El líder de los Rollin Stones, Mick Jagger ante el Guernica de Picasso
En las salas de los museos, delante de las obras de arte más conocidas, vemos, muy a menudo, que se agolpa una gran cantidad de visitantes que hacen selfies. Se autorretratan con la obra de arte como telón de fondo y se preocupan más de sus teléfonos móviles que de la obra de arte en sí.
En el último número de “Cuadernos Arias”, que edita Jaume Maymó, encontramos un texto de Sergio S. Fanjul (26-6-2022) en el que el autor se pregunta: por qué nos gusta hacernos selfies en los museos.
Habla el autor de los antecedentes de esta costumbre narcisista. Hay ejemplos de ello ya en el siglo XVII y posteriores, y hay ejemplos actuales en los que algunos jefes de estado se fotografían posando delante de Las Meninas o de estrellas del rock que se fotografían ante el Guernica.
Llegamos a pensar que quien se autorretrata delante de una obra de arte famosa, persigue rodearse de una aureola portentosa que le dé notoriedad cultural. Un individuo que desea que todos creamos que él es una persona de gustos exquisitos y muy, muy culta.
Luego, las selfies se publican en las redes sociales y cuando las vemos, juzgamos el carácter egocéntrico de una acción autocomplaciente y a menudo soltamos una sonrisa burlona.
Veamos, sin embargo, otro aspecto más positivo. Sergio C. Fanjul cita la opinión de Eloy Fernández Porta.
Hacerse selfies en museos hace posible, para un sector del público, una aproximación menos reverencial a las obras y esa práctica suele llevarnos a buscar información complementaria sobre ellas.
Una vez más, agradecemos a Jaume Maymó la edición y difusión de los Cuadernos Arias y que, número a número, pasan a formar parte del fondo del Museo Picasso –Colección Eugenio Arias de Buitrago de Lozoya.
Guardo como oro en paño los Cuadernos Arias que tan amablemente me hace llegar Jaume Maymó. Son pura información artística que vale la pena preservar.
ResponderEliminarTambién he leído el punto de vista del Sr Fanjul, y creo he de darle la razón. Cualquier excusa es buena para que nos adentremos a buscar información sobre las obras de arte.
Un abrazo
Sí, Miquel, los Cuadernos Arias son un pequeño tesoro. Agradezco a Maymó toda esta información que nos llega periódicamente. En el escrito, Fanjul expone los aspectos negativos y positivos que según su parecer tienen estas selfies.
EliminarAbrazos
Selfies: narcisismo puro y egolatría
ResponderEliminarAmigo Luis Antonio, estas "selfies" forman parte del gran espectáculo de las redes sociales. Superficialidad, narcisismo y frivolidad.
EliminarSaludos.
Siento llevar la contraria a lo que opina Fanjul. Quien va a un museo para disfrutar del arte, no necesita fotografías con el arte de fondo.
ResponderEliminarLo del "selfie" nos es otra cosa que "postureo" para el autobombo en la redes . . . ¡¡ Mirad que inteligente que soy, que estoy con el Guernika !!.
Hace ya algunos años, una conocida de la familia nos confesó que fué a Venecia para enviar fotografias...¡¡ Y dar envidia !!.
La pobre mujer no tenía ni puñetera idea de la historia de Venecia, ni de arte, pero quería restregarles el viaje en la cara a sus conocidos. Como el noventa por ciento de los que aparecen en las "selfies" de El Prado o El Louvre.
Un abrazo.
Amigo Rodericus, Fanjul, en su artículo, ya nos habla del "postureo" y del narcisismo de todos estos que se autorretratan. Quienes lo hacen parece que pretendan poner una aureola de cultura sobre sus cabezas.
EliminarEl autor del artículo, después de la crítica a tanta frivolidad, intenta buscar un aspecto positivo y cita a Eloy Fernández Porta que es quien opina sobre una cierta bondad de estas "selfies".
Estoy convencido que de no poderse fotografiar junto a una góndola, Venecia estaría casi vacía. Sabemos que muchos viajes turísticos sólo se hacen para poder enseñar las fotografías a los amigos y conocidos y, como tú dices, restregárselas por la cara y despertar envidias.
Abrazos.
No se puede generalizar: Los selfis son totalmente neutros. Es un error prejuzgar que detrás de los selfis hay narcisismo o egolatría, como dicen más arriba. A lo sumo podemos entender que podría ser una expresión más de esa egolatría o narcisismo. Me he ganado la vida, en un buen porcentaje, retratando a personas en mi estudio (fotograf.) Chicas, chicos, ancianos, mujeres más maduras, hombres, familias enteras, bebés recién nacidos, embarazadas...
ResponderEliminarY esos, no como en los selfis de teléfono, pagaban una buena pasta por los retratos.
¿Debe entender que también eran "narcisos"? No lo creo.
Amigo Noxeus, ante todo agradecerte tu seguimiento de este blog y de tus comentarios.
EliminarTienes razón Noxeus, está claro que no se puede generalizar, hacerlo significa caer en alguna injusticia o prejuicio. En mi texto he querido incluir la visión de Fanjul y la de Eloy Fernández Porta.
