¡Qué negro el pánico de la noche
tan oscura!
Del paisaje conocido al abismo ignorado
solo un paso,
pocos metros y un salto mínimo,
infinito.
Arriba, en el acantilado, restallan los dientes
y la luz
que tiembla en la línea difuminada del horizonte
alejado.
En la solidez del espejo se marchita un dolor
de cenizas,
las flores del mal y el canto de siempre:
la Sibila,
Ya lo ves, caminante atemorizado, el miedo impide el paso
y la cordura
y el camino llano se convierte en abismo abierto a los pies
de este epodo.
Siempre se teme lo que no se conoce. Salvo los osados, o los muy valientes, (vaya uno a saber cuanto hay de osado en ellos), cuesta adelantar un paso ante la oscuridad.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí Miquel, tenemos miedo ante lo desconocido y tenemos miedo ante lo que nos dan a conocer, sabemos que mienten y continuamos con la duda y con el temor. Muchas veces osadía y valentía son formas irracionales de temeridad.
EliminarAbrazos
Magnífico epodo, pero no me quita el miedo.
ResponderEliminarAmiga Viky, mi intención no era quitar el miedo, sólo constatarlo.
EliminarMe gusta escribir limitándome a constatar, expresar lo que veo sin apenas emitir juicio.
Abrazos
Ante algunos miedos, la valentía no es el término opuesto. De hecho, el miedo nos hace prudentes.
ResponderEliminarAmigo Pedro yo creo que una de las mejores cualidades de la valentía es la prudencia.
EliminarUna valentía mal entendida conduce a actitudes temerarias.
Yo tengo miedo a lo conocido. Eso es para ponerse a temblar.
ResponderEliminarUn saludo, Francesc.
Sí Cayetano, hay conocidos que nos ponen los pelos de punta.
EliminarSaludos
El miedo de la noche oscura, el miedo al camino llano plagado de trampas. El miedo es nuestra fiel compañía, mucho más fuerte que cualquier otra emoción.Quizás para conjurarlo baste aceptar que forma parte de la naturaleza humana y es la advertencia de que somos un grano de arena en la inmensidad del universo, a punto de desaparecer en cualquier instante.
ResponderEliminarAbrazos sin miedo.
Sí, Marga, el miedo forma parte de la naturaleza humana, como tú dices. Tanto en lo racional como en lo irracional, ya antes de entrar en razones existe un miedo y cuando conoces estas razones puede ser que algún miedo desaparezca pero aparecen otros que se quedan en nuestro cerebro y persisten para siempre.
EliminarEl miedo, puede ser un antidoto contra la soberbia.
Con el poema tampoco pretendía trazar un dibujo filosófico sobre el miedo, esto lo podríamos dejar en manos de algún pintor o poeta romántico.
ResponderEliminar..."del paisaje conocido
al abismo ignorado"
El miedo, un paso en falso, y...
Tan sencillo y contundente. Saludos
Amiga María Socorro, solo un paso y ocurre la desgracia. Siempre nos acompaña el peligro.
EliminarSaludos