz, la dureza de los suelos, la pintura de los mismos, como se buscan una climatización y aislamiento mejores, las alturas, no se. Aquí, en Burgos habia una chimenea de 150 metros que se destruyo, si por mi fuera la habia dejado como parte de la nueva urbanización y hubiera hecho un observatorio de la ciudad, uno de los de verdad, no uno de esos de amiguetes. No se, yo veo la industria y los talleres como parte de nuestra Historia y de nuestro futuro, quizas no soy poeta, tampoco soy arquitecto.
ResponderEliminarUn saludo
Amigo Daniel, a mí también me gusta la arquitectura industrial, toda mi infancia fue en un barrio industrial, poblado de centenares de chimeneas, con fábricas textiles, maquinaria industrial, productos químicos, herrerías, fabricas de galletas y de máquinas de escribir, mi barrio era un hervidero, aquellas chimeneas despertaban una ambivalencia de sentimientos, había quienes decían: "estos humos nos quitarán la vida" y otros que contestaban: "estos humos nos dan la vida".
EliminarMás tarde, como arquitecto he proyectado y dirigido varias obras de edificios industriales. Siempre me satisficieron estas obras.
Salud,