Lo de fotografiarse junto a obras de arte viene de lejos y seguramente no todos los que se autorretratan lo hacen con las mismas intenciones. Unos lo deben hacer para tener un recuerdo, otros como autocomplacenia y rodearse de una aureola artística, otros para dar constancia del paso del tiempo o para decir "he estado aquí", hay mucho de vanidad y mucho de amor a la belleza de fondo.
Salud.
Acercarse a las obras de arte, por el motivo que sea, es sin duda algo positivo. En cuanto a las intenciones que hay tras esas fotos, en ocasiones son muy claras pero en otras no tanto. Aunque hay muchísimo postureo, como dices tampoco se puede caer en el prejuicio, somos demasiado complejos como para ponernos en en la piel del otro.
ResponderEliminarUn abrazo Francesc
Querida Ana, tal como he comentado antes, creo que no todos los que hacen estas selfies se retratan con las mismas intenciones. Hay mucha frivolidad sí, pero yo creo que algunos admiran aquello que han contemplado y quieren fijar el recuerdo. No lo sé, no quiero juzgarlos.
EliminarNo conozco esos cuadernos, pero sí que estoy rodeada de personas que constantemente se hacen selfis. No solo frente a una obra de arte, frente al plato de comida de un restaurante, según se terminan de vestir, frente al espejo a tooodas horas autoretratándose para postear en Face o Instagrán y que sus seguidores sepan la interesantísima vida que llevan, sé de gente que se arregla, se hace el selfi y luego se pone la bata de casa ¿ ...? Los humanos somos muy vanidosos y muy pero que muy tontos. Si además tu imagen está en un escenario especial por lo que sea, un museo, un gran hotel, un concierto.. de alguna manera constatas tu presencia allí y aunque no se disfrute de nada, ya ha quedado la marca d agua impresa en las redes ...para poder empezar a acumular Like...el lema de la mayoría de estos adictos al selfi es, a más like acumulados más felicidad... digo yo, porque no lo comprendo... yo no me los hago jamás, una porque no sé y dos porque no tengo ningún interés en que nadie sepa lo que hago o dejo de hacer ¿por qué me gustan los blogs? porque aquí somos etéreos , entramos y salimos de la casa de la gente y nadie nos ve jajaja
ResponderEliminarMuchos besos y muy feliz finde!!
Querida María, creo que jamás se habían hecho tantas fotos como ahora, creo que dentro de unos años habrá más imágenes que cosas reales.
EliminarLuego muchas de estas fotos se publican en las redes para que otros vean cosas que hay por ahí y que hay alguien que lo ha fotografiado y se ha puesto muy contento al hacerlo. Muchos presumen de haber estado en algún sitio muy fino o muy cutre y dejar constancia de ello...
¡ e la nave va !
Luego, ocurre también, que después de haber dejado tanto rastro en las redes, muchos se quejan de pérdida de intimidad y continúan quejándose diciendo que se entrometen en sus vidas.
Pronto se pondrá de moda que la gente publique sus radiografías y el número de su cuenta corriente.
Abrazos
De pronto me ha dado por pensar, que a lo mejor aquí, los comentarios son como nuestros selfis, si es así yo soy una narcisa perdida ; )
ResponderEliminarQuerida María, nuestros comentarios dicen mucho de nosotros.
EliminarAbrazos
Dime qué selfie te haces y te diré cuán poco observas. La gente va a los sitios y desplaza el objeto para dar prioridad a su presencia personal, llámese ego o constancia de que estuve allí. Ir a museos y ver obras no tiene por qué ser reverencial. Comparto la idea de Eloy, el hijo de mis queridos amigos Paco y Neus, desafortunada y prematuramente desaparecidos, de que puede servir para informarse a posteriori, algo que también se ha podido hacer siempre sin foto. No creo quela mayoría de los que se hacen selfies persigan indagar más en las obras. Es la moda, el dejar constancia de lo efímero, la primacía de creerme alguien junto a un cuadro o el nombre de un artífice, la urgencia por comunicar a continuación a amigos o en redes que él estuvo allí. Mi pretensión es más modesta: me hubiera gustado estar en el tiempo y el lugar en que una obra fue realizada.
ResponderEliminarAmigo Fackel, creo que una gran mayoría de los visitantes se ocupa más de su figura que de la obra de arte que está en el museo, seguramente habrá alguien que se interesa también por la obra de arte, yo no me atrevo a juzgar. Tampoco creo que tengamos argumentos para decir, hoy y ahora, qué cosa es mejor que otra. A mí, por lo que me han enseñado, me interesa más Las Meninas que la foto del “influencer” de turno, pero ya sabes que a otros les han enseñado otras cosas.
EliminarNo sabía que conocieras a Eloy Fernández Porta, pues ya has visto que él opina que lo de
hacerse un autorretrato junto a las obras de arte puede dar pie a informarse sobre ellas.
Hoy lo efímero, el mensaje corto, la velocidad y la inmediatez sustituyen la reflexión callada, pausada y naturalmente más provechosa. Y hoy interesa, en general, enseñar a todo el mundo por dónde andamos, cuáles son nuestros movimientos y, en definitiva, tender al sol nuestra intimidad.
Saludos.