viernes, 3 de mayo de 2024

La ciudad del más allá



La ciudad del más allá está situada entre el paraíso perdido y la "ciudad divina".

La ciudad del más allá tiene unas calles retorcidas, las cloacas están a cielo abierto, tiene puentes que empiezan en una orilla del río y no llegan a la otra, los edificios no se reflejan en los estanques y los neones son de luz escatológica. En los parques se amontonan las angustias. 

Quienes no salieron jamás de aquella ciudad, dicen que es la ciudad de Dios, que es la ciudad ideal y que sus palacios tienen bóvedas de eternidad.

Desde esta insignificante colina en la que nos encontramos, vemos como se bifurcan los caminos. 

Cada caminante tiene un urbanismo ideal en su magín. 

20 comentarios:

  1. Desgraciadamente muchos ven las ciudades y los caminos desde la perspectiva real de un valle de lágrimas. Las colinas les son ajenas.

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    1. Sí, Fackel, hay muchas maneras de ver la ciudad, depende de como uno la viva. Es aquello de sentirlo tal como le "va la feria".
      Las colinas quedan lejos y desgraciadamente las que tenemos cercanas están infectadas de urbanizaciones.
      Salud

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  2. En ocasiones pienso que la ciudad del "más allá" está aquí.
    Salut

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  3. Buenos días:
    En mi magín ,mi ideal de ciudad sería: pocos coches, jardines y unas aceras anchísimas con bancos y sobre todo sin barreras arquitectónicas que eso es lo que ahoga a las ciudades ,tantas barreras y tanta fealdad porqué los ojos también tienen derecho a disfrutar de un paisaje diáfano...
    Un abrazo y un tranquilo finde

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    1. Amiga Bertha, la ciudad que imaginas es un territorio ideal, creo que casi todos coincidiríamos contigo.
      Abrazos.

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  4. Afortunadamente vivo en una ciudad ideal, hasta doy de comer a las palomas con las manos ,recojo agua de lluvia para regar mis macetas y mi vista sólo ve jardines, no quiero salir de ella y menos para hablar de política.
    Saludos

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    1. Amigo Car res, celebro lo que dices, en mi caso tampoco me puedo quejar, vivo en la ciudad donde he nacido y no la cambiaría, me desagrada la degradación del paisaje urbano y la suciedad, pero celebro la belleza de esta ciudad mía y la diversidad humana. Nunca daría de comer a las palomas con mis manos y siempre estaría paseando por los jardines, nunca quiero hablar de política y prefiero la charla amable con mis amigos, me gusta el chisme cotidiano y la repostería selecta.
      Salud.

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  5. La ciudad es ideal es aquella en la que uno se encuentra bien, a su gusto, como es mi caso en Sabadell, mas pueblo que ciudad, o mas barrio.

    Salut

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    1. Seguramente Sabadell, siendo tu ciudad ideal, debe tener bóvedas de eternidad que tú conoces bien.
      Salud.

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  6. La mia
    (Arucas),
    la dejo
    como
    está,
    mas
    urbanidad,
    sería
    echarla
    a perder .

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    1. Amigo Orlando, yo creo que la urbanidad es un valor positivo.
      Salud

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  7. Yo vivo en un pequeño pueblo donde la gente nos llamamos por nuestro nombre y si hay alguien que lo pasa mal, pues aquí estamos el resto, "pa lo que haga falta". El servicio de vigilancia "La Rosi" vigila nuestras propiedades. En mi jardín anidan mirlos que me despiertan por las mañanas haciéndome saber que están a la espera de las cerezas de mi árbol, esas que me van a sablear impunemente.
    Hay arañas que se comen a las moscas y lagartijas que se zampan a las arañas.
    El milano vigila desde el cielo en busca de ratones y el cernícalo "hace el helicóptero" a la caza de la lagartija.
    Hay unos nogales que todos los años dan muchos kilos de nueces.
    No cerramos la puerta de casa con llave. Nos invitamos en el bar y si alguien está en el paro no paga. Todos conocemos la casa de todos, la física y la otra. Algunas veces hace mucho frío y otras hace mucho calor y otras veces ni frío, ni calor. El que quiere andar, anda y el que quiere ir en coche, va en coche. En el pueblo está muy mal visto ir rápido con el coche porque nuestros hijos están por la calle y al que pasa rápido los vecinos se lo recrimínanos.
    Yo me fui de una ciudad agradable a un pueblo agradable.
    Un saludo.

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    1. Ay, amigo mío, yo no podría vivir en un lugar donde todo el mundo me conociera, y me incomodaría mucho que todo el mundo conociera como es mi casa y qué cosas tengo en el frigorífico.
      Vivo en un edificio, proyectado por mí mismo, convivo con unos vecinos que a muchos de ellos ni siquiera conozco, nos encontramos en el ascensor y nos saludamos amablemente, todo discurre en un marco de convivencia distante de forma muy cómoda. Las calles de mi barrio forman una cuadrícula impersonal que a mí, personalmente me complace.
      Soy un urbanita empedernido, no aguanto ni dos horas en el campo, me molestan los mosquitos y me gustan más los semáforos que los tractores.
      Abrazos.

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  8. Mi ciudad ideal, a día de hoy, es el barrio donde vivo. Les Corts, en Barcelona. Y en el piso estoy tan ricamente. Muchas veces comento con doña Perpetua ¡qué suerte vivir aquí! Ha evolucionado bien esta zona en las últimas décadas y vivimos a gusto. Apenas tengo necesidad de ir al centro, y cuando voy sin premura lo hago por algo que me interesa mucho, no porque me agrade pasear por allí. A mi parecer, ha ido a peor.

    Me gusta ir de incógnito por mi barrio. Apenas me cruzo con gente conocida. En mi edificio tengo relación con pocos vecinos, aunque con todos nos saludamos en el ascensor, pero en nuestro piso no ha entrado casi ninguno. No me agradan los chismorreos. No me imagino un ambiente como el de la calle Real de Soria, la calle de Santa Clara de Zamora o la Corredera de Lorca, sin ir más lejos. Son lugares en que todos se conocen, se saludan, a veces charlan y en ocasiones basta una inclinación de cabeza. Pero son encuentros que después suelen acabar volviendo la vista atrás (a veces se cruzan las miradas "retrospectivas") y comentando unos y otros esto o lo otro de los que te has encontrado, con frecuencia mal. En fin, cada cual es cada cual...

    Un abrazo.

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    1. Amigo Gran Uribe, lo mío es la ortogonalidad de l'Eixample, aquí estoy bien, Todo es muy impersonal. Las relaciones personales de vecindad son prácticamente nulas y esto me agrada.
      Abrazos.

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  9. Con los pies a ras del suelo, uno transita por la ciudad real, pero en la cabeza no nos resistimos a transformarla en la ciudad ideal, máxime un arquitecto como tú.
    Para bien o para mal, a las ciudades del más allá nunca terminamos de llegar, así que no nos queda otra que estar en las del más acá.
    Saludos, Francesc.

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    1. Amigo Paco, la "ciudad del más allá" es una construcción imaginada, la tenemos en nuestra mente.
      Saludos

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  10. Pues yo no tengo ciudad ideal, me encuentro a gusto en todas partes, aunque con los despistada que soy me siento más cómoda en lugares pequeños, vivo en uno así, no es que nos conozcamos todos pero casi, de hecho mi problema es que me conocen más los demás a mi, que yo a ellos, una, porque olvido todas las caras y otras por siempre voy en mi mundo y no me entero. Me gusta más el campo que la ciudad, me siento feliz en medio de un bosque o frente al mar, mi ciudad ideal tendría que tener mucho verde, parques de esos añejos con pérgolas y estatuas de piedra desperdigadas entre los macizos de flores, poco tráfico y farolas que iluminen tenuemente la noche y ya puestos a pedir, que no me conociera nadie, pero no porque me moleste la gente, me gusta, no, para no ir pendiente de saludar a nadie, eso me incomoda mucho porque como no sé si les conozco o no, siempre tengo que fijarme mucho y aun así fallo, despreocuparme de eso, sería estupendo ; ) Por cierto, tu ciudad ideal poéticamente hablando te ha quedado impecable! Aunque espero tardar mucho en conocerla ; ) Un beso!

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    1. Querida María, soy muy urbanita, no podría vivir en el campo ni en una ciudad demasiado pequeña. Vivo en una zona céntrica de mi ciudad en un edificio proyectado por mí, -en concreto por mi estudio, Bardón/Cornadó- aquí donde vivo, todo es bastante cómodo e impersonal. No me quejo.
      El texto que he puesto es de mi libro "El caminante y la urraca".
      Abrazos mil.

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